El 30% de los votantes en Madrid no sabe todavía quién es Reyes Maroto

Reyes Maroto, la apuesta de Pedro Sánchez para que el PSOE resurja en Madrid, no termina de despegar. La candidata a la alcaldía de la capital acumula casi cinco años al frente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, pero todavía es una gran desconocida para una parte importante de los madrileños. La encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial sobre la situación política antes del 28-M señala que el 30% de los votantes no sabe quién es Maroto. Y la situación no cambia demasiado entre sus potenciales electores. Una de cada cuatro personas que se ubican ideológicamente en la izquierda tampoco conoce aún a la aspirante socialista. Las cifras contrastan con las del resto de líderes en Cibeles, con José Luis Martínez-Almeida al borde del 100%. La gestión del alcalde y su coalición con Ciudadanos, además, suscitan un reconocimiento generalizado, impulsado sobre todo por las valoraciones que recibe el dirigente popular, menos extremas y polarizadas que las que despierta Isabel Díaz Ayuso.

Sánchez se afanó este lunes en alabar a Maroto y situarla como una pieza clave de su Ejecutivo desde su nombramiento en 2018, con una recopilación de sus políticas y medidas en el ministerio. "Todos recordaremos a la ministra Maroto, altavoz en mano, dirigiéndose a los trabajadores y trabajadoras de una empresa que afrontaba el cierre y el despido de la plantilla. Reyes, como siempre, dio la cara, se remangó y encontró soluciones", dijo tras anunciar a su sucesor, el exportavoz parlamentario Héctor Gómez. La realidad, sin embargo, es que el recuerdo es más bien difuso, según las conclusiones de este sondeo.

Más de un 25% de los encuestados que declaran haber apoyado al PSOE en los comicios de 2019 no conoce a la nueva candidata. Y más del 30% de los situados en el espectro de la izquierda reconoce lo mismo. La sensación es todavía mayor entre los jóvenes, donde el desconocimiento se eleva hasta casi la mitad de los entrevistados entre los 18 y los 34 años. El único consuelo para ella es que, paradójicamente, obtiene mejores números que el líder del partido en la región y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, que logra un 52,5% de popularidad.

Gestión del Gobierno local

La coalición entre José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís acabará la legislatura como una excepción a la ruptura generalizada entre el PP y Ciudadanos en los gobiernos que conformaron cuatro años atrás. Y lo hará con cierto reconocimiento, pese a las dificultades y los escándalos que han salpicado el Ayuntamiento de Madrid, desde el presunto espionaje al hermano de Isabel Díaz Ayuso con recursos municipales al caso mascarillas, siempre con el fantasma de una moción de censura planeando sobre el Palacio de Cibeles. Casi el 50% de los entrevistados señala que la gestión ha sido "buena" o "muy buena", un porcentaje que mejora la valoración que recibe el Ejecutivo autonómico entre los residentes de la capital, que apenas pasa del 46%.

Esta situación no tiene tanto que ver con que sea mejor o más valorado que la jefa de los populares en Madrid, sino que despierta reacciones menos radicales que la presidenta autonómica. Mientras que Isabel Díaz Ayuso se mueve en los extremos en las notas que recibe, o blanco o negro, José Luis Martínez-Almeida suscita lecturas más templadas y con reacciones menos polarizadas. Así, los votantes de los partidos que integran la coalición municipal, sobre todo los del PP, declaran sentirse muy satisfechos con el trabajo realizado hasta la fecha, con un 87,5% de reconocimiento. Los de la formación naranja, fieles a Begoña Villacís, se sitúan en el 71%. En sentido contrario están los electores de las fuerzas de izquierda, con un rechazo mayoritario.

El respaldo a la gestión del equipo de gobierno es claro, pero los residentes en la capital consideran que la situación general en la ciudad es peor que en la Comunidad de Madrid, con un 46% que califica el escenario como "bueno" o "muy bueno" frente al 51% en la región, según la encuesta de IMOP-Insights.

Legislatura convulsa

La legislatura ha sido una especie de montaña rusa para José Luis Martínez-Almeida. El alcalde llegó al ecuador de su mandato avalado por la gestión moderada y tranquila de la pandemia, lo que disparó su popularidad y lo catapultó como uno de los referentes del PP de Pablo Casado. Pero la situación dio un giro radical en febrero de 2022, a un año y medio para las elecciones. El regidor enlazó dos episodios muy complicados, pasando en apenas unos meses de estar en el centro de la crisis interna que dinamitó el PP a la investigación judicial por el caso de las mascarillas. La crítica generalizada durante el mandato fue que la gestión había quedado algo descuidada, sobre todo en el periodo en que Almeida compatibilizó el cargo de regidor con el de portavoz nacional de su partido.

El tiempo, sin embargo, ha devuelto la tranquilidad a Cibeles y Almeida ha recuperado algo de oxígeno en el último año de la legislatura. La referencia al oxígeno, de hecho, es algo más que una metáfora en su caso. Los datos de calidad de aire en la ciudad, que cumplen con la normativa europea por primera vez en la historia, han situado al alcalde del PP al frente de las políticas verdes de su partido, disputándole a la izquierda una de sus principales banderas. Pese al caos desatado con Bicimad en las últimas semanas, desde su equipo aseguran que esa será la línea a seguir para el próximo mandato, combinada con grandes desarrollos como la bautizada ya como Operación Chamartín del sur, proyectada en la estación de mercancías de Abroñigal, en Méndez Álvaro.

El trato con Vox merece un capítulo aparte. La relación entre José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith ha sido especialmente convulsa durante toda la legislatura, con el boicot de la formación ultraconservadora a dos de los presupuestos municipales y otras iniciativas como las normas urbanísticas. El rechazo a las restricciones de tráfico ha sido una línea roja para cualquier interlocución con el PP, lo que tiene un reflejo en la percepción de sus votantes sobre la ciudad. Según esta encuesta, el 55% de los electores califica como "buena" o "muy buena" la situación en la capital, un dato positivo, pero más de 20 puntos por debajo que en la Comunidad de Madrid. Pese a todo, Almeida es calificado con un 5,9 entre el electorado de Vox.