El final de las 'golden visa' dispara la caza de casas en Madrid por inversores chinos

"Todas las mañanas hay anuncios nuevos en los coches". Ana es vecina del barrio de Quintana, al noreste de la ciudad de Madrid. La joven de 25 años lleva meses apreciando que, cada día, los vehículos que aparcan en su calle amanecen con el mismo prototipo de flyers de papel: "Inversores chinos compran su casa". Nada de esto es nuevo; estos carteles llevan años pasando las noches sobre las lunas de los coches de la capital. De un tiempo a esta parte, la percepción vecinal es que cada vez aparecen más. "He visto a gente quitarlos y a la mañana siguiente, otra vez. Lo que me pregunto es de dónde sacan tanto papel y me sorprende lo eficientes que son, tienen que tener a un montón de gente en el reparto", argumenta Ana. Lo cierto es que muchos de los distribuidores de estos papeles de inmobiliarias especializadas en las golden visa trabajan como autónomos. Es decir, que es muy probable que la impresión haya salido de su propio bolsillo.

La sensación de Ana tiene una explicación. Se está produciendo un boom de inversores chinos pagando inmuebles al contado en Madrid. Y la culpa, sin querer, ha sido del Gobierno central. ¿Por qué? En el mes de abril, el presidente Pedro Sánchez anunció el fin de las conocidas como golden visa. Estas son visados de residencia que se conceden a inversores extranjeros que adquieran a una propiedad (o varias) por un valor mínimo de 500.000 euros. "Vamos a tomar las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo", dijo el líder del ejecutivo acompañado de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.

Lo que no mencionaron fue el cuándo. Y es ahí, en ese limbo de precisión temporal, donde los chinos han encontrado un hueco: "El 60% de las operaciones de 2024 se han producido después del anuncio del Gobierno", señalan desde Bafre, la inmobiliaria especializada en este tipo de visados. La tramitación de este permiso es un gran elemento diferenciador.

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Desde enero de 2024, Bafre ha sido la intermediaria de 30 operaciones inmobiliarias de este tipo en la capital. Por cada compra, se conceden unas tres golden visa –de forma general, para el cónyuge e hijos dependientes económicamente–; por lo que estas ascienden a unas 90 en lo que llevamos de año. La empresa, de hecho, recalca esta información: "En 2023 se concedieron en España 3.273 golden visa [el año con más compraventas desde que hay registros], pero para conocer en cuántas operaciones se traduce esta cifra, hay que dividir por tres". De esta forma, reseñan que este negocio no es "un señor que viene con un maletín".

Este periódico localizó a un joven repartiendo dichos flyers por el barrio de Malasaña. La ubicación donde invertir es muy diversa: zonas del centro, barrios obreros y chalets de Barajas que no bajan del millón... "Estoy ayudando a un amigo a repartir", dijo el muchacho. En el mismo papel, aparece un número de teléfono. Al otro lado de la línea se encuentra un comercial de la misma inmobiliaria: "Lo que está pasando es que todos aquellos que no tenían claro si querían invertir o no, se han animado a hacerlo ya", reseña. Fuentes oficiales de la empresa confirman que la demanda va al alza. La mayoría de inversores, además, no trasladan su vivienda habitual a Madrid. Los empresarios continúan residiendo en el país asiático y ofrecen los inmuebles de la ciudad al mercado del alquiler. El objetivo, al final, es conseguir acceso directo al mercado de la Unión Europea.

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La historia reciente de los dorados permisos de residencia comenzó en 2013. De aquella, el Gobierno popular de Mariano Rajoy abrió la puerta a que los inversores extranjeros apostaran por dejar su dinero en España. Fue entonces cuando empezaron a surgir negocios como Bafre en el corazón de Usera; el barrio chino por excelencia de la ciudad de Madrid. Con los años, el nicho de la compraventa inmobiliaria para acceder a este privilegio residencial creció como la espuma. Ahora, la empresa goza de una amplia oficina en este barrio del sur y otras sucursales repartidas por la urbe.

Este diario pudo comprobar, a través de la Ley de Transparencia, que eran los ciudadanos de nacional china los que más se beneficiaban de este visado. De los 6.420 permisos emitidos desde hace nueve años, 2.793 fueron para los asiáticos y 1.159 para los rusos, los segundos en el ranking. La razón por la que el Ejecutivo apostó por eliminar el visado pasa por afrontar el problema habitacional que afronta el país. La Comisión Europea empezó a advertir de los peligros de esta práctica hace años; pero Malta, Grecia, Italia y España continúan con esta iniciativa.

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De hecho, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó la intención de Sánchez de hacer desaparecer las golden visa porque chocaba con su plan de atracción financiera en la región. Meses después, se confirmó que la ley de la comunidad de reducción de IRPF para extranjeros no incluye la inversión inmobiliaria.