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Qué hacer en la Sierra Norte de Madrid en una escapada veraniega
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Qué hacer en la Sierra Norte de Madrid en una escapada veraniega

Formada por seis territorios, esta comarca serrana madrileña esconde parajes de gran belleza visual, como la Sierra del Rincón, cuatro de las 11 Villas de Madrid y numerosas actividades culinarias y culturales

Foto: Sierra Norte de Madrid. (Foto: ASF Imagen_Comunidad de Madrid)
Sierra Norte de Madrid. (Foto: ASF Imagen_Comunidad de Madrid)

La comarca de la Sierra Norte es la zona más septentrional de la Comunidad de Madrid. Esta área montañosa es tierra de robledales y pinares, o especies menos comunes como el famoso Hayedo de Montejo que tantas visitas acapara en otoño; de tradición cultural y patrimonial, con cuatro de las once Villas de Madrid, además de una rica gastronomía con productos artesanales como queso, miel, ahumados, aceite o cervezas.

La comarca está dividida en seis territorios y medio centenar de pueblos serranos, algunos extremadamente pequeños, que conforman este Madrid rural, a veces tan desconocido. Ahora que llega el buen tiempo y quedarse en casa no es una opción, hacemos un repaso por los planes que no te puedes perder en esta parte de la región madrileña para un fin de semana o una escapada a la Comunidad.

Sierra del Rincón

La Sierra del Rincón es un paraíso natural, considerada Reserva de la Biosfera, gracias, en parte, a la variedad de ecosistemas y biodiversidad en tan pocos kilómetros. Aunque se pueden hacer numerosas rutas de senderismo y cicloturismo, merece la pena una visita al Hayedo de Montejo (el único de la Comunidad de Madrid y considerado Patrimonio Natural de la Humanidad) fuera de la temporada de otoño. Allí se pueden realizar varias sendas muy sencillas para disfrutar en familia de la singularidad de este paraje.

placeholder Hayedo de Montejo. (Foto: Mario Vega_Comunidad de Madrid)
Hayedo de Montejo. (Foto: Mario Vega_Comunidad de Madrid)

Otra particularidad de esta zona es que no hay edificios fuera de los cascos urbanos de sus cinco municipios y la arquitectura conserva la tradicional construcción serrana. Precisamente por ello es un buen lugar para hacer senderismo astronómico y disfrutar de los cielos madrileños libres de polución. También puedes convertirte en pastor por un día y descubrir este oficio centenario tan ligado a sus gentes. Tampoco te pierdas el museo al aire libre de Puebla de la Sierra, el Valle de los sueños, un recorrido de dos kilómetros y 116 esculturas con las que puedes interactuar.

La mejor manera de entender la idiosincrasia de estas tierras es a través de sus fiestas tradicionales. Una de las más destacadas es la Recolección del Pero en La Hiruela que se celebra en octubre, coincidiendo con la recogida de este tipo de manzana autóctona. No puedes irte de allí sin probar las tradicionales migas y ostias, que son rodajas de pero rebozadas en harina y huevo, acompañadas de rodajas de naranja.

Valle Alto del Lozoya

“Es la parte más conocida del Valle del Lozoya, con pueblos como Rascafría, Lozoya o Alameda del Valle”, explica Eva Menéndez, técnico de Turismo de la Sierra Norte. Rascafría, además, es parada obligada, ya que es una de las 11 Villas de Madrid. Aquí destaca especialmente el Real Monasterio de Santa María del Paular, del siglo XIV.

placeholder el Real Monasterio de Santa María del Paular, del siglo XIV, en Rascafría. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)
el Real Monasterio de Santa María del Paular, del siglo XIV, en Rascafría. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)

Una de las rutas más populares, para realizar a tramos tanto a pie como en bici, es el Camino Natural del Valle del Lozoya. “Es bastante llana y tiene muchas zonas de sombra, por lo que es perfecta para esta época del año”, apunta Menéndez. Comienza su recorrido bordeando el embalse de Pinilla del Valle, donde se pueden alquilar piraguas, y pasa por zonas de gran interés cultural, como es el Monasterio del Paular o el Yacimiento Arqueológico Valle de los Neandertales; y natural como el bosque finlandés, cuyo estanque, antigua sauna y bosque de abetos, chopos y abedules evoca los paisajes escandinavos.

Otros senderos también muy agradables son la ruta de los puentes medievales sobre el río Lozoya, el Mirador del Cuervo o las Lagunillas del Nevero, este último para los más exigentes y avezados. Y si buscas refrescarte, en las Presillas de Rascafría está permitido el baño.

Valle Medio del Lozoya

En esta parte del valle, las aguas del río Lozoya son más tranquilas y el terreno se suaviza. Son numerosos los pueblos que conforman esta zona, pero destacan Somosierra, al ser el más elevado, y Buitrago del Lozoya, el que mayor población tiene. Además, este último es considerado otra de las Villas de Madrid y una de las mayores joyas de fortificación medieval española, con su castillo y murallas tan bien conservadas, así como su iglesia del siglo XIV que ofrece visitas guiadas. Aquí también encontramos una colección de obras que Picasso regaló a quien fuera su barbero y confesor durante más de 25 años, Eugenio Arias, natural de esta localidad.

placeholder Vista área de Buitrago del Lozoya. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)
Vista área de Buitrago del Lozoya. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)

Para apreciar la belleza natural de este territorio, y más si vas en familia, te recomendamos la Acebada de Robregordo; la ruta circular de la Dehesa Bonita de Somosierra, un bosque mixto con distintos árboles de hoja caduca como los abedules; y la ruta emocional de Madarcos, concebido como un museo al aire libre muy particular. En las piscinas seminaturales de Ríosequillo, en Buitrago, está permitido el baño. Plan perfecto para darse un chapuzón tras las caminatas.

