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Los júniors desvelan cómo es fichar por un gran bufete: "Con el primer asunto, colapsé"
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'DeustoLawyers 2023'

Los júniors desvelan cómo es fichar por un gran bufete: "Con el primer asunto, colapsé"

Siete abogados en sus primeros años de carrera en despachos relatan a estudiantes en sus últimos años de Derecho qué deben saber para enfrentar el reto de adentrarse en la abogacía de élite

Foto: Los júniors: cómo es fichar por un gran bufete. (Pexels)
Los júniors: cómo es fichar por un gran bufete. (Pexels)
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Se habla mucho de ellos —de cuánto cobran, qué les motiva, cuáles son sus valores o de por qué cuesta tanto entenderles—, pero pocas veces se les escucha. Sin embargo, conocer y entender la percepción que tienen los abogados en sus primeros años de carrera, júniors o ya asociados, es esencial para atraer y fidelizar un talento joven imprescindible para nutrir la base de unas organizaciones, los bufetes de élite, estructuradas de acuerdo a un sistema piramidal y a un modelo de carrera de up or out o similar. Las quejas que la gran mayoría de socios expresa en privado respecto de las nuevas generaciones de abogados no alteran una realidad inexorable: mientras los despachos sigan organizándose como lo han hecho hasta ahora —y con permiso del impacto que pueda tener en el medio plazo la inteligencia artificial—, sus cúpulas deberán renovar sus esfuerzos por dar con la tecla para conectar con los jóvenes que estudian Derecho.

En este sentido, resulta especialmente reveladora la jornada DeustoLawyers 2023, organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto, en la que una representación de exalumnos de la institución académica que ya se encuentran ejerciendo en grandes despachos de abogados respondió las dudas planteadas por los estudiantes de los últimos cursos de grado o doble grado. Un diálogo que, tanto por las preguntas, como por las respuestas, sirvió para retratar las preocupaciones, desvelos e intereses de quienes, en no demasiados años, estarán pilotando algunos de los pleitos más relevantes del país o protagonizando las negociaciones de las grandes operaciones. Qué espera un gran bufete de un estudiante, cómo tener éxito en los procesos de selección, qué enseña el ejercicio profesional que no se aprenda durante la carrera o qué se siente la primera vez que se atiende la llamada de un cliente fueron algunas de las preguntas que los alumnos plantearon a unos alumni que no rehuyeron ninguna cuestión.

Entre los consejos y advertencias de los ya ejercientes a los futuros egresados no faltó, por supuesto, el tomar conciencia de que se trata de una profesión que exige sacrificios en forma de tiempo y esfuerzo. "La abogacía en un gran despacho requiere mucha dedicación, pero a la vez es muy gratificante", expuso Elene Gangoiti, letrada en Gómez-Acebo & Pombo. Por ello, coincidieron los ponentes, conviene elegir bien el propio camino. Tomar la decisión de qué oferta aceptar o hacia dónde enfocarse "puede resultar abrumador", empatizó Arrate Costela, de EY Abogados, "pero no hace falta precipitarse. Tenéis toda la vida por delante, no os dejéis arrastrar por la marea; haced lo que os gusta y no lo que creéis que debéis hacer". Pese a la presión del momento, los jóvenes letrados coincidieron en recomendar a los todavía estudiantes permanecer calmados y analizar bien todas las opciones, pero también permitirse el error, pues "ninguna decisión es para siempre".

placeholder Sentados, desde la izquierda: Josu González (Uría), Elene Gangoiti (GA_P), Sandra Albarrán (Lawsome), Arrate Costela (EY Abogados), Carmen Urtasun (LKS Next Legal), Ane Corrales (Pérez-Llorca) y Aroa Gaawan (KPMG Abogados).
Sentados, desde la izquierda: Josu González (Uría), Elene Gangoiti (GA_P), Sandra Albarrán (Lawsome), Arrate Costela (EY Abogados), Carmen Urtasun (LKS Next Legal), Ane Corrales (Pérez-Llorca) y Aroa Gaawan (KPMG Abogados).

En los procesos de selección, la clave, antes que derrochar conocimiento, es ser uno mismo. "Cuanto más tranquilos y más naturales seáis, mejor os irá", señaló Ane Corrales, de Pérez-Llorca, pues los bufetes, según su experiencia, dan mucha importancia al lado humano de los candidatos y valoran su encaje en el colectivo. Al fin y al cabo, la abogacía en este tipo de firmas es un trabajo en equipo. "Tratad de conectar con el entrevistador", señaló Aroa Gaawan, de KPMG Abogados, incluso en el cara a cara con el socio. "Si habéis llegado hasta ahí, los aspectos técnicos básicos se os presuponen, así que haced valer otras cualidades. Impone verse ante un socio, pero no hay que estar nervioso; no deja de ser una entrevista más". Los alumnos escuchaban con cierto gesto de escepticismo, con el rostro de que aquello que escuchaban era mucho más fácil de decir que de hacer.

