El emblemático asador de la Sierra de Madrid, el Alto del León, sale a la venta

Alto del León, el emblemático asador de la Sierra de Madrid, sale a la venta. Ubicado en la Sierra de Guadarrama, a unos 50 kilómetros de la capital, se trata de un restaurante de referencia en la zona con más de medio siglo de historia.

El restaurante, de hecho, se encuentra en un punto estratégico del Puerto de Guadarrama, en el punto más alto de la carretera que atraviesa la sierra y que comunica la provincia de Segovia y la Comunidad de Madrid, a algo más de 1.500 metros de altitud.

En ese punto más elevado, a 1.511 metros, en un entorno privilegiado con vistas a la Sierra, se ubica un negocio familiar al que cada año acuden miles de familias y turistas que los fines de semana se escapan a la montaña a disfrutar de la nieve en pleno invierno o del senderismo en otras épocas del año. Un activo cuyo precio, según fuentes del sector, podría rondar los 10 millones de euros.

El asador tiene 1.885 metros cuadrados repartidos en tres plantas —con capacidad para más de 1.000 personas— y se levanta sobre una parcela de 33.000 metros con parking privado, "con distintas áreas que permiten el máximo aprovechamiento y diversificación de eventos", señalan desde la consultora CBRE, encargada del proceso de venta. "El activo presenta un gran potencial para desarrollar un concepto de gastronomía y ocio único en la zona", añaden.

El asador tiene 1.885 metros cuadrados repartidos en tres plantas, con capacidad para más de 1.000 personas

Alto del León fue construido en 1954 y reformado integralmente en 2007, y ha consolidado su identidad en la Sierra de Madrid como uno de los asadores de referencia: asados de cabrito, cochinillo y cordero, solomillo, carnes rojas de buey... Fue adquirido en 2003 por un grupo familiar con experiencia en el sector de la restauración, que lo ha convertido en un destino gastronómico en la zona.

Destino gastronómico de visitantes y turistas

"El activo se encuentra en la frontera entre la Comunidad de Madrid y Castilla y León, una zona que recibe durante todo el año a una gran variedad de público, desde familias, senderistas, esquiadores, turistas… hasta viajeros que pasan por la sierra cada día. Su localización atrae a una gran variedad de público. Concretamente, Alto del León se encuentra en la cima del Puerto entre Guadarrama y San Rafael, en plena Sierra de Madrid a 1.500 metros de altitud y el entorno se caracteriza por contar con pequeñas localidades en los alrededores que son destino de segundas residencias y turistas, además de la estación de esquí de Navacerrada", destacan desde CBRE.

Según esta consultora, "Alto del León presenta un gran potencial para desarrollar un concepto de gastronomía y ocio único en la zona, pudiéndose explotar distintas líneas de ingresos para fortalecer la facturación. Si bien el entorno cuenta con varios restaurantes en los alrededores, carece de una oferta diferencial e innovadora. Tampoco se encuentran en la zona espacios para la organización de eventos".

"De este modo", añade, "el activo, con su gran extensión, tanto de parcela como de restaurante, brinda una oportunidad única para llevar a cabo un concepto novedoso en la zona. Además, la restauración se está transformando en nuestro país hacia un concepto mucho más experiencial, a lo que sumar que la gastronomía se está convirtiendo en un factor cada vez más decisivo en el turismo, adquiriendo cada vez más importancia para los visitantes".

España es uno de los países más relevantes en gastronomía y restauración de Europa, con un fuerte sector de food and beverage (F&B) que seguirá creciendo a futuro. Los restaurantes están evolucionando hacia un concepto que busca despertar sensaciones y generar experiencias en sí mismas, de tal manera que los espacios de restauración están adquiriendo entidad propia, ubicándose en entornos diferenciales y dando un salto de calidad.

En este sentido, desde CBRE destacan el potencial del activo como la venta de productos de la zona, eventos, bodas u otras celebraciones, actividades complementarias al restaurante que podrían suponer otras líneas de ingreso de facturación, así como el reposicionamiento y uso de las cabañas que hay en el exterior.