Fuga de talento en Urbas en plena tormenta por los problemas de la compañía

La tierra se mueve bajo los pies de Urbas. El grupo presidido por Juan Antonio Acedo vive un crítico momento marcado por un expediente de regulación de empleo (ERE), varias reestructuraciones de deuda, un concurso de acreedores y embargos de filiales en favor de acreedores. Auténtico terreno abonado para que entre las filas directivas de las diferentes áreas de la compañía empiece a tocarse retirada.

En apenas año y medio, Urbas ha sufrido la marcha de un tercio de su primera línea directiva, movimiento que se ha acelerado en los últimos meses entre los niveles inmediatamente inferiores, donde se están produciendo significativas salidas y se esperan más en las próximas semanas, según ha confirmado El Confidencial con varias fuentes conocedoras.

Desde Urbas, reconocen varios movimientos en este sentido, pero los enmarcan dentro de la rotación natural de los profesionales en el mercado.

Cuando lanzó el Plan de Negocio 2021-24, la compañía se organizó en tres grandes líneas de negocio: Promoción Inmobiliaria, con Javier Prieto al frente; Energía e Industria, con Rafael Valenzuela; e Infraestructuras y Edificación, al cargo de Daniel Navalón.

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Los dos primeros salieron de Urbas en verano y otoño el año pasado, respectivamente, tendencia que entre los pasillos de la empresa se da por hecho que va a continuar con algún otro primero espada en breve.

Por el momento, estas salidas suman ya tres miembros de la cúpula ejecutiva, de un total de nueve sillones, porque a principios del pasado ejercicio también abandonó el barco el director general internacional, Juan José Franco, para fichar por Oxagon Projects.

Tras esta diáspora entre la primera fila, las fugas de talento han empezado a filtrarse hacia los niveles directivos inmediatamente inferiores, afectando tanto al área corporativa como a los diferentes negocios, especialmente construcción y promoción.

Miguel Ángel Herranz, hasta hace tres semanas responsable de finanzas del área inmobiliaria, acaba de incorporarse a Aurquia como subdirector financiero responsable de los proyectos de promoción para alquiler (BTR o build to rent).

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También han dejado la compañía en los últimos tiempos José Colas, director territorial de la zona centro, Sergio Quintana, director territorial del País Vasco, y Daniel Cumella, director comercial de real estate. En las filiales constructoras Murías, Ecisa y Urrutia es donde Urbas ha planteado un expediente de regulación de empleo (ERE), cuya ejecución en el último trimestre del pasado ejercicio ascendió a 2,2 millones de euros en concepto de indemnizaciones.

No obstante, en estas tres filiales, Urbas todavía está pendiente de conseguir la homologación judicial de los planes de reestructuración que ha presentado, hito que en las últimas cuentas anuales asegura que prevé tener cerrado en este mes de mayo. En función de cómo y cuándo termine cerrándose este capítulo, podrían producirse más salidas.

Urbas cerró el pasado ejercicio con un beneficio contable de 17 millones de euros, un 3,5% más que el año anterior, pero con una caída de la cifra de negocio del 20%, hasta 240 millones. La deuda financiera neta ajustada de Urbas ascendió a 200 millones de euros, un 9,1% menos que en 2022, mientras que la bruta se situó en 245,12 millones, un 3,4% menos.