¿Prohibir la publicidad de combustibles fósiles? La propuesta de la ONU que ya aplican tres países

"A los ejecutivos de los combustibles fósiles les digo: sus enormes ganancias les dan la oportunidad de liderar la transición energética. No la pierdan". Estas palabras no han sido pronunciadas por un grupo ecologista ni por un partido verde europeo. En realidad, fueron pronunciadas en el Día Mundial del Medioambiente nada menos que por António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La intervención de Guterres, de hecho, fue mucho más allá, aludiendo al gran poder económico de este tipo de empresas. "Hago un llamamiento a las empresas de publicidad para que dejen de actuar como facilitadores de la destrucción planetaria trabajando para la industria de los combustibles fósiles", afirmó. "Dejen de aceptar nuevos clientes de combustibles fósiles y establezcan planes para abandonar los existentes. Están envenenando nuestro planeta y son tóxicos para su marca".

En su discurso, Guterres recordó que "las emisiones globales deben caer un 9% cada año hasta 2030 para mantener vivo el límite de 1,5 grados, pero van en la dirección equivocada: el año pasado, aumentaron un 1%". Y a consecuencia de ello, "estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta. Necesitamos una rampa de salida para salir de la autopista que lleva al infierno climático".

El secretario general de la ONU aludió no solo aludió a las empresas de publicidad, las tecnológicas o los medios de comunicación, sino también a los propios gobiernos. "Muchos restringen o prohíben la publicidad de productos que dañan la salud humana, como el tabaco. Algunos están haciendo lo mismo con los combustibles fósiles. Insto a todos los países a prohibir la publicidad de estas empresas", sentenció.

La ONU pone el foco, además, en la principal actividad a la que se adhieren los combustibles fósiles: el transporte. Según los datos del Gobierno de España, de hecho, este sector es responsable de la mayor cantidad de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Una prohibición creciente, pero minoritaria

Sentado el debate, ¿es viable restringir o incluso prohibir la publicidad de combustibles fósiles? ¿Está haciendo algo España en este sentido? ¿Y los países de nuestro entorno? A nivel continental, la UE está dando ciertos pasos. En marzo de este año, aprobó una directiva que insta a regular las campañas publicitarias "que dan a los consumidores la falsa impresión de que el consumo de un producto no tiene ningún impacto medioambiental", evitando términos como 'climáticamente neutro', 'neutralidad de carbono certificada', 'positivo en términos de carbono', 'cero emisiones netas', 'impacto climático reducido' o 'huella de CO₂ reducida'.

Si nos vamos a entornos más locales nos encontramos con ejemplos como el de algunas ciudades holandesas, entre ellas Amsterdam, en Holanda, que han implementado prohibiciones en espacios de transporte público, algo que fue recomendado incluso por un informe científico de 2023 encargado por el Ministerio de Clima y Energía. Dicho informe concluía que las restricciones a la publicidad, especialmente las dirigidas a los combustibles fósiles, son necesarias y legales para cumplir con los compromisos climáticos y proteger la salud pública.

Otro caso llamativo es el del ayuntamiento de Edimburgo, en Escocia, que ha prohibido los anuncios de vehículos alimentados por combustibles fósiles en espacios públicos. Esta política, promovida por los Verdes escoceses, también incluye una prohibición de la publicidad de vuelos comerciales, SUVs (incluidos los eléctricos) y cruceros. Así mismo, el consistorio de Sheffield, en Reino Unido, ha hecho lo propio con la publicidad y el patrocinio de productos y marcas que contribuyen a la emergencia climática. Las vallas publicitarias propiedad del ayuntamiento no podrán promocionar productos como automóviles híbridos y de combustibles fósiles, aerolíneas, aeropuertos y empresas de combustibles fósiles.

¿Y en España? Nuestro país, a nivel político, solo tiene una experiencia medianamente similar a las anteriores, aunque con resultado negativo. En 2022, Más País-Verdes Equo llevó al Congreso una propuesta para prohibir la publicidad no de las empresas de combustibles fósiles, pero sí de los coches que los usan. El Congreso, sin embargo, votó en contra.

Fuera del ámbito de los partidos, Greenpeace consiguió ese mismo año la firma de 350.000 ciudadanos pidiendo la prohibición explícita de la publicidad de combustibles fósiles, aunque sin éxito. Más recientemente, la propuesta ha salido del propio gremio publicitario: el colectivo Creatives for the future, hace pocas semanas, emitió un comunicado público dirigido a Autocontrol (la entidad formada por los propios anunciantes) para restringir el green washing por parte de las marcas en sus anuncios.

Como hemos visto, la preocupación política y social por la publicidad de combustibles fósiles es creciente... pero aún minoritaria. Así que habrá que ver cómo evoluciona este tipo de propuestas y, si de un modo u otro, las instituciones políticas a nivel internacional deciden abordar o no un debate que tiene muchas aristas.