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Cuéntame (cómo deducir esa inversión): el 'tax equity' cultural da alas a los bufetes
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España como el 'Hollywood europeo'

Cuéntame (cómo deducir esa inversión): el 'tax equity' cultural da alas a los bufetes

Las áreas Cultural y Fiscal de las firmas han visto un aumento de negocio en estas inversiones desde el cambio de normativa, y auguran una mayor carga de trabajo en el asesoramiento para estas deducciones fiscales

Foto: Grabaciones de la producción de la serie 'Cuéntame cómo pasó'. (@cuentametve)
Grabaciones de la producción de la serie 'Cuéntame cómo pasó'. (@cuentametve)
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Los inversores han encontrado su nicho: las producciones culturales, festivales y el ámbito del teatro debido a sus beneficios fiscales. Es fácil. Rentabilidades del 20% y riesgo 0. Se trata de uno de los grandes negocios que han cogido impulso en los últimos años, especialmente después de una última modificación en la Ley de Impuesto de Sociedades (LIS). Este boom de interés en deducciones fiscales, también conocido como tax equity cultural, está dando mucho trabajo a algunos bufetes de abogados, especialmente a las áreas de Cultura y Fiscal, que acompañan y deben asesorar tanto a los clientes como a las propias productoras de grandes películas, series, obras teatrales o festivales para conseguir el mejor resultado en este proceso de inversión.

El objetivo de estas inversiones es financiar este tipo de obras para obtener un beneficio además de potenciar la cultura local. La normativa que se modificó en 2021 fomenta la participación del sector privado, quienes pueden conseguir una plusvalía de la aportación realizada, y permite a los promotores reducir hasta la mitad su pago de impuestos directos a través de este aporte de dinero. El límite máximo de deducción que puede generar una producción audiovisual es de 20 millones de euros por película y si es una serie 10 millones por capítulo. Para la música, el porcentaje es diferente, y el límite son 500.000 euros por contribuyente.

Para estos procesos, los bufetes tienen un papel fundamental, y al haber un auge de inversiones de esta índole en los últimos años, para los próximos meses, de cara a verano, las firmas aseguran que calientan motores porque son los más importantes para los eventos culturales en España. Sin embargo, cada uno de los bufetes lo organiza de forma distinta. Algunos tienen un equipo especializado en el departamento de Cultura y otros, lo hacen a través de su área Fiscal. Por ejemplo, Cuatrecasas dispone de un grupo multidisciplinar para atender las necesidades de sus clientes y está liderado por su grupo de Fiscal, pero también trabaja en conjunto con los departamentos de Propiedad Intelectual, Mercantil y Financiación. En este sentido, según explican desde el despacho, lo que hacen es crear un grupo especializado y ad-hoc, dependiendo del caso que reciban y el asesoramiento que pidan los clientes.

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"Hay que tener en cuenta que las peticiones de asesoramiento de los clientes pueden venir tanto desde los propios productores como de los inversores. También, asesoramos a las entidades financieras que operan en este ámbito, asistiéndoles en la estructuración de los proyectos desde un punto de vista jurídico y contractual", comenta Ismael González, socio del grupo de Fiscal de Cuatrecasas, especializado en Cultura, Deporte y Entretenimiento.

Ontier es otro de los bufetes que ha sido partícipe de este tipo de operaciones y que incluso, al ver que era una área de interés de sus clientes, crearon OM-MA (Ontier Media & Music Advisory) hace un par de años. La finalidad de este vehículo es prestar un servicio de consultoría especializado a clientes del sector del entretenimiento, principalmente promotores musicales y productoras audiovisuales, así como también atender a los clientes del despacho que estén interesados en este producto de ahorro fiscal.

Su equipo se preocupa, principalmente, de analizar, estudiar y estructurar los proyectos, y además, controlan las operaciones realizadas por los productores y promotores generadores de las deducciones fiscales, que va de la mano con el departamento de Tributario y Corporate para analizar el control de legalidad y viabilidad jurídica de la estructuración, así como su ejecución. "Los potenciales inversores u ahorradores de estos productos son, en muchos casos, los propios clientes de Ontier interesados en este producto, así como otros empresarios, ya sean personas jurídicas o físicas, con una elevada carga impositiva que tienen interés en ayudar a la financiación de este tipo de proyectos", asevera Pedro Contreras, director de OM-MA.

