Pryconsa y Santander, tras los 320 pisos de la subestación eléctrica más antigua de Vallecas

Pryconsa, Santander (Landcompany 2020) y la familia Nozaleda (Nuevo Vancogar) son los tres principales impulsores del futuro gran desarrollo residencial de Vallecas. En torno a 320 viviendas junto al Hospital Universitario Infanta Leonor, frente a Faunia, en uno de los escasos solares que quedan disponibles en el ámbito para construir viviendas y sobre lo que, hasta hace unos años, se levantaba la subestación eléctrica más antigua del barrio.

Unos terrenos que en el pasado pertenecieron en su gran mayoría a Unión Fenosa, hoy Naturgy, pero que ahora pertenecen a la promotora de Marco Colomer, Pryconsa (propietario mayoritario con 86,38% de los terrenos), a Landcompany 2020, filial del Banco Santander (con un 6,37% de los terrenos) y Nuevo Vancogar, entre cuyos consejeros figuran varios miembros de la familia Nozaleza (Nozar, con otro 6,37%). El resto de los suelos pertenece, en porcentajes muy pequeños, casi residuales, a Antiguas Posesiones SL y media decena de propietarios particulares. Unos terrenos valorados en casi 26 millones de euros, según la información consultada por El Confidencial.

La superficie total del ámbito asciende a 38.402,50 metros cuadrados, con una edificabilidad máxima de 31.915 metros y uso característico residencial en vivienda colectiva, de tal manera que podrán construirse en torno a 320 viviendas. Asimismo, contará con 12.500 metros cuadrados de zonas verdes. Pryconsa, que ya anuncia sobre los terrenos el futuro desarrollo -que se construirá por fases- si bien, con los trámites urbanísticos que aún quedan por delante, no se espera que las obras arranquen antes de dos años. Pryconsa empezará a comercializar las viviendas en otoño, cuando arranquen las obras de urbanización.

Hasta febrero de 2024, eran ocho las promociones de obra nueva en construcción en Vallecas. Dos de Amenabar, dos de Ebrosa, dos de Noow y dos de Pryconsa. Viviendas entre 70 y 200 metros cuadrados, con precios entre los 2.700 y los 4.400 euros el metro cuadrado.

Unión Fenosa e Iberdrola, al igual que Telefónica, consiguieron recalificar a residencial varias parcelas de subestaciones eléctricas

El ámbito sobre el que se ubica la Subestación de Vallecas, es uno de los ocho ámbitos que estaban ocupados por subestaciones eléctricas a la intemperie, muchas de las cuales han dado paso a viviendas. Las determinaciones de la ordenación correspondientes a los terrenos ocupados por dichas subestaciones fueron objeto de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 que dio lugar a la firma de un convenio urbanístico entre Unión Fenosa, propietaria de dichos terrenos, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

Unos convenios que, de la misma manera que sucedió con los edificios de Telefónica, permitió recalificar dichos terrenos a residencial, a cambio del desmontaje de las líneas de alta tensión y el blindaje (y en algunos casos, el soterramiento) de las subestaciones situadas a la intemperie. Aquel convenio se firmó en 2002 y fue ratificado en 2003.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora, casi dos décadas después, cuando el ámbito ha echado a andar, tras la Modificación Puntual aprobada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid en marzo de 2004 y la reciente aprobación del proyecto de reparcelación por parte del Ayuntamiento de Madrid, que se encuentra actualmente sometido a información pública.

De subestación eléctrica a viviendas

La Subestación de Vallecas es una de las ocho subestaciones incluidas en el convenio. Las otras siete eran la subestación de Canillejas, la de Mazarredo, la de Hortaleza, la subestación Puente de la Princesa (cuyo lugar ahora ocupan varios bloques de viviendas) y la Estación Sur, todas ellas a la intemperie y que debían blindarse o soterrarse, además la subestación de Salamanca en la calle Goya 36 y la subestación de Chamartín, en la calle Lérida 44, ya blindadas e incluidas en edificios calificados como servicios infraestructurales.

TE PUEDE INTERESAR

Una vieja subestación eléctrica, 15 M y vistas al Wanda: los 100 pisos de la familia Jove

E. Sanz

En los últimos años, han sido varios los terrenos sobre los que se levantaban antiguas estaciones eléctricas han dado paso a promociones de viviendas. Es el caso de la subestación de Mazarredo -frente al Campus Google y edificio en el que Isaac Peral fundó en 1892 la primera fábrica de acumuladores de energía eléctrica de España- y la subestación de Canillejas, blindada pero no soterrada, por falta de espacio. Ambas pertenecían a Unión Fenosa, ahora Naturgy y fueron vendidas a Dazeo Consulting (la firma conjunta de Dazia Capital y los franceses Eurazeo Patrimoine) y a Avantespacia Inmobiliaria, respectivamente. En ambos casos, con el objetivo de levantar viviendas. La subestación Puente de La Princesa, por su parte, es propiedad de Cogein (Pryconsa) y también contemplaba el uso residencial.

Iberdrola también se ha visto beneficiada por el cambio de uso de parcelas que albergaron antiguas subestaciones eléctricas de su propiedad. Muy sonada fue la venta en 2019 una cooperativa gestionada por Grupo Ibosa de una parcela que albergó la antigua subestación eléctrica La Estrella, ubicada en la confluencia de las calles Alcalde Sainz de Baranda, Marqués de Lozoya y Juan Esplandiú. Un terreno con una edificabilidad residencial de 8.500 metros cuadrados, que ha permitido la construcción de unas 80 viviendas.

En todos estos casos, los cambios de usos a residencial, al igual que sucedió con las antiguas centrales de Telefónica, han permitido a las eléctricas conseguir pingües beneficios, y también al Ayuntamiento de Madrid, puesto que en muchos de estos casos, como en el de la subestación de Vallecas, la cesión del 10% del aprovechamiento al Ayuntamiento de Madrid ha sido objeto de monetización.