Es noticia
El PNV baja al purgatorio y afronta su "refundación" con su liderazgo en el aire
  1. España
  2. País Vasco
El futuro del partido

El PNV baja al purgatorio y afronta su "refundación" con su liderazgo en el aire

Andoni Ortuzar no despeja su continuidad al frente del partido mientras se acumulan voces críticas por el declive electoral y la decisión de sacrificar a Iñigo Urkullu. Bildu y el PSE ganan terreno a su costa

Foto: Ortuzar y Pradales, en Sabin Etxea, la noche electoral de las últimas autonómicas vascas (EFE/Luis Tejido)
Ortuzar y Pradales, en Sabin Etxea, la noche electoral de las últimas autonómicas vascas (EFE/Luis Tejido)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las urnas han certificado que el viejo PNV se ha convertido en un partido mortal. Acostumbrado a ganar siempre y a gobernar, el pasado domingo quedó relegado a la tercera posición, por detrás de Bildu y del PSE, lo nunca visto. La consecución del escaño europeo apenas maquilló el desastroso resultado: perdieron hasta en Vizcaya, incluido Bilbao, y no llegaron a los 200.000 votos en total. Los nacionalistas, que ejercen de "socio preferente" de Pedro Sánchez en Madrid, acumulan un año de caídas en cuatro citas electorales consecutivas que apuntalan al imparable cambio de ciclo político en favor de Bildu.

Ante este oscuro panorama, todas las alarmas se han encendido en Sabin Etxea, que encara ahora su proceso de renovación orgánica —previsto para inicios de 2025— con la incógnita de si el actual presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), Andoni Ortuzar, seguirá en el cargo. Él pilotó junto a Iñigo Urkullu la difícil transición del PNV desde el fiasco del Plan Ibarretxe (2005) y su salida traumática del Gobierno vasco (2009) hacia posiciones más templadas y posibilistas, lo que llevó al partido a las máximas cotas de poder institucional e influencia en Madrid. Con Zapatero, con Rajoy y con Sánchez tras la famosa moción de censura de 2018, aunque Bildu ahora le come el terreno también en el Congreso de los Diputados, gracias al extraordinario protagonismo que le ofrece el PSOE.

Pero algunas de las decisiones estratégicas más importantes de Ortuzar, como la de sacrificar a Iñigo Urkullu para dar relevo generacional ante el avance de Bildu, han recibido una fuerte contestación interna. Y esas críticas, según varias fuentes consultadas por El Confidencial, "aflorarán" en cuanto se convoque la Asamblea General, seguramente en el mes de julio. Un congreso que se espera "refundacional" y en el que se revisarán estrategias, programas y liderazgos.

"Se han hecho las cosas mal y quien no tome decisiones se va a equivocar. Andan con pies de barro", señala un antiguo dirigente, molesto y preocupado por el declive del PNV y el desgaste de su marca. Porque tampoco el fichaje de Imanol Pradales, que esta misma semana cogerá el testigo de Urkullu como próximo lehendakari, ha servido de revulsivo electoral como pregonaba la dirección. Por poco se evitó el sorpaso de Bildu en las autonómicas de abril. Pero el pasado domingo el PNV cayó hasta la tercera plaza con otra candidata desconocida al Parlamento Europeo, Oihane Agirregoitia, y la sensación de que el PNV no da con la tecla del mando. "Es un cambio para los próximos quince años", defienden desde Sabin Etxea.

Foto: Imanol Pradales saluda a simpatizantes en un mitin. (EFE/Luis Tejido)
TE PUEDE INTERESAR
¿Es el PNV de izquierdas o de derechas? El regreso al orden de los nacionalistas
Inés P. Chávarri Gráficos: Marta Ley

Urkullu, fiel a su discreción y lealtad a las siglas, se ha mantenido en silencio y el sábado dará el testigo a Pradales en la simbólica ceremonia bajo el Árbol de Gernika donde juran los lehendakaris. Mientras tanto, Ortuzar, presidente desde 2013, no despeja la incógnita sobre si se quedará al frente de la organización y hay división de opiniones sobre su futuro. Los que creen que debe aplicarse "la misma medicina" que le dio a Urkullu, es decir, marcharse a casa y dar paso a una nueva generación. Y los que defienden que su apuesta de futuro de Imanol Pradales necesitará tiempo para asentarse en el Gobierno autónomo. Por esa razón, esgrimen, Ortuzar debería seguir, siempre y cuando acometa cambios profundos en su ejecutiva, donde la mayoría de burukides (dirigentes) lleva tanto tiempo o más que él.