Foto: Íñigo Méndez de Vigo. (Reuters)
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En Andersen, por otro lado, los encargados principales de realizar este tipo de servicios son los del equipo de Cultura, Deporte y Entretenimiento. En este grupo, de aproximadamente 30 personas, hay profesionales que también están especializados en derecho Fiscal, Propiedad Intelectual, Regulatorio y Financiación. La gran diferencia con otros bufetes, es que el acercamiento que el equipo toma es siempre desde la perspectiva del productor, tanto audiovisual como de artes escénicas. Esto lo dividen por etapas: preproducción (análisis de la financiación y de la estructura de producción) rodaje (damos apoyo incluso con nuestros propios controlers a través de su sociedad BPO MEDIA) y posproducción.

En la primera fase es donde analizan la financiación de la obra y empezamos a trabajar la monetización de la deducción fiscal que genera la Obra y la cuantifican, pero no será hasta en una fase muy posterior cuando comercializan la deducción fiscal. De esta forma, el acompañar en este proceso, les permite que, llegado el momento de buscar inversores fiscales interesados en reducir su factura fiscal adquiriendo la deducción fiscal que generan este tipo de proyectos, desde el bufete puedan estar "en disposición de facilitar al inversor una due-dilligence completa del proyecto y garantizar que todas las áreas del mismo han sido revisadas. Este control jurídico y financiero otorga seguridad tanto al inversor fiscal como a nuestro cliente productor", sentencia Patricia Motilla, socia responsable del departamento de Cultura, Deporte y Entretenimiento de Andersen.

Los inversores han encontrado su nicho: las producciones culturales, festivales y el ámbito del teatro debido a sus beneficios fiscales

Fils Legal, que se han ido especializando en el asesoramiento legal de los tax equity culturales, ayudan a emprendedores y empresas en todo tipo de inversiones, y denotan un cambio importante en el mercado legal con las deducciones debido al apetito inversor. Como despacho, asesoran tanto a las promotoras como a los clientes y los guían en cómo pueden acogerse a esta normativa, en cuál es el destino de la financiación, el momento en que deben realizarla, entre otros. "Garantizamos que la deducción que va a comprar es correcta, que se ha generado todo bien, le ayudamos a redactar el contrato de financiación, le hacemos todos los trámites ante la Agencia Tributaria. Intentamos darle el ciclo completo", comenta Ricardo Muñoz, counsel de Fils Legal.

Así como ellos, también existen otras firmas especializadas en ofrecer soluciones para impulsar el negocio de la música, el cine, o teatro, como lo es TaxMM (music & media). Ellos se dedican específicamente a la financiación de producciones de música en directo, teatro, de cine o entretenimiento desde la aprobación del nuevo régimen fiscal del sector en 2015, y trabajan de la mano con los despachos y distintas firmas que apoyan en la parte legal de todo el proceso. "Intentamos mejorar el proceso, hacer un trabajo totalmente personalizado y un servicio 360 grados para productores e inversores", enfatiza Jorge Paredes, fundador de la consultora.

El cambio normativo que impulsó el negocio

Esta situación de auge, sin embargo, hace algunos años no se sentía tan fuerte como ahora. El cambio en la Ley de Impuesto sobre Sociedades ha dado impulso a estos movimientos porque favorece la inversión y los despachos han notado un antes y un después con la modificación. Antiguamente, solamente se utilizaban las Agrupaciones de Interés Económico, conocidas como las AIE. Esta era considerada como una figura compleja, y que ahora, con el nuevo artículo de la LIS (el 39.7), se ha facilitado todo el proceso.

En concreto, en 2021 se introdujo esa modificación que permite que aquellos colaboradores que contribuyan en la financiación de las actividades que generan la deducción de producciones audiovisuales, y espectáculos musicales en vivo de la LIS, puedan gozar de la deducción prevista en dichos artículos. Es decir, el artículo 39.7 de la LIS da acceso a la deducción por producciones audiovisuales y de espectáculos en vivo a inversores “ajenos” a la producción y promoción del propio espectáculo, sin necesidad de recurrir a estructuras de AIE, y lo hace a través de la figura de los contratos de financiación.

Foto: Lucía y Omar, concursantes de 'Gran Hermano 15'. (Telecinco)

"El cambio normativo ha simplificado la operativa jurídica y ha facilitado la compresión del producto de ahorro fiscal, lo que ha provocado que se despierte el interés de mucho de ellos", zanja Contreras. El experto aclara que dicha modificación, además de abrir el apetito inversor, ha provocado la aparición de numerosos operadores en el mercado para estructurar este tipo de operaciones, en algunos casos, “sin el debido grado de especialización y conocimiento del sector y de las operaciones, lo que puede suponer un riesgo elevado para el inversor”.

