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'Kalimotxo' libre de impuestos: rebelión en Euskadi para no declarar las ventas de las 'txosnas'
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'Kalimotxo' libre de impuestos: rebelión en Euskadi para no declarar las ventas de las 'txosnas'

Las comisiones festivas de Vitoria y Bilbao censuran que las diputaciones obliguen a las casetas a instalar un sistema para el control de facturas. Las 'txosnas' de Vitoria amagan con boicotear las fiestas de la Virgen Blanca

Foto: Imagen de archivo de una 'txosna' en Bilbao con imágenes de los presos de ETA. (EFE)
Imagen de archivo de una 'txosna' en Bilbao con imágenes de los presos de ETA. (EFE)

¿Cuántos katxis (minis para los madrileños) de kalimotoxo pueden llegar a vender las txosnas de Bilbao durante la Aste Nagusia? Aunque no se pueda determinar la cifra exacta, sin exagerar, centenares de miles, teniendo en cuenta que la Semana Grande bilbaína, que este año se celebra del 17 al 25 de agosto, contabilizó en 2023 a 1,8 millones de asistentes. Y otros tantos bocadillos. Los datos en Vitoria, la primera de las tres capitales vascas en dar el pistoletazo de salida a sus fiestas de verano (4 de agosto) son más modestos, pero también por las txosnas de la ciudad pasan fácilmente miles de personas. El negocio de las casetas festivas, muchas ligadas a la izquierda abertzale, es indiscutible, pero tras años de vista gorda fiscal, las haciendas vascas han entonado su propio "se acabó".

La polémica es tal que la comisión de txosnas de Vitoria amenazó la semana pasada con no montar las casetas este año si la Diputación de Álava les obligaba a usar el sistema TicketBAI (Ticket sí, en euskera). Esta es una herramienta que notifica de forma automática a la Hacienda provincial cuando un establecimiento ha emitido un recibo, es decir, registra en tiempo real las transacciones de todo tipo de negocios. El sistema ya está implantado en Álava y en Guipúzcoa y la previsión es que esté plenamente operativo en Vizcaya en 2026.

El órdago de las casetas se produjo después de que el diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), les recordara que están obligadas a emitir sus facturas bajo este sistema. Supuestamente, ya lo tuvieron que hacer el año pasado, según confirman fuentes de la Diputación, pero que la polémica no haya estallado hasta este pone en evidencia que en 2023 la administración no fue muy estricta. Según argumentó la comisión, la medida, que tiene por objeto la lucha contra el fraude fiscal, no era más que una iniciativa “ideológica contra las fiestas populares”. “No podemos entender que las instituciones públicas pongan trabas a la actuación de las txosnas, en este caso, utilizando como excusa las normalizaciones fiscales y el trabajo contra el fraude”, censuraron.

Las comparsas de Bilbao, aunque ellas no estarán obligadas a usar el sistema hasta el próximo verano, también censuraron el pasado mayo, antes de la temporada alta marcada por el verano, que si la administración les obligaba a declarar lo que vendían el modelo festivo podría verse “amenazado”. En Vitoria defienden que lo que hacen es voluntario y no tiene ánimo de lucro, que lo suyo no se puede equiparar a una actividad económica al uso y que el único objetivo tras la decisión de las diputaciones no es otro que “privatizar” las fiestas, acabar con un modelo que es “transmisor de valores culturales”.

Foto: Imagen de Markus Spiske en Unsplash.

Unas 300.000 empresas y autónomos en Álava están obligados a usar el sistema TicketBAI, muchos del sector de la hostelería, que ha clamado en más de una ocasión contra el hecho de que las txosnas, competencia directa de estos durante las fiestas de verano, no lo estuviesen haciendo ya. Las casetas, sin embargo, se amparan en que son un elemento fundamental de las fiestas, que en la actualidad estas no se podrían entender sin el papel que juegan y que colaboran, entre otras cosas, en la elaboración de la programación con la organización de conciertos, como es el caso de Vitoria. No obstante, confirman fuentes municipales a El Confidencial, el Ayuntamiento financia parte de esta actividad y no les exige el pago de ninguna tasa por ocupación del espacio público.

El debate se ha relajado los últimos días. Las txosnas, como se felicitó ayer el diputado general, han solicitado una reunión con la institución foral para, en caso de que finalmente no les quede otra, saber cómo deben adoptar el sistema. La ley marca una serie de excepciones, pero son las casetas, de forma individual, las que deben demostrar que las cumplen. Podrían estar exentas de usar TicketBAI si están gestionadas por una administración pública, si pertenecen a una entidad social no lucrativa con fines de interés general y las que tienen su domicilio fiscal fuera de la provincia. Fuentes de la Diputación avanzan que alguna podrá acogerse, pero otras, no.

El control de la izquierda 'abertzale'

Las txosnas fueron una pieza clave para la expansión y consolidación de la izquierda abertzale. A través del control del espacio público, entre ellos los recintos festivos, Herri Batasuna consiguió a lo largo de los 90 hacerse hegemónica en la calle, expulsando a cualquier entidad que se opusiese a sus postulados. Ahora, sin embargo, la izquierda abertzale oficial debe hacer frente a sus propios demonios. El grupo juvenil disidente GKS pelea por hacerse con el control de estos espacios. La entidad, defensora de la ortodoxia comunista y muy crítica con Bildu, al que considera un partido “burgués”, ha conseguido penetrar en el mundo universitario independentista y su influencia es muy relevante en determinados sectores de las nuevas generaciones.

Foto: Imagen de una 'txosna' en Bilbao con fotos de etarras. (EFE)

De ahí que tanto la comisión de txosnas de Vitoria como las comparsas de Bilbao hayan vetado a GKS, prohibiéndole la instalación de casetas propias. Pero el control de este espacio va más allá de la captación de adeptos, también es un jugoso caramelo para la autofinanciación gracias esos miles de katxis y bocadillos vendidos a lo largo y ancho de todas las fiestas patronales de Euskadi.

¿Cuántos katxis (minis para los madrileños) de kalimotoxo pueden llegar a vender las txosnas de Bilbao durante la Aste Nagusia? Aunque no se pueda determinar la cifra exacta, sin exagerar, centenares de miles, teniendo en cuenta que la Semana Grande bilbaína, que este año se celebra del 17 al 25 de agosto, contabilizó en 2023 a 1,8 millones de asistentes. Y otros tantos bocadillos. Los datos en Vitoria, la primera de las tres capitales vascas en dar el pistoletazo de salida a sus fiestas de verano (4 de agosto) son más modestos, pero también por las txosnas de la ciudad pasan fácilmente miles de personas. El negocio de las casetas festivas, muchas ligadas a la izquierda abertzale, es indiscutible, pero tras años de vista gorda fiscal, las haciendas vascas han entonado su propio "se acabó".

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