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La contaminación de los motores diésel: una amenaza (más) para las abejas
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Los polinizadores en riesgo

La contaminación de los motores diésel: una amenaza (más) para las abejas

Los gases del escape de este tipo de motores confunden a los insectos de una forma dramática; tanto que son incapaces de olfatear las plantas de las que se alimentan

Foto: Otro efecto negativo de los motores diésel. (EFE/Yoan Valat)
Otro efecto negativo de los motores diésel. (EFE/Yoan Valat)

¿Qué impacto tienen los contaminantes atmosféricos comunes en la polinización de las flores? Un nuevo estudio de la Universidad de Reading, el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido y la Universidad de Birmingham se propuso dar respuesta a esta pregunta en su nuevo trabajo. Por ello, en una prueba de campo controlada, utilizaron un dispositivo de fumigación especialmente diseñado para regular los niveles de óxidos nitrosos (un gas que se encuentra en el escape de diésel) y ozono en un entorno de campo abierto. Las pruebas duraron tres años. Dos recintos más llenos de aire ambiente actuaron como localizaciones de control.

¿Qué niveles utilizaron?

Las concentraciones expuestas en el estudio estaban alrededor del 40-50% de los niveles promedio máximos actualmente definidos por las leyes de EEUU como seguras para el medio ambiente y mucho más bajas que los niveles de contaminación presentes en todo el mundo. Luego, observaron estos contaminantes afectaban a la polinización de las plantas de mostaza negra por parte de los insectos polinizadores locales que volaban libremente por el campo.

"Los hallazgos son preocupantes porque estos contaminantes se encuentran comúnmente en el aire que respiramos todos los días"

Los resultados fueron muy contundentes. Descubrieron que había hasta un 70% menos de polinizadores, hasta un 90% menos de visitas a las flores y una reducción general de la polinización de hasta un 31% en las plantas cuando había presencia de contaminantes comunes del aire a nivel del suelo, incluidos los contaminantes del escape de diésel y el ozono (los contaminantes comunes del aire incluyen óxidos de nitrógeno, ozono, óxidos de azufre y partículas).

La abundancia de abejas, moscas, polillas y mariposas y la frecuencia con la que visitaban las flores fue mucho menor en presencia de óxidos de nitrógeno (NOx) y ozono (03), en comparación con las parcelas donde esos contaminantes estaban ausentes. Los insectos a los que no pareció afectarles la contaminación del aire fueron escarabajos, chinches y avispas parásitas.

¿De dónde provienen estos contaminantes atmosféricos?

Los óxidos de nitrógeno provienen principalmente de las emisiones agrícolas, pero también se producen cuando se queman combustibles fósiles. Combinados con la luz solar y compuestos orgánicos volátiles, pueden formar ozono troposférico (O3). El impacto en los insectos polinizadores es una profunda confusión en su labor de olfatear las plantas de las que se alimentan habitualmente a causa de esta contaminación del aire. Este desbarajuste las hace menos capaces de encontrar las flores, ya que la contaminación del aire empaña el dulce olor de las flores, dificultando que puedan ser identificadas.

placeholder Los óxidos del nitrógeno son uno de los contaminantes más peligrosos. (EFE/Roman Pilipey)
Los óxidos del nitrógeno son uno de los contaminantes más peligrosos. (EFE/Roman Pilipey)

Es un hallazgo terrible. Lo es porque el 70% de los cultivos del mundo, incluidas las manzanas, las fresas o el cacao, dependen de la polinización de insectos, un comportamiento que genera un valor económico de cientos de miles de millones de euros cada año, que representa el 8% del valor total de la producción agrícola de alimentos en todo el mundo.

“Los hallazgos son preocupantes porque estos contaminantes se encuentran comúnmente en el aire que muchos de nosotros respiramos todos los días. Sabemos que estos contaminantes son malos para nuestra salud, y las reducciones significativas que vimos en el número y la actividad de los polinizadores muestran que también hay implicaciones claras para los ecosistemas naturales de los que dependemos”, comenta James Ryalls, líder de la investigación que recoge la revista Enviromental Pollution.

La contaminación del aire también afecta al mundo natural

Se necesitarán más estudios de campo e investigaciones a un nivel más amplio para establecer adecuadamente cuánto aire contaminado confunde a los polinizadores que buscan los olores de las plantas, pero el actual muestra un impacto potencialmente importante tanto en los polinizadores como en las flores como para ser motivo de preocupación.

Foto: Las abejas son susceptibles al uso del sulfoxaflor. (Unsplash)

Así que no solo el cambio climático y la pérdida de hábitat amenazan la existencia de nuestros insectos polinizadores más importantes, sino que también la contaminación del aire puede contribuir a su desaparición al costarles encontrar alimento cada día. Y es que interferir con su capacidad para hallar polen podría ser dañino tanto para el insecto como para la planta que poliniza. Cualquier cosa que interrumpa los quimiorreceptores situados en las antenas de los insectos hará que les sea más difícil encontrar comida y, por tanto, sobrevivir.

Cada vez somos más conscientes del impacto de los contaminantes, pero estamos empezando a darnos cuenta ahora de que las consecuencias sobre los insectos y la salud de los polinizadores podrían ser muy dramáticas.

¿Qué impacto tienen los contaminantes atmosféricos comunes en la polinización de las flores? Un nuevo estudio de la Universidad de Reading, el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido y la Universidad de Birmingham se propuso dar respuesta a esta pregunta en su nuevo trabajo. Por ello, en una prueba de campo controlada, utilizaron un dispositivo de fumigación especialmente diseñado para regular los niveles de óxidos nitrosos (un gas que se encuentra en el escape de diésel) y ozono en un entorno de campo abierto. Las pruebas duraron tres años. Dos recintos más llenos de aire ambiente actuaron como localizaciones de control.

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