Foto: Estudiantes universitarios. (Pixabay)

Josu González, de Uría Menéndez, aclaró, no obstante, que todos hablan por intuición, pues "nunca llegas a saber a ciencia cierta por qué te han elegido a ti y no a otro compañero". En cualquier caso, animó a los estudiantes a "venderse" y mostrar sus cualidades. "Tenéis que dejar claro que sois la clase de persona que alguien querría tener en su equipo. El expediente es importante, pero no lo es todo; las firmas también dan mucho valor a los idiomas y a todas aquellas experiencias que demuestran que eres inquieto, curioso y que tienes ganas de aprender", aseveró. Una visión que suscribió Sandra Albarrán, de Lawsome. "Los bufetes saben que, al terminar la carrera y el máster, tu conocimiento técnico aún es limitado; lo que se espera de un recién graduado es buena actitud y ganas de superarse a uno mismo, que seas una esponja", describió.

Sin abandonar la formalidad propia de la profesión, que los siete ponentes mostraron estar interiorizando rápido, los alumni de Deusto dieron muestras de empatía y cercanía con las preocupaciones de quienes deshojan la margarita sobre si dedicarse a la abogacía u opositar; a qué despacho presentar su currículum, o adentrarse ya en la especialización o aguardar a que sea la propia carrera quien les conduzca hacia la misma. Y es que, como mostró un reciente informe sobre talento sostenible elaborado por Women in a Legal World (WLW) y el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), la percepción que tienen los abogados según la generación a la que pertenecen es diametralmente opuesta en materias como la conciliación, la participación de los jóvenes en los procesos de toma de decisiones o el uso de la tecnología. La brecha generacional existe y se está acentuando con la incorporación de la generación Z a las firmas.

Como ponía de manifiesto el documento, elaborado tras encuestar a más de mil letrados de distintas edades y categorías profesionales, los jóvenes valoran el dinero, sin duda, pero no es la única palanca que les motiva. Según los resultados del estudio, tanto millennials como generación Z aspiran a mejoras en la flexibilidad de horarios, la posibilidad de teletrabajar, recibir beneficios externos —como un seguro de salud, gympass, cheque de comida, entre otros— y, finalmente, que se avance hacia modelos de negocio y organización distintos al sistema piramidal y a un único plan de carrera. Unas demandas que aún pocos despachos amparan, pues solo un tercio de los mismos tienen establecidas políticas de retención del talento y más del 60% no ha implementado ningún sistema para fidelizar a los profesionales. Ello a pesar de que la gran mayoría señala la fuga de talento como el gran problema del sector: el 80% reclama estrategias en este sentido.

Como expusieron los letrados participantes en DeustoLawyers 2023, lidiar con la presión que supone tener que enfrentarse a un cliente o gestionar un caso es uno de los grandes miedos que enfrenta un abogado joven. "Con el primer asunto colapsas; por supuesto que sufres y piensas '¿por qué me dan esto a mí si no estoy preparado?', pero si otros confían en ti, tú también debes hacerlo", animó Arrate Costela a los estudiantes. Un consejo muy similar al que ofreció Carmen Urtasun, de LKS Next Legal, para enfrentarse a la primera llamada con un cliente. "Naturalidad y confianza. Si tu equipo te la ha encargado es porque estás preparado y, si no sabes algo, no pasa nada por decir 'esto tengo que consultarlo'. De hecho, el cliente lo puede agradecer porque sabe que estás respaldado por tus mayores".

"En mi primera call con clientes me moría de los nervios", confesó Sandra Albarrán, "pero luego te das cuenta de que son retos para los que ya estás preparado cuando te empujan a hacerlos". Porque uno de los puntos críticos en los que incidieron varios de los presentes en la mesa es en no tener miedo a asumir responsabilidades. Una valentía que puede ser diferencial en la progresión en el seno de organizaciones tan exigentes como son los despachos. "Estudiad, informaros y preparaos bien cada asunto, pero también valorad vuestra propia opinión y sed proactivos", indicó Aroa Gaawan.

Los siete jóvenes letrados recomendaron a quienes están cerca de empezar su carrera profesional que se animaran a hacer prácticas "cuanto antes", pues aunque la formación universitaria sea de primer nivel, aún quedan muchas cosas por aprender para poder surfear con éxito los desafíos que plantea el ejercicio de la abogacía. "Tienes que ser capaz de gestionar muchos casos a la vez; manejar vencimientos, plazos procesales y una agenda intensa; tener claro cuánto tiempo dedicas a cada cosa y qué priorizar, y entender cómo debes tratar a un cliente o responder a un compañero", enumeró Josu González.

Se habla mucho de ellos —de cuánto cobran, qué les motiva, cuáles son sus valores o de por qué cuesta tanto entenderles—, pero pocas veces se les escucha. Sin embargo, conocer y entender la percepción que tienen los abogados en sus primeros años de carrera, júniors o ya asociados, es esencial para atraer y fidelizar un talento joven imprescindible para nutrir la base de unas organizaciones, los bufetes de élite, estructuradas de acuerdo a un sistema piramidal y a un modelo de carrera de up or out o similar. Las quejas que la gran mayoría de socios expresa en privado respecto de las nuevas generaciones de abogados no alteran una realidad inexorable: mientras los despachos sigan organizándose como lo han hecho hasta ahora —y con permiso del impacto que pueda tener en el medio plazo la inteligencia artificial—, sus cúpulas deberán renovar sus esfuerzos por dar con la tecla para conectar con los jóvenes que estudian Derecho.

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