¿Por qué nadie quiere llevar los buses escolares vascos? El PNV se ha dado un tiro en el pie

El Gobierno vasco se ha pegado un tiro en el pie con la gestión del transporte escolar en pleno año electoral. En menos de un mes, el Ejecutivo liderado por Iñigo Urkullu ha pasado de amenazar a las empresas concesionarias del servicio, con una denuncia ante la Fiscalía por supuesta concertación de precios, a tener que dar explicaciones para negar cualquier irregularidad en la adjudicación. ¿El origen de la polémica? Un asesor contratado por el Departamento de Educación es también consejero y secretario del consejo de administración de una de las firmas beneficiadas, además de tener lazos familiares con un alto cargo del partido. El polvorín le ha estallado al PNV mientras la oposición se frota las manos, reclama explicaciones y la dimisión del consejero del ramo. El momento es muy delicado y el propio Urkullu pidió el viernes una aclaración: “He leído con mucha preocupación la información que hoy se ha publicado y he solicitado que se aclare con la máxima celeridad”.

Para entender el conflicto, hay que remontarse al pasado mes de julio. El Departamento de Educación sacó a concurso las 467 rutas de transporte escolar de Euskadi. La convocatoria fue un fiasco. En Vizcaya no se presentó ninguna empresa y todos los lotes quedaron desiertos, en Álava se cubrieron el 17% de los trayectos y en Guipúzcoa se adjudicaron casi la mitad, 65 de 139. Las empresas alegaron que el servicio no era rentable. Entonces, el movimiento fue interpretado como una estrategia de presión para conseguir un incremento del precio de los contratos. Un año antes, en septiembre de 2022, las firmas lograron una subida del 24%.

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I. P. Chávarri

El Ejecutivo regional se vio un verano más con la premura de apagar un incendio a las puertas del inicio del curso escolar. Para encontrar una solución y negociar con las empresas una prórroga de los contratos, Educación recurrió a un asesor jurídico externo, Joanes Labayen, socio de Cuatrecasas en Euskadi y marido de la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería (PNV). Labayen además es consejero de URPA, una de las firmas que en el concurso se hizo con 15 de las rutas escolares de Guipúzcoa. La información, publicada por El Correo, sacudió al Gobierno vasco. Educación se defendió y alegó que el fichaje del abogado fue posterior a que su empresa consiguiese las rutas. La gestión de la crisis ha puesto en evidencia una estrategia errática, además de cuestionar la limpieza del concurso y de dañar la imagen del Gobierno vasco en un año clave para el PNV. Los nacionalistas se juegan ser la primera fuerza en las elecciones autonómicas de la próxima primavera o ceder ante Bildu.

El consejero de Educación admite que sabía que el asesor tenía un cargo en una adjudicataria

Si en un primer momento el Departamento de Educación aseguró que desconocía que Labayen fuese asesor y tuviese un cargo en el Consejo de Administración de una de las compañías beneficiarias, este lunes en una entrevista en Radio Euskadi el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha reconocido que él sí estaba al tanto de la situación. De hecho, fue Labayen el que se lo comunicó cuando el consejero personalmente le llamó para solicitar sus servicios. “Me lo transmite el propio responsable cuando yo me pongo en contacto”, ha precisado Bildarratz. El titular de Educación además ha relatado que el asesor le traslada que no tiene “ninguna incompatibilidad” y así lo da por bueno el Departamento: “y nosotros no vemos ningún tipo de incompatibilidad”.

Bildarratz ha negado cualquier tipo de irregularidad en el proceso o un trato de favor a la empresa de la que es asesor Labayen. El consejero ha desgranado los datos del concurso para alejar cualquier sospecha del proceso. URPA optó a 30 ofertas y se llevó 15, si bien, según Bildarratz, en 12 de las rutas fue la única firma que se presentó. El servicio adjudicado a URPA está valorado en unos cuatro millones de euros. El proceso fue “limpio y transparente”, ha zanjado el consejero, que comparecerá en el Parlamento vasco para intentar desactivar la crisis.

La oposición no ha dejado pasar una polémica que ha puesto contra las cuerdas al consejero de Educación. El lehendakari Urkullu exigió públicamente a Bildarratz que aclarase lo sucedido una vez saltó la información de los vínculos entre Labayen y una de las concesionarias. Fue en el Parlamento vasco el pasado viernes, en el primer pleno del curso político. La sesión estuvo marcada por la polémica y todos los partidos de la oposición coincidieron en señalar al consejero. Podemos y el PP aseguraron que era “un escándalo mayúsculo” y EH Bildu presentó una batería de preguntas para que el titular de Educación explicase lo sucedido. La parlamentaria de Vox Amaia Martínez reclamó que compareciese en comisión y Ciudadanos exigió directamente su dimisión.