El Bernabéu más allá del ruido y los vecinos: los 'emprendedores' capilares que hacen el agosto con Karol G

Durante estos días, a eso de las 20:00 horas, el Paseo de la Castellana, a la altura del estadio Santiago Bernabéu, se convierte en una especie de peregrinación rosa que se entremezcla con los hombres trajeados que intentan llegar a sus casas entre las más de 65.000 personas que asisten a los conciertos de Karol G. En medio de la marabunta, decenas de latinos han aprovechado para montar sus propios negocios de maquillaje y peinado.

"La gente sale del trabajo para el concierto y muchas veces no tiene tiempo de arreglarse, entonces nosotros aquí les ofrecemos ese servicio", asegura Juan José, de 25 años. El estilista cuenta que la idea la sacó del concierto de Karol G en Lima, en su Perú natal. Allí, sus compatriotas hicieron lo mismo. "El pelo son 15 y el maquillaje son 10 euros. Llevamos aquí los cuatro días y nos ha ido muy bien", dice mientras le termina unas trenzas a una clienta en la entrada de la boca del metro.

Entre música de Karol G a todo volumen y los chupitos de aguardiente en una especie de botellón improvisado, hay un grupo de colombianos vendiendo gorros rosas, banderas de Colombia y sombreros vueltiaos, el gorro típico de Medellín, la ciudad de Karol G. Mientras, a su lado, dos vecinos del barrio discuten con la policía porque no logran aparcar en el portal de su casa.

Carolina Giraldo, más conocida como Karol G (Medellín, 33 años) ha colgado el cartel de no hay entradas en cuatro fechas consecutivas en el estadio Santiago Bernabéu. Más de 260.000 personas asisten a los conciertos de la colombiana, que ha convertido el Paseo de la Castellana en territorio Bichota.

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"Una bichota es una mujer empoderada, valiente, que se quiere a sí misma, y eso es lo que me ha enseñado Karol a mí, por eso vine a verla", asegura Isabela, de 20 años. La colombiana no tiene entrada para el concierto, sin embargo, ha decidido que la mejor forma de conseguirla es apelando al buen corazón de la cantante. Ella espera que la artista le regale una entrada para la última fecha gracias a su trabajo.

"Llevo aquí afuera del estadio haciendo peinados y maquillajes cuatro días seguidos. He hecho más de una docena de trenzas cada día", cuenta, mientras termina de insertar un mechón de pelo rosa en la cabeza de una de las asistentes del concierto de esta noche. "Los de logística ya le dijeron que yo estoy aquí, yo creo que mañana consigo que me inviten al concierto", dice ilusionada.

A su lado, más de veinte personas, entre tiendas de campaña y carteles, han decidido irse a acampar afuera del estadio, desde el sábado, para ser los primeros en entrar a verla en su última fecha. "Llevamos desde diciembre en un grupo de WhatsApp donde hay más de 500 personas que somos fans. Nos hemos hecho amigos durante este tiempo, y decidimos venir a dormir aquí para ser los primeros en entrar", cuenta una de las organizadoras del grupo, Anabel Pino, de 38 años.

Para patrocinar los peinados y los maquillajes de estas estilistas improvisadas, los estilistas ambulantes han utilizado hasta vídeos en TikTok para que la gente vaya a buscarlas. "Hola mi gente bella, aquí estamos en el Paseo de la Castellana 153 desde las 10:00 horas para ponerlas más lindas para el concierto de la Bichota", dice en un reel Isabella.

No tardó mucho en aparecer su competencia. Yunele Gómez, de 21 años, decidió irse desde el domingo a acampar para ser la primera en ver a Karol G el martes. Al ver el negocio que habían montado otras mujeres con su mismo propósito, decidió que para matar el tiempo libre también iba a maquillar y peinar, pero a mucho menos de la mitad de precio. "Aquí estaban cobrando desde 90 euros por un peinado, y yo lo estoy dejando en 25", afirma.

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"Que Karol G llene cuatro estadios seguidos no es coincidencia. Tiene todo que ver con el boom latino, que está creciendo a nivel global. Cada vez son más las personas de afuera que quieren sentir la alegría de bailar con nuestros ritmos. Además, para todos los colombianos que vivimos fuera es una forma de conectar con nuestro país y nuestro hogar. Yo por ejemplo intenté muchísimas veces comprar la entrada, y la mayoría de veces me quedaba por fuera de la fila virtual, hasta que hace poco lo conseguí", asegura Valeria Silva. Mientras la colombiana hace la cola, a su lado los quioscos que antes solo vendían bufandas del Real Madrid han hecho estos días una concesión y venden también banderas de Colombia y gorros rosas. El negocio, explican, es el negocio, lo traiga Karol G o Kylian Mbappé.