Sin pujas por la casa de Aleixandre y vía libre a Ayuso para su compra

La Comunidad de Madrid ya no cuenta con ningún impedimento para formalizar la compra de la que fue la casa del poeta y Premio Nobel Vicente de Aleixandre en Madrid. Ayer, lunes, finalizó el plazo para poder pujar por ella y, como sucedió en la subasta anterior, la vivienda no ha recibido ninguna puja. Como reconoció la Comunidad de Madrid a El Confidencial, el Gobierno regional inició las negociaciones para la compra hace meses, cuando la subasta judicial ya estaba en marcha y el acuerdo con la propiedad es inminente.

Sin embargo, si alguien hubiera pujado por el inmueble y hubiera presentado una oferta de, al menos, ese 70% sobre el valor de la subasta, dicho acuerdo no habría prevalecido sobre el derecho de adjudicación. No ha sido así, la subasta ha vuelto a quedar desierta con lo que se despeja el camino -salvo que vuelva a salir a subasta por falta de acuerdo entre los propietarios para su venta- para que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, presente su oferta, cuyo importe se desconoce, si bien, algunos medios han apuntado a una cifra cercana a los 4 millones de euros.

La Comunidad de Madrid asegura que el acuerdo con los propietarios es inminente

Ésta es la segunda vez que sale a subasta la casa de Vicente Aleixandre, que también estuvo a la venta en el portal inmobiliario idealista. Como adelantó El Confidencial, el pasado 30 de enero, el BOE recogía la subasta, por orden judicial, de esta particular vivienda. Una subasta que finalizó el pasado 19 de febrero sin pujas, una noticia muy celebrada por el presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, Alejandro Sanz, que lleva años defendiendo que la casa del poeta se convierta en Casa de la Cultura.

La propiedad volvió a salir a subasta al mismo precio que la vez anterior: 4.561.750 euros, que, como ya informó El Confidencial estaba muy por encima de su valor de mercado, lo que, con toda probabilidad, impidió que hubiera pujas. A esto se suma, además, que desde hace unos días, la vivienda se encuentra mucho más protegida, al haber sido declarada BIC, lo que limita la intervención sobre el inmueble.

Una manera de garantizar la conservación de la vivienda del poeta sería, precisamente, que la administración pública se quedara con la propiedad. Ya en 2005, el Ayuntamiento de Madrid se propuso su adquisición para convertirla en la sede de la futura Fundación Vicente Aleixandre, un centro con gran documentación en la vivienda que sirvió de inspiración y en la que el poeta escribió gran parte de sus obras. Sin embargo, aquella idea fue, finalmente, rechazada. El testigo lo ha tomado ahora la Comunidad de Madrid, si bien, podría perder la oportunidad de materializar dicha decisión si se presenta una puja de 3,2 millones de euros en la subasta.

Un inmueble caro, pero muy bien ubicado

Velintonia fue la casa del poeta de la generación del 27, Vicente Aleixandre. Se trata de un chalet situado en el número 3 de la calle que lleva el nombre del poeta, en pleno distrito de Chamberí, donde el premio Nobel de Literatura vivió su exilio interior. Construido en los años 90, el inmueble se encuentra en un claro estado de abandono desde que en 1984 falleciera Vicente Aleixandre y se sufre daños derivados de los distintos fenómenos meteorológicos que han azotado la capital, como Filomena.

El chalet dispone de 630 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. En total, consta de nueve habitaciones y cinco baños en una vivienda que se construyó sobre una parcela de unos 800 metros cuadrados. A ras de suelo se encuentran la que era la biblioteca del poeta, el salón comedor, los baños y un dormitorio. Por su parte, la primera planta goza de acceso independiente al entrarse por otro número, contando con otro salón y varios dormitorios, en los que se alojó la también poeta Carmen Conde, y en el sótano hay distintas estancias del servicio.

La casa sirvió de punto de encuentro y reunión para muchos poetas de aquella época. Entre algunos de los visitantes a Velintonia estaban Miguel Hernández, símbolo de la generación del 27, Pablo Neruda, Gerardo Diego, Federico García Lorca o Luis Cernuda. De ahí que diversos literatos posteriores defiendan la protección de esta vivienda como un santuario de la literatura española, como los premios Nobel Seamus Heaney y Mario Vargas Llosa; los cantantes Raphael y Joan Manuel Serrat, o el actor Javier Cámara, entre otros.