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La agridulce despedida del restaurante chino de Madrid donde comió el rey emérito y en el que te sirve un robot
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HASTA LA POLICÍA SE PERSONÓ

La agridulce despedida del restaurante chino de Madrid donde comió el rey emérito y en el que te sirve un robot

El local donde está el Buen Gusto ha sido adquirido por una empresa para hacer pisos turísticos y se traslada a Majadahonda en medio de un episodio de denuncias laborales: "Ya no tenía nada que perder"

Foto: Susi, la dueña del local, frente al cartel en el que anuncia la despedida del restaurante chino en el que comió el rey emérito. (L.F.)
Susi, la dueña del local, frente al cartel en el que anuncia la despedida del restaurante chino en el que comió el rey emérito. (L.F.)
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Despedida agridulce. Se acaban los tallarines de la abuela, el pollo al limón y las bolitas de arroz del restaurante chino Buen Gusto, en el madrileño barrio de Arganzuela. Desde hace 27 años, el local ha reinado en el Paseo de Santa María de la Cabeza gracias a la fama que le dio la visita del rey emérito Juan Carlos I, que fue en 2005 a cenar allí con unos amigos empresarios chinos que lo invitaron a probar la auténtica comida de Wenzhou, una región del sur de China famosa por su gastronomía.

Unos años más tarde, la adquisición de un robot camarero conocido por sus clientes como Mari Carmen les puso otra vez en las páginas de los medios de comunicación por ser el primer restaurante en Madrid en traer de China este aparato. "Cada semana venía alguien a entrevistarme por el robot. Nos podía faltar un camarero, pero nunca Mari Carmen", cuenta su dueña. Este martes, los vecinos del barrio se han encontrado con un gran cartel en la entrada del local donde se anunciaba a sus clientes que se iban del barrio porque un fondo de inversión ha comprado el edificio para hacer pisos turísticos. "Despedidas de 27 años de deliciosa comida, esperando el reencuentro futuro", rezaba el comienzo de la pancarta.

Al restaurante se han acercado sus clientes más fieles y algunos curiosos que todavía no habían probado su comida. Una despedida llena de nostalgia también ha venido acompañada de una visita de la Policía Nacional, cuando un grupo de abogados que estaba comiendo en el local ha denunciado que allí se estaba cometiendo un delito contra los trabajadores.

Foto: Alberto Chicote, en '¿Te lo vas a comer?'. (Atresmedia)

"Este señor ha trabajado como cocinero durante 15 años cobrando 500 euros al mes por trabajar 12 horas al día", han asegurado los letrados, que además han denunciado que su cliente, en un primer momento, no ha podido ir con ellos a los juzgados porque, supuestamente, la dueña del negocio le reclamaba que antes de hacer nada, tenía que terminar su turno de trabajo. Una vez personados los agentes, estos han levantado el atestado y han identificado a los presentes. Está previsto que los abogados, que estiman que a su cliente se le adeudan más de 90.000 euros, presenten denuncia durante los próximos días para que los tribunales juzguen el caso.

El cocinero, que prefiere no dar su nombre para evitar que esto en el futuro pueda repercutir en sus posibilidades de encontrar un nuevo empleo, relata que se ha atrevido a denunciar ahora, después de tantos años, precisamente porque el restaurante se traslada a Majadahonda y él se quedaba en la calle. "Ya no tenía nada que perder", asegura su intérprete.

placeholder La foto del rey emérito con los trabajadores del local que dio fama al restaurante. (L.F.)
La foto del rey emérito con los trabajadores del local que dio fama al restaurante. (L.F.)

Mientras esta situación se dirime, en el restaurante, abierto en 1997, todo está a la venta. Sobre las mesas, los cuadros, el acuario y hasta los floreros han puesto carteles con el valor de todo el mobiliario. Lo único que no está a la venta es la gran foto con el Rey, que está colgada en la entrada del local. “Estamos liquidando todo”, dice el responsable del lugar, Jimmy, de 25 años, que cuenta que ya muchos de los cuadros se los han llevado sus clientes más asiduos. “Están muy tristes con el cierre”.

Hasta luego, robot Mari Carmen

Susi creció en una familia de cocineros y después se certificó en Le Cordon Bleu Madrid para perfeccionar la técnica de las recetas de su abuela. “Mis padres empezaron con el negocio y yo desde que tenía 12 años empecé a ayudar en la cocina”, cuenta, y resalta que ellos sí venden comida auténtica china: “En Madrid la comida que se vende como china no es real”.

placeholder El cartel que han colocado en el restaurante Buen Gusto para despedirse. (L.F.)
El cartel que han colocado en el restaurante Buen Gusto para despedirse. (L.F.)

"Nuestros mejores clientes han llegado por el boca a boca", afirma Susi, quien recuerda que la visita del rey les llevó a muchos famosos, que después fueron a comer allí porque querían probar el mismo menú que sirvieron aquel 30 de marzo que cambió la historia del local para siempre: "Ese día, el rey emérito pidió el bogavante a la sal y pimienta y desde ahí es nuestro plato estrella". El sitio, que antes tenía grandes colas, ahora no vivía sus mejores días. Cuenta con espacio para más de 150 comensales, pero este martes, antes de la intervención de la Policía, allí había un ambiente desangelado, con apenas algunas mesas ocupadas: "Desde la pandemia, las cosas han cambiado mucho".

El 30 de este mes será el último día que abran su local en Arganzuela. "Estamos buscando otro lugar donde abrir por el barrio porque no nos queremos ir de aquí", afirma Susi. Mientras tanto, ya tienen planeada una apertura en la localidad madrileña de Majadahonda para este mes. Además, por primera vez se irá de vacaciones toda la familia junta a China para descansar. "La hostelería es un negocio muy duro, y ahora podremos tomarnos unas vacaciones, aunque serán tristes", dice Susi, que finalmente ha protagonizado una despedida agridulce entre policías, trabajadores que la han denunciado y tallarines fritos fríos sobre la mesa.

Despedida agridulce. Se acaban los tallarines de la abuela, el pollo al limón y las bolitas de arroz del restaurante chino Buen Gusto, en el madrileño barrio de Arganzuela. Desde hace 27 años, el local ha reinado en el Paseo de Santa María de la Cabeza gracias a la fama que le dio la visita del rey emérito Juan Carlos I, que fue en 2005 a cenar allí con unos amigos empresarios chinos que lo invitaron a probar la auténtica comida de Wenzhou, una región del sur de China famosa por su gastronomía.

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