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Seis de cada diez abogados asegura haber sufrido ansiedad en el último año por estrés
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I ESTUDIO SOBRE SALUD MENTAL DEL ICAM

Seis de cada diez abogados asegura haber sufrido ansiedad en el último año por estrés

El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid ha lanzado un estudio sobre el estado de la salud mental de los abogados madrileños, donde se desvela que las mujeres y los jóvenes son los colectivos más afectados

Foto: Seis de cada diez abogados asegura haber sufrido de ansiedad en el último año
Seis de cada diez abogados asegura haber sufrido de ansiedad en el último año

La salud mental se ha convertido en uno de los temas principales a nivel global, especialmente cuando se relaciona a la vida laboral. La abogacía es una de las carreras que siempre se ha asociado con estrés y problemas de conciliación, por lo que el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), y la Fundación ICAM Cortina publicaron la I Encuesta sobre salud mental de la abogacía madrileña con el objetivo de conocer la situación de los profesionales en cuanto a su grado de bienestar en términos de bienestar mental, psicológico y emocional, físico y social con el fin de detectar las necesidades de sus colegiados/as para así poder desarrollar iniciativas para fomentar su bienestar y salud mental. Este revela que seis de cada diez abogados asegura haber sufrido de ansiedad como primera causante de estrés por condiciones laborales durante el último año.

El estudio pone esta como el principal síntoma presente entre los letrados, quedando con un 67%, mientras que el sedentarismo y la falta de ejercicio regular le sigue con el 48,6%. En tercer lugar, está la fatiga (46,6%), los pensamientos negativos y deprimentes (43,2%), y para cerrar el top 5, está la alteración emocional con un 43%. "Esto significa que se debe hacer algo sobre cómo se sienten las personas en el trabajo, cómo ayudarlas a lidiar con el estrés, encontrar un buen equilibrio entre el trabajo y la vida y hacer del trabajo un lugar agradable para estar, así podremos reducir estos problemas", indica el documento.

Por otro lado, hay otros síntomas que se detectaron. Entre ellos, está el impacto negativo en la salud física (26,9%), la falta de rutinas de sueño (23,9%), el aislamiento social o problemas en la vida familiar o en las relaciones, 19,5% y 16,1% respectivamente. También hay factores como la alimentación poco saludable, pensamientos suicidas, automedicación o autolesión, entre otros.

Pero también se puede analizar la ansiedad según sexo y edad. Por ejemplo, este síntoma es mayoritario en mujeres y en los segmentos intermedios de edad (42% se lo lleva este segmento de 46 a 60 años), y se da por igual en todos los lugares de trabajo. Los de menos de 30 años suman un 12%, de 31 a 45 años un 31%, y finalmente los de más de 60 años, alcanzan un 15% que sufren ansiedad.

A la hora de analizar la causa principal del malestar, los letrados destacan de forma especial la incapacidad para poder descansar y desconectar del trabajo. En segundo lugar, se encuentra la presión para trabajar largas horas, seguido de la falta de herramientas para administrar eficazmente el tiempo, la incapacidad para conciliar, la ausencia de reconocimientos o valoración del trabajo por parte de sus empleadores, la presión para cumplir con los objetivos (horas facturables, captación de clientes, etcétera) y la falta de claridad sobre lo que se espera de ellos en el trabajo.

“En mi trayectoria, he visto cómo colegas brillantes y dedicados se han visto abrumados por la carga de trabajo, los plazos inamovibles y la presión por cumplir con las expectativas de los clientes. Conozco historias de ansiedad, agotamiento y una profunda sensación de soledad, especialmente entre aquellos que trabajan en despachos unipersonales o en estructuras laborales complejas. Estas experiencias no son aisladas; son una realidad compartida por muchos en nuestra profesión y que, por fin, este estudio cuantifica y visibiliza para avanzar en las soluciones”, lamenta Isabel Winkels, vicedecana del ICAM.

La presencia de estos síntomas lleva a los letrados a evaluar su trabajo como un elemento nocivo en su vida. La mitad de ellos considera que la profesión impactó de manera negativa o extremadamente negativa en su estado mental y psicológico. En la misma línea, cerca de la mitad de los encuestados indican que su estilo de trabajo les impide pasar tiempo con su familia y amigos. Para algunos (cerca del 25%), la situación es tan crítica que se han planteado dejar la profesión para buscar otro empleo u opositar. Un porcentaje similar, además, se ha sentido en algún momento incapaz de desempeñar su trabajo y cuatro de cada diez han pensado darse un descanso, aunque luego no lo han hecho.