"Antiguamente, las productoras no generaban el beneficio suficiente para aprovechar estas deducciones. Si no tienes margen, no puedes aplicar nada, entonces nació el AIE. La base de la deducción se imputaba a los socios que tenían las participaciones al 31 de diciembre. Era una figura un poco controvertida, porque era compleja, era difícil demostrar que realmente era el productor, y era una estructura muy de papel", comenta Ricardo Muñoz.

TaxMM, por ejemplo, entre 2023 y 2024 consiguió financiar producciones por un importe de aproximadamente 100 millones de euros. “Esto hace unos años era totalmente inverosímil e imposible, porque te miraban un poco como un extraterrestre, a pesar de que esto estaba totalmente regulado por la ley. Cuando tú mezclas el mundo de algún inversor, de renovables o de ganadería con el mundo de la música, se les parecía extraño y no llegaban a entender. Todo cambió con el contrato de financiación”, comenta Paredes.

Es tal el trabajo que ha comenzado a dar, que despachos como Andersen aseguran estar llegando a una cuota nunca antes vista y dicen haber notado un importantísimo incremento de los inversores. "Si antes de la aparición del contrato de financiación en nuestro ordenamiento jurídico el mercado inversor no se activaba hasta el mes de noviembre o diciembre, podemos afirmar que a fecha de hoy en todas nuestras producciones tenemos ya la colocación casi cerrada", declara Motilla, a lo que añade que, actualmente, el mercado está llegando a su tope de capacidad, porque "en estos momentos, ya hay más inversores que producto".

"El cambio normativo ha simplificado la operativa jurídica y ha facilitado la compresión del producto de ahorro fiscal"

A pesar de ello, de cara a futuro, la gran mayoría de los bufetes creen que se mantendrá la tendencia al alza: "El modelo debería seguir la senda positiva de estos últimos años siempre que se siga reforzando la seguridad jurídica", mencionan desde Cuatrecasas. Mismas líneas que apuntan en Ontier, quienes piensan que la normativa debe seguir mejorando con el fin de dar mayores incentivos para fomentar tanto la cultura como la inversión, convirtiéndolo todo en un círculo beneficioso para la economía. "Creemos que en los próximos años se mantendrá la tendencia de crecimiento de estas operaciones, si bien, para ello, resultan esenciales políticas legislativas de mantenimiento y mejora de estos incentivos, así como que, por parte de la Administración Tributaria, se precisen y aclaren en mayor medida las posibles cuestiones controvertidas, al objeto de conseguir la mayor seguridad jurídica posible", indica el director de OM-MA.

El Hollywood europeo

Aunque el país va por buen camino y la inversión en cultura a nivel general ha ido en constante aumento, tanto por el lado privado como por ayudas de los presupuestos, aún queda bastante por mejorar, según piensan desde los bufetes. El socio del grupo de Fiscal de Cuatrecasas, afirma que la situación del incentivo fiscal en España ha mejorado notablemente desde la introducción del mecanismo regulado de los contratos de financiación, y piensa que en comparación con otros países, se puede calificar la situación en España como notable. "Sin perjuicio de ello, existen todavía mejoras que podrían introducirse, especialmente desde el lado de la seguridad jurídica. Más difícil nos parece que se incremente el importe de las deducciones", sostiene.

Foto: El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. (EFE/Kiko Huesca)

Desde Ontier ponen el foco en que España, dentro de los países de la UE, ha sido pionera en el establecimiento de este tipo de incentivos para los espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. Así como la socia responsable del departamento de Cultura, Deporte y Entretenimiento de Andersen, indica que España está preparada para convertirse en la locomotora de Europa en ámbitos audiovisuales al igual que Hollywood para EEUU y Bollywood para la India. "Sin embargo, para adquirir este liderazgo, es necesario un último esfuerzo de apoyo por parte de nuestro legislador en un momento en el que nuestros países vecinos están reaccionando ante el despegue que España había iniciado estos años atrás en la industria", finaliza.

Los inversores han encontrado su nicho: las producciones culturales, festivales y el ámbito del teatro debido a sus beneficios fiscales. Es fácil. Rentabilidades del 20% y riesgo 0. Se trata de uno de los grandes negocios que han cogido impulso en los últimos años, especialmente después de una última modificación en la Ley de Impuesto de Sociedades (LIS). Este boom de interés en deducciones fiscales, también conocido como tax equity cultural, está dando mucho trabajo a algunos bufetes de abogados, especialmente a las áreas de Cultura y Fiscal, que acompañan y deben asesorar tanto a los clientes como a las propias productoras de grandes películas, series, obras teatrales o festivales para conseguir el mejor resultado en este proceso de inversión.

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