"El nuestro siempre fue un partido asambleario, que tenía tentáculos en toda la sociedad, en la calle. Pero lo han convertido en un partido de cuadros, casi de amigos", se queja un exparlamentario nacionalista, quien lamenta también que el corpus ideológico haya mutado sin mediar "debate interno". "No se van a ir. Quieren dirigir la perestroika a sí mismos para perpetuarse", avisa otra fuente que en su día ocupó un cargo relevante. "Hay masa crítica relevante, gente joven dispuesta a dar el paso, pero nuestro sistema no facilita la alternativa", añade sobre la posibilidad de que surjan listas discrepantes con la dirección actual.

placeholder Pradales saluda a Urkullu en el Parlamento Vasco. (Europa Press)
Pradales saluda a Urkullu en el Parlamento Vasco. (Europa Press)

"El relevo de Sabin Etxea me preocupa muchísimo más que el del lehendakari", tercia una persona con cargo institucional y sillón en la Asamblea del partido, dejando claro dónde se concentra el peso político. “Debíamos haber aprovechado la época de pandemia para relevar a la mitad de la ejecutiva y así los nuevos habrían cogido experiencia. Porque ahora necesitamos que el partido siga tirando del carro”, expone esta fuente.

"El tema en el PNV no es si yo sigo o no, eso puede ser en otros partidos más presidencialistas o caudillistas. El tema en el PNV es qué dirección toma el partido, qué hace con sus propuestas estratégicas, qué tipo de organización interna tiene que acometer", se ha defendido Ortuzar estos días, al tiempo que ha prometido que harán una reflexión "profunda y fecunda".

Foto: Ortuzar, Urkullu y el flamante candidato, Imanol Pradales, en el aniversario de la muerte de Sabino Arana. (EFE/Luis Tejido)
TE PUEDE INTERESAR
El PNV echa a Urkullu y abre con Junts un 'procés' a la vasca
José Antonio Zarzalejos

Hasta ahora, se ha hecho escasa autocrítica tras los varapalos electorales. La dirección está convencida de que el bajonazo electoral no es "estructural", sino "coyuntural", debido sobre todo a la fuerte polarización entre el PSOE y el PP en toda España. Pero mientras ellos bajaban y perdían "voto útil" en favor de Sánchez para "frenar a la derecha", Bildu subía o como mínimo se ha mantenido estable. El diagnóstico oficial se resume en que su gente se queda en casa por falta de estímulo, pero niegan que ese "electorado blando" se marche a otros partidos.

Lo que sí está claro, a la luz de los últimos resultados electorales, es que el PNV se ha vuelto menos competitivo. Frente a Bildu pero también frente al PSE. Los socialistas ganaron las generales del 23 de julio, subieron en las autonómicas de abril y en las europeas quedaron segundos, a 3.000 votos de Bildu. Mientras tanto, los populares vascos dan pasos hacia su lenta recuperación. En este punto, una pregunta resuena en el sector más conservador: ¿es conveniente que el PNV siga haciendo seguidismo del Gobierno de Pedro Sánchez y las tesis políticas que sembró Podemos en Moncloa?

Otra de las apuestas de la actual dirección ha sido la de feminizar las candidaturas, aunque tampoco esto trajo el resultado deseado, con batacazos estrepitosos en Vitoria, donde se decidió a última hora quitar al alcalde para colocar a una consejera autonómica, que quedó en cuarta posición, por detrás del PP. Además, ha habido otras refriegas internas en localidades importantes de Vizcaya, como en Getxo, Mundaka, Plentzia y Gernika, bajo la presidencia territorial de Itxaso Atutxa, casada con el portavoz del Congreso, Aitor Esteban. Hija de Xabier Atutxa, histórico dirigente del partido en Vizcaya, es uno de los nombres que suenan como posible candidata al mando supremo del PNV. Sería la primera mujer en lograrlo.

Las urnas han certificado que el viejo PNV se ha convertido en un partido mortal. Acostumbrado a ganar siempre y a gobernar, el pasado domingo quedó relegado a la tercera posición, por detrás de Bildu y del PSE, lo nunca visto. La consecución del escaño europeo apenas maquilló el desastroso resultado: perdieron hasta en Vizcaya, incluido Bilbao, y no llegaron a los 200.000 votos en total. Los nacionalistas, que ejercen de "socio preferente" de Pedro Sánchez en Madrid, acumulan un año de caídas en cuatro citas electorales consecutivas que apuntalan al imparable cambio de ciclo político en favor de Bildu.

PNV Andoni Ortuzar Iñigo Urkullu
El redactor recomienda