Las cuentas del Canal de Isabel II afloran otro agujero de 48 millones de euros en Brasil

Brasil continúa siendo una ruina para el Canal de Isabel II. Las cuentas de 2023 de la empresa pública, la más grande de la Comunidad de Madrid, afloran un nuevo agujero millonario en la compañía, esta vez repercutido al patrimonio. La entidad ha vuelto a reexpresar los números de su filial Emissão por segundo ejercicio consecutivo, con un impacto total de 47,8 millones de euros. La situación en el país sudamericano, atrapado en una espiral de deudas, reequilibrios y pérdidas económicas años después del estallido del caso Lezo, es crítica.

El Confidencial ya informó el pasado mes de marzo de los problemas que atraviesan las filiales de la empresa en Brasil, con 8 millones de euros de pérdidas y otros 29,3 millones de euros que se encontraban pendientes de cobro, pese a contar únicamente con 27 empleados.

La reexpresión no es una novedad. La compañía hizo en 2022 un ajuste de más de 5 millones de euros en las cuentas que repercutió al ejercicio anterior tras una supuesta pérdida de la base de datos. "Las sociedades del grupo situadas en Brasil, Emissão y Fontes da Serra de Guapimirim, tuvieron una pérdida de la base de datos en el sistema de información contable que llevó a las sociedades a rehacer los Estados Financieros desde el ejercicio 2021. A consecuencia de ello, han aflorado activos y pasivos por importes significativos que ha llevado al grupo a reexpresar los estados financieros del ejercicio 2021", señaló la empresa en la memoria de 2022.

Canal de Isabel II, dirigido por Mariano González Sáez y dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, argumentó entonces a este periódico que el desfase económico se debía a un dinero que habían abonado a la hacienda brasileña y que no se incluyó en las cuentas por error tras un fallo informático. "En cuanto se detectó se corrigió y se pagó", explicó un portavoz de la empresa, aunque no especificó cuál fue el error o si afectó a ejercicios posteriores.

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La situación se repite ahora. La propia compañía detalla en la memoria de 2023 los problemas contables de Emissão, de nuevo “significativos”, en relación con su actividad declarada, con 33 empleados. “En el caso de la sociedad dependiente Emissão, S.A., en el proceso de análisis del posible deterioro de sus cuentas por cobrar, que por su actividad son individualmente significativas, se ha deteriorado al saldo inicial del ejercicio 2022 por no contar con la garantía suficiente en base a las conclusiones emitidas por los abogados que representan a la Compañía en la reclamación y defensa de sus intereses para asegurar su cobro”, describe la entidad. Estas cifras, no obstante, fueron fruto de una contabilidad rehecha anteriormente, consecuencia de la pérdida de la base de datos contable.

El impacto final es de casi 48 millones de euros. Canal tenía en 2022 dos partidas en el activo —impuestos diferidos y cuentas por cobrar— que alcanzaban los 38,7 millones de euros. En las cuentas recién aprobadas, sin embargo, la empresa pública madrileña reconoce que "ya no es posible defender su mantenimiento" y lo repercute ahora en el patrimonio.

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Así, según la reexpresión detallada en la memoria del último ejercicio, da por perdido ese montante, incluyendo otros ajustes menores y sumando también al pasivo cerca de 10 millones de euros. El resultado final es que, por la nueva opinión de sus asesores externos, el saldo de 47,8 millones queda afectado finalmente en las cuentas de 2022 y no en las de 2023.

Repercutido al patrimonio

Los 48 millones no figuran en la cuenta de resultados del ejercicio recién aprobado y van a parar al patrimonio del anterior, dejando al margen tanto el resultado como los dividendos de la entidad pagados con cargo a 2023, según consta en la memoria disponible en la web del Canal.

El detalle de las partidas modificadas por Canal de Isabel II revela tres cifras significativas que evidencian la situación económica en Brasil y cómo los cálculos del ejercicio pasado no se han cumplido. Por un lado, 15,2 millones de euros de impuestos diferidos, sobre los que el pasado año esperaba compensar hasta un 70% de su saldo, tal y como recogió la entidad en sus cuentas. Por otro, 23,5 millones de los 29,3 millones de deudas pendientes de cobro. Si bien la empresa señaló en 2022 un horizonte “de entre dos y cuatro años” para recuperar ese dinero, ahora también reconoce una obligación de pago de otros 5,5 millones no contabilizados a favor de unos de sus clientes. Y, por último, casi 10 nuevos millones a favor de la hacienda pública brasileña, frente a los 11,2 millones que la empresa pública decía que esperaba condonar.

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La empresa, que esta semana ha sido anfitriona del II simposio de Agua y Energía de Naciones Unidas, tiene una enorme presencia en América Latina, con servicios en varios países. En prácticamente todas las filiales, sin embargo, el balance es deficitario. Las cuentas de 2023 reflejan que en Brasil, tras la reexpresión, las pérdidas declaradas superan los 800.000 euros, mientras que en Colombia superan los 8 millones de euros y en República Dominicana rozan los 2 millones. Solo Ecuador, con 3 millones de euros de beneficio, está en positivo. La actividad y las presuntas irregularidades en América Latina propiciaron la investigación por el caso Lezo y ahora, años después, han llamado la atención de la oposición (Más Madrid, PSOE y Vox), que prevé preguntar al Ejecutivo autonómico.

Canal de Isabel II, por su parte, destacó en su comunicado de prensa sobre las cuentas el aumento de las inversiones en 2023, que se duplicaron y llegaron a los 400 millones de euros en comparación con el año anterior, y un beneficio global de 154 millones, de los cuales 85,3 se repartirán entre sus accionistas: ayuntamientos y la Comunidad de Madrid.