Dos detenidos en las protestas contra la ocupación de la casa de un anciano

El Departamento vasco de Seguridad ha notificado la detención de dos personas acusadas de atentado contra agentes de la autoridad durante los incidentes que se han registrado este jueves en una protesta vecinal contra la ocupación de una vivienda en Trapagaran (Vizcaya). El propietario del domicilio, situado en el número 32 de la calle Funicular, es un hombre de 85 años que residía allí desde 1956, pero que se encontraba en casa de una de sus hijas por problemas de salud.

En solidaridad con él, vecinos del municipio se concentraron a las 19:00 en la Plaza del Ayuntamiento de la localidad vizcaína y, desde allí, iniciaron una marcha que finalizó en la vivienda ocupada, donde se han producido algunos incidentes cuando grupos de manifestantes han lanzado objetos contra la casa ocupada y a los agentes de la Ertzaintza que la protegen, según han confirmado fuentes del departamento de Seguridad. Alrededor de las 20:50, los agentes procedieron a las detenciones.

En un texto aprobado por todos los grupos (PNV, PSE-EE, EH Bildu y Podemos-IU), el Ayuntamiento de Trapagaran, se ha remitido a la "resolución judicial que se adopte" en cuanto a la ocupación, al considerar que se trata de "una situación jurídico civil privada a resolver entre la propiedad y los ocupantes". El alcalde, Xabier Cuellar, ha declarado a EFE-TV que se están produciendo molestias a los vecinos de alrededor del inmueble ocupado, muchos de ellos personas mayores, porque los okupas "suelen ser bastante ruidosos y organizan bastantes fiestas".

Así lo afirma, también, Inma Sánchez, hija del vecino con la casa ocupada: "Han tenido que llamar muchas noches porque a las 1:00, a las 2:00 o a las 3:00 de la mañana siguen causando ruidos, música y peleas. Se supone que hay cuatro o cinco, pero vienen 20 o 25 personas, cortan leña a las 3:00 de la mañana... El comportamiento está fatal. ¿Qué pasa? Que cuando llaman [a la policía] bajan todo el ruido, la policía se va y continúan".

Fiestas, destrozos y un "contrato falso"

Sobre la documentación necesaria para acreditar que el alquiler corría a cargo de su padre, Sánchez lamenta que una gran parte seguía dentro de la casa cuando su padre se trasladó temporalmente: "Cuando mi aita se vino a vivir conmigo para pasar la convalecencia y el confinamiento, se trajo algunos documentos por si acaso, pero parte de los recibos del alquiler y todo eso están dentro de la casa", detalla.

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Efe

Por su parte, el sobrino del anciano, José Antonio Pardal, ha señalado que la familia ocupante ha presentado un contrato de alquiler que "la Policía Municipal verificó que era falso", según su versión, y que se han entablado acciones legales a las que se suman las acciones vecinales de apoyo. Asimismo, ha asegurado que se han quemado enseres y ropa de la vivienda y que no sabe si se ha podido quemar documentos que acreditaban que su tío vivía en esa casa, como señala su DNI y en la que está empadronado desde 1956.