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La acidez atmosférica impacta en la ecología oceánica
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ha aumentado un 30%

La acidez atmosférica impacta en la ecología oceánica

Un nuevo estudio dirigido expone que el aumento de la acidez en la atmósfera está alterando el equilibrio ecológico de los océanos, afectando la productividad del océano y su capacidad para absorber CO₂

Foto: Ahora mismo hay más CO2 disolviéndose en los océanos que nunca antes. Unsplash
Ahora mismo hay más CO2 disolviéndose en los océanos que nunca antes. Unsplash

Según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), en los más de 200 años transcurridos desde que comenzó la Revolución Industrial, la concentración de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera ha aumentado debido a las acciones humanas. Durante este tiempo, el pH de las aguas superficiales del océano se ha reducido en 0,1 unidades de pH. Aunque parezca que es muy poco, hay que tener en cuenta que la escala de pH es logarítmica, es decir, este 0,1 representa aproximadamente un aumento del 30% en la acidez. Lo que ya no parece tan nimio, ¿verdad?

La escala de pH va de 0 a 14, siendo 7 un pH neutro. Cualquier valor superior a 7 es básico (o alcalino) y cualquier valor inferior a 7 es ácido. Esta escala es inversa a la concentración de iones de hidrógeno, por lo que más iones de hidrógeno se traduce en una mayor acidez y un pH más bajo.

"Los ácidos atacan la superficie de las partículas de polvo del desierto, aumentando la proporción de fósforo y hierro disueltos en los océanos"

Debido al aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera provocado por nuestras actividades, hay más CO₂ disolviéndose en el océano que nunca.

Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, revela nuevos datos y consecuencias: el aumento de la acidez en la atmósfera está alterando el equilibrio ecológico de los océanos. El estudio, publicado en la revista Science Advances, y patrocinado por el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Aspectos Científicos de la Protección del Medio Marino (GESAMP), es el primero que analiza el impacto de la acidez en el transporte de nutrientes al océano, demostrando que la forma en que se entregan los nutrientes afecta la productividad del océano y a su capacidad para absorber CO₂ de la atmósfera.

Efectos colaterales de la acidez atmosférica

"Las emisiones humanas de contaminantes han provocado cambios significativos en la acidez de la atmósfera, lo que ha provocado efectos ambientales bien conocidos, como la lluvia ácida", comenta el profesor de química marina y atmosférica Alex Baker y líder del estudio. "La acidez atmosférica afecta la cantidad y distribución de nutrientes (nitrógeno, fósforo y hierro) suministrados al océano. Los ácidos atacan la superficie de las partículas de polvo del desierto a medida que se transportan a través de la atmósfera, aumentando la proporción de fósforo y hierro contenidos en esas partículas que se disolverán cuando el polvo caiga al océano", aclara.

Según los expertos, el aumento de la acidez desde la Revolución Industrial (que se inició en 1760) ha incrementado las proporciones de fósforo y hierro que son solubles en un 14% y un 16% respectivamente, lo que habría tenido un efecto fertilizante directo sobre el fitoplancton marino.

placeholder La crisis climática facilita la disolución en los océanos del polvo del desierto. Unsplash
La crisis climática facilita la disolución en los océanos del polvo del desierto. Unsplash

Pero esto no es todo. También desde la Revolución Industrial, las emisiones contaminantes han duplicado al menos la cantidad de nitrógeno sumado a los océanos a través de la atmósfera.

"Las emisiones antropogénicas continuarán cambiando la acidez de la atmósfera en el futuro. Los controles de emisiones implementados para hacer frente a la lluvia ácida reducirán la acidez de los aerosoles en muchas regiones del mundo, mientras que el desarrollo económico continuo probablemente verá aumentos adicionales de la acidez en otras regiones", explica Athanasios Nenes, de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, Suiza, y del Centro para el Estudio de la Calidad del Aire y el Cambio Climático de la Fundación para la Investigación y Tecnología Hellas en Patras, Grecia.

¿Qué nos depara el futuro?

La NOAA advierte que las estimaciones de los niveles futuros de dióxido de carbono, basadas en escenarios de emisiones similares a las actuales, indican que para finales de este siglo las aguas superficiales del océano podrían tener un pH de alrededor de 7,8. Y es muy poco probable que todo el sistema vuelva en algún momento a su condición preindustrial, ya que tanto el calentamiento general, la desoxigenación o los incendios forestales, sobre todo, influyen tanto en el suministro de nutrientes como en la acidez de los océanos.

Foto: Los generadores eólicos marinos forman parte de la 'Blue  Economy'. Reuters

Las consecuencias futuras de todos estos factores son ahora mismo un misterio. Recordemos que miles de millones de personas a lo largo y ancho del planeta dependen de los alimentos que extraemos del océano como principal fuente de proteínas. También empleos y economías se sustentan con los peces y mariscos que habitan nuestros océanos.

Aterroriza pensar que la última vez que el pH del océano fue tan bajo ocurrió durante la mitad Mioceno, hace entre 14-17 millones de años. En estos momentos de la historia, la Tierra estaba unos pocos grados más caliente de media y se estaba produciendo un gran evento de extinción masiva.

Según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), en los más de 200 años transcurridos desde que comenzó la Revolución Industrial, la concentración de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera ha aumentado debido a las acciones humanas. Durante este tiempo, el pH de las aguas superficiales del océano se ha reducido en 0,1 unidades de pH. Aunque parezca que es muy poco, hay que tener en cuenta que la escala de pH es logarítmica, es decir, este 0,1 representa aproximadamente un aumento del 30% en la acidez. Lo que ya no parece tan nimio, ¿verdad?

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