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La dualidad energética mundial: las renovables suben, al igual que el carbón
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La dualidad energética mundial: las renovables suben, al igual que el carbón

La pandemia de covid-19 propició un gran aumento de la demanda eléctrica mundial. A pesar de las buenas noticias, los combustibles fósiles más contaminantes (que teníamos planeado dejar de lado) también subieron

Foto: Las renovables ya producen un 38% del total de energía del planeta (iStock)
Las renovables ya producen un 38% del total de energía del planeta (iStock)

En el último lustro, las tres superpotencias mundiales (EEUU, China y la UE en su conjunto) han hecho promesas climáticas más que ambiciosas. El gigante asiático se ha comprometido a alcanzar el cero neto de carbono (lo que no significa no emitir, sino que se capture lo mismo que se emita) para el año 2060, mientras que el país norteamericano y nosotros hemos sido más ambiciosos todavía y nos hemos propuesto alcanzar esa neutralidad climática tan pronto como en el año 2050.

Para lograr estos objetivos (que son esenciales si no queremos provocar cambios catastróficos e impredecibles en el clima del planeta) diversas transformaciones son imperativas. La principal, por supuesto, es la transición energética. Ahora consumimos más energía que nunca antes en la historia de la humanidad. No es que la práctica totalidad de las industrias produzcan más ahora que hace 20 años, sino que si nos fijamos en nuestra propia casa, todas y cada una de las cosas (con la excepción de los libros, y no siempre) consume electricidad: tablet, móvil, Alexa o similar, ordenador, nevera, robot de cocina, calentador de agua, vitrocerámica, cepillo de dientes... La lista es interminable.

"En 2021 el 10% del total de la energía generada en el planeta fue producido por paneles fotovoltaicos y aerogeneradores"

Eso, sumado a un aumento masivo de la población (que, según datos del Banco Mundial, ya ha alcanzado más de 7.700 millones de personas en todo el planeta, un 10,8% más que en el año 2010) ha provocado que la energía que somos capaces de producir sea, en muchos casos, insuficiente (lo que a su vez tiene diversos impactos como, por ejemplo, en su precio). Para más inri, la pandemia de covid-19 en el año 2020 -y los sucesivos confinamientos que provocó- también aumentó la demanda de energía, según informan desde Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés). De hecho, se calcula que el aumento de la demanda equivalió durante el año pasado a "añadir una 'India' más a la red eléctrica mundial".

La solución a estos dos problemas (necesitar más electricidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero) eran, incompatibles, pero intentamos hacer lo correcto: apostar por las energías renovables. Ahora, un nuevo informe del 'think tank' energético Ember ha puesto cifras al esfuerzo renovable mundial: "en 2021 el 10% del total de la energía generada en el planeta fue producido por paneles fotovoltaicos y aerogeneradores".

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Coal mineral exploitation

El crecimiento de estas dos fuentes renovables, apuntan los expertos, se ha duplicado desde el año 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París por el que los países de la Tierra se comprometieron a limitar el calentamiento global a los dos grados centígrados y a "hacer todo lo posible" (aunque no de forma vinculante) para lograr que ese aumento de las temperaturas no superase los 1,5 ºC.

Más importante todavía: según el informe, el 38% de toda la energía producida en el mundo procedió de fuentes renovables (principalmente la quema de biomasa, cuyas emisiones de carbono, al no proceder de fuentes fósiles, no se contabiliza).

placeholder La energía solar aumentó un 300% en Vietnam. (iStock)
La energía solar aumentó un 300% en Vietnam. (iStock)

El problema es que el aumento masivo de la demanda energética durante la pandemia de covid-19 propició el crecimiento de otra fuente cuyo fin habíamos vaticinado ya tiempo atrás (erróneamente, claro), el carbón. Según se expone en el informe de Ember, el sector creció a un ritmo que no alcanzaba desde el año 1985, cuando las limitaciones a este tipo de energía eran mucho menos escasas (o no existían en primer lugar), alcanzando un crecimiento del 9% en 2021.

Este nuevo auge del carbón se debió a los países asiáticos, principalmente China e India. Una de las explicaciones, según Dave Jones, director de Ember, es que "los altos precios del gas evitaron que el sector creciese demasiado, alcanzando solo un 1%. El último año el carbón se volvió mucho más barato que el gas". Y continúa: "Lo que estamos viendo ahora es que en Europa y Asia el precio del gas natural se ha multiplicado por 10 en los últimos 12 meses, mientras que el del carbón 'solo' se ha triplicado".

Foto: El gigante asiático sigue instalado en su doble moral climática. Foto: Reuters

Algunos países han destacado en su implicación con las energías renovables. Desde Ember explican que Vietnam ha habido un paso delante masivo en la producción de energía solar fotovoltaica, que aumentó nada menos que un 300% durante el año 2021. Como explica Dave Jones, "en el caso de Vietnam, el auge de la energía solar se debe a las compensaciones (dinero que el propio estado paga a los consumidores por instalar paneles), que hicieron esa inversión muy atractiva para los hogares y empresas".

Este es, sin duda alguna, el modelo a seguir. Según los expertos, si los países desarrollados quieren cumplir las promesas que han hecho, se calcula que la producción energética mundial procedente de paneles solares y de aerogeneradores debe aumentar, de media, un 20% cada año hasta 2030. Si no, no se alcanzarán los objetivos climáticos.

En el último lustro, las tres superpotencias mundiales (EEUU, China y la UE en su conjunto) han hecho promesas climáticas más que ambiciosas. El gigante asiático se ha comprometido a alcanzar el cero neto de carbono (lo que no significa no emitir, sino que se capture lo mismo que se emita) para el año 2060, mientras que el país norteamericano y nosotros hemos sido más ambiciosos todavía y nos hemos propuesto alcanzar esa neutralidad climática tan pronto como en el año 2050.

Agencia Internacional de la Energía (AIE)
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