Fallos en la prueba de acceso a la abogacía: decenas de aspirantes denuncian problemas de conexión

Fallos en el examen de acceso a la abogacía. Casi un centenar de estudiantes han presentado quejas al Ministerio de Justicia después de no poder realizar la prueba con normalidad debido a problemas informáticos de la plataforma. Según explican los aspirantes perjudicados, durante la realización del test el pasado 23 de junio, el sistema colapsó y expulsó a varios alumnos sin motivo alguno, impidiéndoles entrar de nuevo y terminar el examen. Muchos temen que, debido a estos errores, suspendan la prueba y tengan que esperar a la siguiente convocatoria.

Es el caso de Marina. "Tuve la incidencia en la parte general, que dura dos horas. A la media hora y con 32 preguntas respondidas, la plataforma me expulsó con un aviso de que estaba sin conexión, lo cual no era así", puntualiza. Intentó volver a acceder varias veces, sin éxito, por lo que decidió contactar con el soporte técnico. "Pero el 'link' me daba error. Empecé a llamar y a enviar 'e-mails' al Ministerio de Justicia, la UNED, los encargados de Avex [la plataforma donde se desarrolló la prueba], pero todos me dijeron que no era su problema, que no podían hacer nada", reprocha. Casi una hora más tarde consiguió entrar de nuevo, pero muchas de las respuestas no habían sido registradas, así que tuvo que comenzar de nuevo. Poco antes de terminar, el programa volvió a fallar. "No sé cuántas preguntas me registró al final", lamenta.

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Una situación similar vivió Catherine Arellano, graduada en Derecho. "A la hora de haber empezado el examen, me di cuenta de que las preguntas que ya había respondido no se guardaban. Al rato me salió un mensaje que decía que llevaba sin conexión más de 15 minutos y mi prueba había terminado. Pero internet me estaba funcionando perfectamente", evoca. Tras varias llamadas sin respuesta al soporte técnico, finalmente consiguió que la atendieran, pero solo para remitirle un correo electrónico de Justicia. "Me dieron una respuesta genérica diciendo que pedirán un informe", explica.

Es difícil conocer la cifra exacta de perjudicados, aunque los estudiantes calculan que son, al menos, un centenar. Se han organizado en un grupo de WhatsApp para compartir sus casos e intercambiar información. Por el momento, suman 81 participantes, "pero cada día llega alguien nuevo", matiza Raquel, otra de las afectadas por los errores en la plataforma. Desde la Agrupación de Jóvenes Abogados (AJA) de Madrid, van más allá y calculan que los fallos pudieron afectar a cerca de 200 aspirantes.

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Tanto los jóvenes como las asociaciones han intentado ponerse en contacto con el Ministerio de Justicia para poder habilitar una segunda prueba para aquellos que sufrieron problemas técnicos, pero de momento no han obtenido respuesta.

Ahora bien, preguntados por este medio, desde el organismo minimizan el problema y aseguran que la prueba se desarrolló "con la normalidad habitual y sin otras incidencias especiales". Admiten que hubo fallos, pero no de manera generalizada, ya que la proporción de aspirantes que sufrieron los fallos de conexión es muy pequeña, apenas del 1%. "Hemos recibido en nuestro buzón 68 correos de participantes. De estas quejas, unas 50 aproximadamente corresponden a aspirantes que han tenido problemas de conexión con la plataforma Avex", explican. En total, se presentaron al examen más de 6.400 estudiantes.

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A pesar de ello, desde el organismo señalan que van a estudiar las quejas recibidas y darán una respuesta individualizada a cada uno de los casos para verificar que los supuestos problemas de conexión realmente se debieron a un fallo de la plataforma o si fueron responsabilidad del estudiante. "Hemos solicitado un informe de trazabilidad a los técnicos de la UNED que dan soporte a la plataforma Avex. Una vez se reciba, se contestará a cada uno de los interesados", aseguran.

A pesar de ello, la sensación de injusticia se extiende entre los estudiantes perjudicados, que critican la falta de soluciones inmediatas ante un problema que, para empezar, es ajeno a los futuros letrados. Pero, además, Arellano recuerda que pasar la prueba es un requisito para poder colegiarse y, en definitiva, ejercer, por lo que un eventual suspenso dibuja un escenario complejo para aquellos que estén en una situación económica difícil. En su caso, por ejemplo, esperar a una próxima convocatoria supone un gran esfuerzo al contar con cargas familiares. "Yo soy madre. Tengo que compartir la responsabilidad de un hogar e invertir más tiempo en esto me complica mucho la vida", explica. En la misma línea se pronuncia Marina. "Hay perjudicados que dejaron trabajos indefinidos para centrarse en el examen", señala.