Ofrecido por

Esta cadena hotelera utiliza viejos uniformes y conchas de mejillón para construir sus muebles

Hacia un futuro mejor por Ec Brands Mueble

El cuatro estrellas Ilunion Atrium de Madrid cuenta entre su mobiliario con varias piezas realizadas mediante un proceso que aprovecha textiles ya utilizados. La técnica ha sido desarrollada por Wim Studio, un taller que fabrica materiales 100% sostenibles para interiores

Tiene poco más de un metro de alto y, a simple vista, carece de simetría. Está compuesto por tres bloques de diferentes tamaños: el de la parte superior, rectangular y hueco en su interior; el central, algo más alargado y con tres cajones colocados horizontalmente; y el de la parte inferior, con tres cajones verticales en el lado izquierdo y dos grandes huecos en el derecho. Es de color grisáceo claro con suaves destellos azulados, y, a pesar de su singular estructura, la verdadera peculiaridad de este mueble está en los materiales: se han creado con residuos textiles, desde sábanas hasta cortinas o uniformes.

Se trata del recibidor que da paso al restaurante del hotel Ilunion Atrium de Madrid. Este cuatro estrellas ha sido el primero de la cadena en introducir, entre su mobiliario, varias piezas realizadas mediante un proceso que aprovecha textiles ya utilizados para darles una segunda vida. La técnica (Recycled textil Stone), que también se ha empleado para construir el mural de la entrada del establecimiento, recibió hace poco más de un mes el premio al material más sostenible en el Madrid Inside Art & Design (MIAD). Ha sido desarrollada por Wim Studio, un taller que fabrica materiales 100% sostenibles para el diseño de interiores.

“Todo lo creamos con nuestros propios industriales. No nos sirve que los textiles, por ejemplo, vengan de París, porque si queremos que sean 100% sostenibles, tenemos que tener en cuenta la huella de carbono. Tampoco empleamos procesos que impliquen uso de calor para no emitir gases nocivos a la atmósfera”, explica Pablo García-Bodaño, cofundador de la compañía. Otra de las cosas que tienen muy en cuenta, según indica, es el tipo de residuo: “No usamos plásticos, porque habría que calentarlos para hacer la plancha y estaríamos aplicando mucha temperatura e introduciendo resinas sucias”.

La ayuda financiera de Banco Santander fue muy importante de cara al acompañamiento internacional

De esta manera, recurren a otros desechos como las cáscaras de moluscos o la resina de pino. “La resina de pino no solo promueve la sostenibilidad, sino que también ayuda a fijar población en regiones rurales, incluidas aquellas afectadas por la despoblación. Por otro lado, con las conchas del mejillón brindamos oportunidades económicas adicionales al sector pesquero y marisquero”. Esta empresa nació hace apenas un año y está estrenando su actividad con el proyecto de la cadena hotelera Ilunion. Aunque sus verdaderos orígenes tienen algo más de historia.

El origen: Tattoo Contract

Como afirma Pablo García-Bodaño, Wim Studio es la evolución natural de Tattoo Contract, una empresa que desarrolla soluciones a medida para proyectos de arquitectura, construcción y diseño de interiores. El arquitecto y el interiorista dibujan los proyectos, y Tattoo se ocupa de todo lo demás. “Las ideas dibujadas sobre el papel tienen que entrar en presupuesto, y de eso nos encargamos nosotros. Trabajamos con industriales de carpintería, de iluminación, de metal, de textil… Eso sí, sin meternos en obra. Para entenderlo bien: es como si das la vuelta a la habitación de un hotel y la zarandeas bien. Todo lo que cae, desde los panelados hasta los armarios, es lo que hacemos nosotros”.

Pablo creó esta compañía en 2013 cuando, tras trabajar durante años en el departamento de Marketing de una empresa gallega dedicada al equipamiento de hoteles, esta quebró. “Había aprendido mucho y quise labrarme mi propio camino. Los comienzos no fueron fáciles. Tardamos más de un año en llevar a cabo nuestro primer proyecto, pero una vez despegamos y nos aventuramos a salir al exterior un par de años después, la rueda comenzó a girar”.

Aunque la empresa nació con recursos propios, necesitaron de ayuda financiera para dar este salto. En concreto, recurrieron a Banco Santander. “Para nosotros fue muy importante de cara al acompañamiento internacional. Cuando das este paso, tienes que aprender a trabajar con cartas de crédito y con otra serie de herramientas bancarias que no te resultan familiares en un principio. Además, cuando entras en proyectos de cierta envergadura, necesitas ciertos avales y un banco que te entienda y te apoye. Es crucial si quieres seguir creciendo”.

Con este impulso financiero, hasta hoy, Tattoo Contract ha realizado más de 200 proyectos a medida dentro y fuera del país: espacios públicos, geriátricos, hoteles, restaurantes, retailers… Desde la Jamonería Enrique Tomás en Hospitalet de Llobregat o el hotel Lopesan Costa Bávaro de República Dominicana, hasta una oficina de policía en Dubai, Cinemex Miami en Estados Unidos, el metro de Doha de Qatar o el videowall de Arabia Saudí.

“La construcción del videowall semicircular interactivo más grande de Arabia Saudí ha sido uno de los más innovadores en los que hemos trabajado”, cuenta Pablo. No ha sido el único en el país: Tattoo Contract también se ha encargado del equipamiento integral de las seis principales estaciones ferroviarias, que ha llevado a cabo de la mano de su partner de Arabia Saudí.

“Desarrollamos diseños a medida, combinados con mobiliario custom made para las zonas comunes de la estación, zonas VIP, restaurantes y cafeterías, mostradores de información y venta de billetes, zonas de atención al público, stands de alquiler de vehículos, áreas de vending y de rezo”. Como explica Pablo, “partimos del concepto inicial de diseño, nos encargamos de la interpretación de los renders y la selección de los materiales, así como de la búsqueda de los partners industriales para su fabricación. Además, tuvimos un control total de la parte logística, garantizando así la eficiencia en todas las fases”.

Artículos relacionados

Banner hacia un futuro mejor