La vida de los madrileños en un barrio sin piscina: "Tener una entrada era como ganar la lotería"

Ha empezado la temporada de piscinas en Madrid y muchos de los ciudadanos que viven en barrios sin piscinas municipales se agobian al pensar cómo harán para refrescarse estos meses sin remojo a la vista. De las 24 piscinas municipales disponibles este verano, abrirán 20. Las piscinas que no abren por estar en obras de mantenimiento son Peñuelas (Arganzuela), Vicente del Bosque (Fuencarral-El Pardo), Luis Aragonés (Hortaleza) y Vallecas (Puente de Vallecas).

Cristina Carreño, de 41 años, es vecina de Arganzuela y está muy preocupada porque este verano no podrá llevar a su hijo de siete a la piscina del barrio. "Después del colegio siempre vamos al parque, pero cuando empiezan a subir las temperaturas ese espacio social pasa a ser la piscina. No es solo un elemento de refresco, sino que es un espacio de socialización muy importante para nuestros hijos", afirma.

En busca de alternativas, Carreño se ha planteado junto con otros padres ir a la piscina de San Fermín, la más cercana al barrio, pero la sola idea la agobia porque está a 30 minutos en transporte público. "Imagínate si ya nuestra piscina de Peñuelas estaba masificada, ahora en esta será casi imposible conseguir entradas", asegura. Mientras tanto, su hijo, al no entender muy bien por qué su piscina no está abierta, ha decidido empezar a tomar sus propias medidas y, mientras su madre habla, él combate el incipiente calor de la capital jugando con su pistola de agua en el parque.

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"La mayor demanda del barrio es recuperar nuestra piscina lo antes posible y entender por qué había que evitar el riesgo de colapso de la instalación", asegura Carreño. En el distrito hay 153.000 personas afectadas. A ellos cabe sumar toda la gente del distrito Centro (139.682 habitantes) que, al no tener piscina, usaba la de Peñuelas, que era la que les pillaba más cerca. El recinto contaba con un aforo de 500 personas. "Conseguir una entrada para la piscina era ganarse la lotería un día de calor extremo", cuentan los vecinos. Ahora, se han quedado sin nada.

Por su parte, el Ayuntamiento ha dado como alternativa a los vecinos abrir el Centro Integrado, que cuenta con una piscina climatizada. El problema con esto, según explica Susana de la Higuera, de la asociación vecinal Pasillo Verde Imperial y vecina de Arganzuela, es que cierra en agosto y además no cuenta con un espacio en donde tener ocio. "Son para dar clases, no tienen finalidad recreativa". Como esta, hay siete más que se han dejado abiertas en Madrid como alternativa para los vecinos de los barrios sin piscina.

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En Madrid hay una piscina pública por cada 142.642 habitantes, lo que la convierte en la ciudad del interior de España con mayor ratio. "Esto afecta especialmente a las familias modestas y barrios populares. Madrid tiene muchas piscinas, pero privadas. Se han abierto dos nuevas, la ratio ha mejorado ligeramente, pero seguimos a la cola", aseguran desde la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid.

Los vecinos de la piscina de Vicente del Bosque llevan tres veranos sufriendo la falta de su piscina. Óscar Chacón, de la asociación vecinal La Flor y residente en el barrio La Paz, dice ya sentirse resignado. "No han empezado ni las obras. Además, este tipo de obras se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo acaban", dice. La vecina del barrio del Pilar, Mayte Mayor, recuerda que se enteraron por un cartel afuera del recinto que rezaba: "Cerrada por obras". La piscina cerró en 2021 por fugas de agua. Desde entonces, los vecinos no han podido volver a bañarse en su piscina.

Chacón recuerda que el primer año el Ayuntamiento puso un autobús que los llevaba hasta la piscina de Hortaleza como alternativa. Aunque era un gesto, para este vecino no era suficiente. "Este verano han abierto la piscina de Santa Ana, que aunque está lejos por lo menos queda en Fuencarral-El Pardo", dice.

"Ya son pocas las piscinas al aire libre de estas zonas", explica Mayor, portavoz de la asociación, "pero tras el cierre de Vicente del Bosque solo queda la piscina de Santa Ana en nuestro distrito, Fuencarral-El Pardo. Se trata de una piscina que ofrece solo 1.566 plazas para 238.756 habitantes: o sea que cada día solo podrá acceder el 0,7 % de todos nosotros".

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Para Mayor, la alternativa ha sido cruzarse Madrid e ir a la piscina del Lago en Casa de Campo, con la que tiene línea directa desde su casa. "Me toca atravesarme medio Madrid, pero eso es mejor que nada", dice. La presión de la población de estos distritos sobre los más próximos para atrapar las codiciadas plazas se extiende a los barrios de Moncloa, donde se ha reabierto la piscina de El Quijote después de años de lucha del vecindario.

"Los padres con niños sufren mucho en esta época. Antes los mandaban a los campamentos urbanos en donde los llevaban a la piscina, pero ahora no hay nada. Aguantarte y tomar duchas en casa", dice.

Ante esta situación, los vecinos han protestado en varias ocasiones para exigir al Ayuntamiento una alternativa mientras duran las obras. "Estamos planeando hacer un piscinazo el 8 de junio. Vamos a ir al estanque de la Vaguada con albornoz y pelotas de playa para quejarnos de que no tenemos dónde bañarnos", cuenta Mayor. "La gente está muy indignada".