Diáspora venezolana en Madrid: votará 'exiliada' en Aluche y solo un 13% logra inscribirse

"Fui a inscribirme dos veces y me dijeron que no. Solo nos queda tener fe". Irving, un muchacho en la veintena, llegó a Madrid desde Caracas hace un par de años. Estas serán las primeras elecciones nacionales que vivirá lejos de las fronteras venezolanas. Su intención era ejercer su derecho al voto desde el otro lado del charco. No obstante, y debido a las fuertes trabas administrativas, le ha sido imposible darse de alta en el censo electoral. La historia de Irving no es más que una de las más de 59.000 personas que no han logrado darse de alta en el censo para poder votar.

De los casi 68.000 residentes del país latinoamericano en Madrid —según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística—, solo 9.000 han conseguido inscribirse en el registro. Así lo confirman desde el Centro Cultural Fernando de los Ríos; el espacio elegido en el barrio de Aluche donde se celebrarán los comicios. Los electores, además, ni siquiera supieron hasta este martes dónde tendrían que dirigirse para votar.

Esta incertidumbre ha provocado una ola de solidaridad entre los migrantes en España. "El lugar asignado para la votación no será la delegación consular", publicaban en historias de Instagram desde Venezolanos en Madrid, un grupo de redes sociales que comparte información sobre el proceso electoral. "Se encuentra a pocos metros de Aluche y Casa de Campo. Llevad ropa holgada y liviana, botella de agua, gorra y lentes de sol, protector solar y no olvidéis la cédula". Hay quienes, incluso, y a pesar de no haber conseguido inscribirse, acudirán a este centro en el sur de Madrid para dar agua y comida a quienes esperen las largas colas.

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El viernes por la tarde ya habían empezado los preparativos para el domingo. El centro cultural albergará 17 mesas electorales y abrirá sus puertas desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. Los venezolanos en las redes animan a los electores a "no dejarlo para el final" e "ir a votar temprano". Tampoco es la primera vez que unos comicios se celebran fuera del consulado. Este, ubicado en un bajo de la céntrica calle Eloy Gonzalo, no tiene en principio capacidad para acoger tal demanda de personas. En octubre de 2023, por ejemplo, las primarias de la oposición tuvieron lugar en el interior de la Parroquia Santísimo Cristo de la Victoria, en el barrio de Chamberí. Esta vez, sin embargo, lo han sacado del centro de la capital.

Este domingo, a las ocho de la tarde, la oposición venezolana —liderada por Leopoldo López y Antonio Ledezma— ha convocado una manifestación en la Plaza de Colón de Madrid. Así lo hicieron, también, el pasado domingo 21 de julio.

El caos por el voto exterior en España —el país europeo que más migrantes venezolanos acoge— se produce en mitad de unas elecciones cruciales. Fuentes de la oposición afincada en España reconoce sentir "ilusión" y "esperanza". La realidad es que todas las encuestas, excepto una, dan la victoria al opositor Edmundo González. De alcanzar la presidencia, se pondría fin a más de una década con Nicolás Maduro al frente del país. Sin embargo, la diáspora en el extranjero no lo está teniendo fácil para conseguir ejercer su derecho al voto. "Se presupone que esos electores optarían por González, por lo que el régimen pone todas las trabas que puede", reseña el periodista venezolano en España, David Placer. "Lo tienen bien calculado", explican los opositores.

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Tanto es así que de los más de 8 millones de exiliados venezolanos en el mundo —según la Agencia de la ONU para los refugiados—, tan solo unos 69.000 han conseguido papeletas para votar. En España hay casi 440.000 personas que nacieron en Venezuela. De estos, 131.073 residen en Madrid; aunque casi la mitad cuenta con nacionalidad española. Los requisitos para inscribirse, claro, eran casi infinitos. Para aparecer registrado en el censo electoral, un venezolano debía acudir al consulado para darse de alta en el censo. Para ello, el pasaporte del país de origen debía estar vigente y la residencia no podía ser de carácter temporal. "La mayoría tiene residencias temporales", confirma Placer. A esto hay que sumar que el periodo que se habilitó fue de apenas unos días. Esto provocó que cientos de personas acudieran a la vez al consulado. Las colas duraron horas y se prevé que, este domingo, se produzcan aglomeraciones similares.