De oficinas a pisos, Amenabar arranca su proyecto más 'verde' en Madrid capital

De oficinas a pisos. La promotora Amenabar acaba de obtener la licencia de obras para arrancar la construcción de un nuevo edificio residencial en Madrid capital. Su futuro proyecto se levantará sobre el solar que hasta hace apenas unos meses ocupó un edificio de oficinas en uno de los grandes pulmones verdes de Madrid capital, La Quinta de los Molinos, en el barrio de El Salvador, en San Blas.

El futuro proyecto de la promotora vasca en la capital estará compuesto por 76 unidades, de las cuales, el 85% -unas 65 unidades- ya se encuentran reservadas, lo que da idea del enorme apetito por la obra nueva en la capital. La demolición del edificio de oficinas, que hasta hace unos meses ocupaba el solar sobre el que se levantará la nueva promoción, concluyó recientemente y la promotora ya cuenta con luz verde para arrancar las obras de un proyecto que será pionero en la conversión a residencial de las últimas edificaciones destinadas a uso terciario en la zona.

Un proyecto de 76 viviendas de las cuales, el 85%, ya se encuentran reservadas

Las viviendas, con diversas tipologías de uno, dos y tres dormitorios y con bajos que superan los 100 metros cuadrados de jardín privado o áticos con terrazas privadas de más de 130 metros y opción de piscina privada, han salido a la venta a un precio medio de 5.400 euros el metro cuadrado construido, con precios de partida de 336.000 euros (un dormitorio) y 428.000 euros (dos dormitorios), con garaje y trastero, hasta entre 498.000 y 1,1 millones de euros (tres dormitorios), con dos plazas de garaje y trastero. La entrega de las viviendas está prevista para 2024.

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La futura promoción se levantará junto a La Quinta de los Molinos, un gran parque de unas 25 hectáreas. El Plan General de Madrid de 1984 contemplaba que el 75% del ámbito debía dedicarse a zonas verdes, al tiempo que fijaba una edificabilidad de 100.000 metros cuadrados para levantar un máximo de 500 viviendas con un máximo, también, de cinco alturas y equipamientos.

De aquel planeamiento surgieron uno de los grandes pulmones verdes de la capital -La Quinta de los Molinos- y dos parcelas edificables. En cada una de ellas estaban proyectadas 250 viviendas, pero también edificios de uso comercial o de oficinas, como el que adquirió el pasado verano Amenabar y cuyo uso original de residencial está a punto de recuperar.

Zamenhof 22, como ha sido bautizado el proyecto, es el último proyecto de Amenabar en la capital. La promotora prevé entregar más de 4.700 viviendas durante los próximos 3 años en zonas como Madrid capital, Alcobendas (Moraleja), Cádiz (Costa Ballena), Sevilla, Marbella, San Sebastián, Berango y Zarautz.

A favor del proyecto juegan dos puntos. Por un lado, Amenabar no tendrá competencia en obra nueva en la zona. Es el único proyecto de nueva construcción en el barrio, y se encuentra en un entorno privilegiado, rodeado de naturaleza, junto a grandes espacios verdes, como el mencionado parque de La Quinta de los Molinos, con más de 25 hectáreas de almendros, olivos, pinos, eucaliptos y jardines y, al mismo tiempo, a escasos metros del parque Quinta Torre Arias, con más de 30 especies arbóreas y 17 hectáreas de extensión.

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E. Sanz

El proyecto apuesta, asimismo, por la sostenibilidad y los espacios verdes. Así, por ejemplo, el diseño corre a cargo del estudio Morph, que ha ideado un edificio icónico que definirá el perfil del entorno, con una fachada singular de plantas aterrazadas y un rooftop con piscina, solárium, gimnasio y club social con vistas despejadas a toda la ciudad.

Un barrio joven y verde

El Salvador, en el distrito de San Blas, es un barrio relativamente joven en el que destacan varios edificios históricos de oficinas como el Edificio 3M, el Edificio Anaya, el Edificio Coca-Cola España, el Edificio Crisalis o el antiguo centro de procesos de datos del Banco Popular Español. Pero también construcciones como el Palacio Cort, a escasos metros de la futura promoción de Amenabar, cuya construcción data de 1925, una de las más antiguas de la zona.

El palacete se levanta en la Quinta de los Molinos, unas antiguas tierras de labor que pertenecieron al conde de Torre Arias, y compró César Cort y Botí en 1920, un arquitecto alicantino, como explica el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) en su 'Guía de arquitectura de Madrid', "que convirtió esta propiedad en una villa —palacete— de recreo con explotación agrícola, al estilo de las que tuvieron algunos nobles en los pueblos cercanos de la capital".

César Cort Botí, abuelo de César Cort Lantero, presidente de Valenor, "fue adquiriendo más terreno hasta llegar a tener una extensión de más de 28 hectáreas, en donde construyó una serie de edificios, fuentes, estanques, depósito de agua, pista de tenis, molinos de viento, entre caminos y veredas. Todos ellos rodeados de una vegetación de origen mediterráneo, en la que abundan los almendros, olivos y árboles de gran tamaño", recoge el COAM.

Tras su muerte, los herederos cedieron dos terceras parte del terreno al Ayuntamiento de Madrid y el jardín se abrió al público. Respecto al palacete, después de varios intentos de darle un nuevo uso, fue cedido a la Fundación Magistralia para instalar una escuela de música.