Leya levanta casi 10 millones para ampliar el desarrollo de su solución de IA jurídica

Leya, la herramienta de inteligencia artificial jurídica que busca destronar a Harvey, ha captado 10,5 millones de dólares— 9,7 millones de euros al cambio— para mejorar y ampliar el desarrollo de su solución para bufetes y asesorías jurídicas. La ronda ha sido liderada por Chetan Puttagunta de Benchmark, que también formará parte del consejo de administración, junto a Hummingbird, SV Angel y Y-Combinator

Según confirma Max Junestrand, CEO de la empresa, en conversación con este medio, este dinero estará muy "enfocado en construir un producto grande. Tenemos pocas horas del día, pero mucho trabajo, por lo que tenemos que traer a los mejores ingenieros y legaltech para hacer esta herramienta". Actualmente, son poco más de 20 personas las que trabajan en la startup legal y en España ya tienen más de 15 clientes.

Con el dinero levantado en esta ronda de financiación se encargarán de expandirse en todos los sentidos, tanto con profesionales como en atributos de la solución, y en profundizar sus asociaciones y construyendo el futuro del trabajo legal. "Nuestra principal meta es añadir nuevas funcionalidades a Leya para hacerla una herramienta cada vez más completa y grande para los abogados", puntualiza el director ejecutivo.

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El mercado español ha sido bien valorado por el CEO, quien asegura que se trata de un ecosistema donde pretenden llegar a más abogados para agilizar su trabajo. Recordemos que Pérez-Llorca fue el primer despacho español en integrar Leya, y según comentaron en aquel momento a este medio, su aplicación sería "progresiva" para permitirles avanzar en su camino hacia la innovación. Araoz & Rueda es otro de los bufetes nacionales que apostaron por la startup sueca. Otros bufetes, como Uría, Garrigues, Cuatrecasas y Allen, han optado por su gran competencia, Harvey.

"Confío que llegaremos a trabajar con las grandes firmas y abogados españoles. No quiero que ellos pierdan el tiempo haciendo tareas que no encuentran agradables. No estudiaron Derecho para estar revisando papeles, sino para ejercer de otras formas. Con Leya para solucionar este problema: cómo minimizamos el riesgo y expandimos el negocio, de eso de trata", señala el CEO.

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Según adelantó El Confidencial, Leya aterrizó en España en febrero de este año, tras haber alcanzado un acuerdo con la editorial jurídica Iberley. La legaltech pone a disposición de bufetes y asesorías jurídicas un asistente legal que es capaz de combinar la información específica del caso con las bases de datos jurídicas actualizadas para, utilizando una combinación de lenguaje natural (LLM) de última generación y tecnología de recuperación de datos, ofrecer respuestas "contextualizadas y precisas".

En concreto, Leya accede directamente a archivos y documentos y luego los combina con datos legales de más de 15 jurisdicciones, siempre proporcionando citas a nivel de oración y referencias al material subyacente en su producción; tanto en revisiones de due diligence, conversación, como al editar o revisar documentos directamente.

"Nuestra principal meta es añadir nuevas funcionalidades a Leya para hacerla una herramienta cada vez más completa y grande para los abogados"

Esta es su segunda ronda de financiación, tras haber levantado una pre seed en abril de este año con Y- Combinator. Los fundadores realizaron el programa especializado para startups en Estados Unidos realizado por la aceleradora. Después de haber acabado su trayectoria en el curso, diferentes inversores decidieron apostar por esta herramienta para abogados.

Actualmente, están abriendo una oficina en Londres, tienen la pica puesta en Suecia, Dinamarca, Finlandia y España y también funcionan en Países Bajos y Francia. Ahora, según comenta a este medio el CEO, también empezarán a trabajar con firmas de Latinoamérica. La IA ha facilitado su llegada a diferentes partes del mundo, ya que Leya se adapta a todas las jurisdicciones en las que están. "Ahora, si le enseñas a la IA, puedes combinar todo el conocimiento local y es posible que se pueda usar de gran forma en todos los países", apunta Junestrand.