Foto: El ICAM lanza la primera guía práctica de prevención de suicidios en la abogacía

“La necesidad de estar conectado las 24 horas del día, los siete días de la semana, me ha hecho imposible conciliar mi vida laboral con la personal. Incluso durante las vacaciones, se espera que esté disponible para resolver problemas”, lamenta uno de los encuestados. “A medida que llevo más años ejerciendo noto un aumento en la crispación que me produce el sector legal en general”, explica otro, que alude a la poca valoración social de la profesión, los bajos sueldos y las faltas de respeto y de empatía por parte de jueces, magistrados y fiscales como algunos de los elementos que alimentan el desencanto.

Mujeres y jóvenes, los más estresados

Aunque los síntomas de malestar psicológico son una realidad generalizada en el sector, estas sensaciones suelen ser más frecuentes entre las mujeres y, en especial, los más jóvenes. Así, el estudio muestra que ambos colectivos tienden a sentirse más intranquilos, duermen peor y sufren tasas más elevada de estrés y ansiedad. Concretamente, solo una de cada cuatro abogadas dice haberse sentido tranquila y relajada en las últimas dos semanas, mientras que, entre los hombres, el porcentaje roza el 40%. Del mismo modo, las mujeres afirman no tener capacidad para tomar tantos descansos como sus compañeros varones, y los menores de 30 años experimentan una presión más alta para trabajar muchas horas en comparación con los abogados de mayor edad.

Los colegiados más noveles son, a su vez, los más propensos a ver su trabajo como un factor de malestar en su vida. De hecho, seis de cada diez menores de 30 años afirman que la profesión tiene un impacto negativo en su estado mental y psicológico, y tan solo el 16% califica el trabajo como influencia positiva. Por el contrario, casi la mitad de los profesionales mayores de 60 se inclinan por la visión optimista.

Foto: Fachada del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM).

La respuesta de bufetes y empresas

Frente a este malestar generalizado en el colectivo, hay otro dato que llama la atención: la falta de iniciativas efectivas por parte de los bufetes y empresas empleadoras para hacer frente a los problemas relacionados con la salud mental. Según revela el sondeo, alrededor del 80% de los letrados consideran que la respuesta que dan ante problemas vinculados al bienestar es ineficaz o irrelevante. La mayoría desconoce directamente lo que hacen sus bufetes o empresas para dar apoyo a los profesionales y abordar cuestiones como la ausencia de herramientas para administrar eficazmente el tiempo, la falta de claridad sobre lo que se espera de ellos en el trabajo o la incapacidad para hacer descansos, entre muchas otras.

“El ambiente tóxico en algunos despachos hace que la necesidad de apoyo emocional sea aún más evidente. Todos deberíamos tener acceso a espacios donde podamos expresar nuestras inquietudes y recibir el respaldo necesario para mantenernos emocionalmente saludables”, comenta uno de los participantes del sondeo. Las únicas medidas destacadas por los letrados son la implantación del teletrabajo y la adopción de modelos de horarios flexibles. De hecho, el trabajo remoto es la solución predilecta de los abogados para mejorar su bienestar, al considerar que reduce el estrés relacionado con los desplazamientos y permite una mejor gestión del tiempo.

La salud mental se ha convertido en uno de los temas principales a nivel global, especialmente cuando se relaciona a la vida laboral. La abogacía es una de las carreras que siempre se ha asociado con estrés y problemas de conciliación, por lo que el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), y la Fundación ICAM Cortina publicaron la I Encuesta sobre salud mental de la abogacía madrileña con el objetivo de conocer la situación de los profesionales en cuanto a su grado de bienestar en términos de bienestar mental, psicológico y emocional, físico y social con el fin de detectar las necesidades de sus colegiados/as para así poder desarrollar iniciativas para fomentar su bienestar y salud mental. Este revela que seis de cada diez abogados asegura haber sufrido de ansiedad como primera causante de estrés por condiciones laborales durante el último año.

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