Si eres amante de la miel, acércate a Braojos y descubre su tradición apícola. En Madarcos no dejes de visitar el ahumadero de salmón, bacalao y otros pescados. Y si lo que te van son las fiestas populares, apúntate la de la Vereda y la Villa el 15 de junio en Villavieja del Lozoya. “Una recuperación del patrimonio, los oficios y las costumbres de esta pequeña localidad, en la que además de visitas guiadas por el pueblo, hay música popular tocada con instrumentos tradicionales y platos típicos como patatas secas con torreznos”, indica la técnico de Turismo de la Sierra Norte.

Valle Bajo del Lozoya

“Todo el Valle Bajo son los pueblos que rodean al embalse del Atazar”, comenta Eva Menéndez. Allí, en localidades como Cervera de Buitrago, se pueden alquilar piraguas y otras embarcaciones. Se conoce también como la Comarca de la Jara por la presencia de esta planta y que en primavera resulta un verdadero espectáculo visual. Una de las rutas más conocidas es la Senda del Genaro, que rodea todo el embalse y que en algunos de sus tramos es ciclable. En Paredes de Buitrago también destaca el itinerario histórico del Frente del Agua, un recorrido circular de diez kilómetros por búnkeres, trincheras y otras infraestructuras bélicas de la Guerra Civil Española.

placeholder Embalse del Atazar, en Cervera de Buitrago. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)
Embalse del Atazar, en Cervera de Buitrago. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)

Continuando con los planes culturales ligados a la naturaleza, el museo al aire libre de la Cantería en El Berrueco es un homenaje al oficio de cantero. Y es que tradicionalmente sus vecinos se han dedicado al granito, siendo una de las principales actividades económicas del territorio. Y de nuevo, en Robledillo de la Jara, pueden visitarse las colmenas del Jabardo donde estos apicultores producen miel artesana.

Sierra de La Cabrera

Esta subcomarca, formada por nueve pueblos de fácil acceso al estar muy próximos a la A1, ofrece una primera visión de la Sierra Norte. Dada su cercanía con la antigua carretera de Francia, fue una tierra de paso de la que han sido testigo las ventas y posadas que aún quedan en pie.

A nivel patrimonial destaca la Necrópolis de Sieteiglesias, unas tumbas excavadas en la propia roca de granito que datan de los siglos IX y XI; el convento de San Julián y San Antonio en La Cabrera, de estilo románico y que cuenta con una pequeña iglesia del siglo XI que puede visitarse; y la Torre de la Mina en Bustarviejo, en la que además se pueden realizar diversas rutas para descubrir los secretos esta antigua mina de plata.

placeholder El convento de San Julián y San Antonio en La Cabrera. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)
El convento de San Julián y San Antonio en La Cabrera. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)

Entre las rutas que recorren la Sierra de La Cabrera, te recomendamos realizar a caballo la del Valle Hermoso, que conecta Bustarviejo con Miraflores. Otra muy interesante es la de la Dehesa de Bustarviejo (Camino de las Viñas), un itinerario, para hacer tanto a pie como en bici, que lleva al antiguo destacamento penal de Bustarviejo (que también puede visitarse). Se construyó al mismo tiempo que las vías del ferrocarril que conectaba toda la Sierra Norte y que actualmente está en desuso.

En esta localidad hay varios productores locales de quesos y yogures de cabra, así como cervezas artesanas y frutas y hortalizas. Te sonarán seguro las patatas fritas de Bustarviejo. No dejes de probarlas.

Valle del Jarama

En esta zona el río Jarama constituye la frontera natural con la provincia de Guadalajara. Tiene el privilegio de contar con dos de las Villas de Madrid: Torrelaguna y Patones de Arriba. La primera fue cuna del Cardenal Cisneros y alberga un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1974, con numerosos palacios y otras edificaciones que mezclan el estilo gótico, como la iglesia de Santa María Magdalena, con el barroco, el plateresco y el neoclásico. Patones, por su parte, es la localidad que mejor representa la arquitectura negra madrileña, con sus construcciones de pizarra y en sus aledaños alberga una presa del siglo XIX, la del Pontón de la Oliva.

placeholder Torrelaguna. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)
Torrelaguna. (Foto: cedida por la Comunidad de Madrid)

En esta zona también destacan las atalayas musulmanas. En concreto te recomendamos visitar la de El Berrueco, convertida en mirador, ya que tiene unas vistas panorámicas increíbles de la Sierra Norte y la región madrileña.

Si buscas un plan de senderismo, y quieres conocer otras rutas diferentes a las de Patones, te aconsejamos el Camino Mendocino. Este ramal del Camino de Santiago parte de Guadalajara y atraviesa todos los municipios del Valle del Jarama, conectando con los pueblos de Sierra de Guadarrama para unirse al Camino Francés.

placeholder Patones de Arriba. (Foto: Belén Imaz_Comunidad de Madrid)
Patones de Arriba. (Foto: Belén Imaz_Comunidad de Madrid)

Finalmente, en Torremocha del Jarama el ayuntamiento creó Torrearte, un espacio para promocionar y potenciar tanto a los artistas como a los productores locales. Además de exposiciones y un museo de la agricultura, puedes comprar productos artesanales como aceites, quesos, yogures o pan.

La comarca de la Sierra Norte es la zona más septentrional de la Comunidad de Madrid. Esta área montañosa es tierra de robledales y pinares, o especies menos comunes como el famoso Hayedo de Montejo que tantas visitas acapara en otoño; de tradición cultural y patrimonial, con cuatro de las once Villas de Madrid, además de una rica gastronomía con productos artesanales como queso, miel, ahumados, aceite o cervezas.

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