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"Los megavatios no levitan": por qué las redes eléctricas deberían importarte más de lo que crees
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PÓDCAST 'FUTURO ELÉCTRICO' #10

"Los megavatios no levitan": por qué las redes eléctricas deberían importarte más de lo que crees

En el capítulo 10 de 'Futuro Eléctrico', el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, analizamos el presente y futuro de las redes eléctricas de nuestro país

Foto: Imagen: Pixabay.
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Quizá no te lo hayas planteado nunca, pero lo cierto es que la sociedad y los grandes avances de la historia se han movido a ritmo de revolución. El ferrocarril, las carreteras o los vuelos con motor cambiaron nuestra forma de movernos. Y sí, estas tres revoluciones tienen algo en común: el transporte. Y el transporte puede ser claramente visible, como en los ejemplos que acabamos de poner, o menos visible, pero igual de importante. En el capítulo 10 de Futuro Eléctrico, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de las redes eléctricas y el transporte y la distribución de la electricidad.

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La electricidad, en nuestra vida, se aparece como algo casi mágico: pulsamos un interruptor y 'clic', ahí tenemos la luz. Encendemos un botón y 'clic', ahí están funcionando nuestra nevera, nuestra lavadora, el secador de pelo, el cargador del móvil o el robot aspirador. Sin embargo, la electricidad, como todo, necesita ser distribuida desde el punto en el que se genera hasta los hogares, grandes empresas, industrias y pequeños negocios, y alguien tiene que encargarse de ello.

Ese ‘alguien’, en realidad, es la red de distribución eléctrica, así que nos hemos propuesto conocer un poco mejor cómo funciona, de qué manera transporta electricidad a nuestras casas u oficinas, hasta qué punto es importante en la lucha contra el cambio climático o si tiene una regulación acorde a los tiempos que vivimos.

Objetivos: independencia energética y renovables

"Los megavatios no levitan", bromea Marta Castro, responsable de regulación de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec); "se tienen que transportar a través de las redes de distribución que conectan los puntos de generación con los puntos de consumo".

En cualquier caso, ¿por qué deberían importarnos dichas redes? La experta señala dos motivos que, en realidad, están interconectados. En primer lugar, "la invasión de Rusia en Ucrania ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad de suministro en Europa y en España, pero también de que este suministro sea mucho más competitivo".

En segundo lugar, "las redes van a ser el facilitador de los objetivos climáticos y el eje vertebrador de la descarbonización de las economías", señala. Sin embargo, el reto que hay por delante no es pequeño, ya que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030 prevé un desembolso de más de 50.000 millones de euros en redes e infraestructuras de electrificación. Una cifra que podría incrementarse en la revisión, actualmente en curso, de este Plan.

Para lograr este objetivo, desde su punto de vista, España necesita "duplicar las inversiones en energías renovables, y eso lleva aparejado integrar esa energía en las redes de distribución". Por lo tanto, "apostar por las redes es fundamental para dar cabida a las renovables y para que la nueva demanda se pueda conectar a estas infraestructuras", afirma.

Y es que "muchas industrias están transformando sus procesos productivos y sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables", y esto lo que hace es incrementar su consumo eléctrico. Por tanto, dichas industrias "van a necesitar aumentar su capacidad. Las redes de distribución harán que esa demanda se pueda conectar y, al mismo tiempo, que podamos contribuir al cumplimiento de los objetivos climáticos".

Foto: Foto: EFE.

Castro recuerda que España cuenta con dos ventajas de partida para atraer a esa industria: unos precios de la electricidad entre un 20 y un 30% más bajos que en otros países europeos y una red eléctrica que garantiza la seguridad de suministro. Pero incide en que, para que las redes se desarrollen a la velocidad necesaria para tener éxito en esta transición energética, es necesario un cambio de mentalidad

Regulación: de la reactividad a la proactividad

"Venimos de una regulación reactiva: el aumento de la inversión respondía más a criterios de demanda vegetativa y a la necesidad de tener un equilibrio en la sostenibilidad económica del sistema eléctrico", apunta. Sin embargo, "ahora el paradigma ha cambiado", añade, así que necesitamos "ir hacia una regulación mucho más proactiva. Mientras las inversiones en renovables se han duplicado, las de las redes han permanecido prácticamente constantes cada año. Esto puede provocar un cuello de botella para la transición energética, y eso no tendría ningún sentido", señala.

En su opinión, adelantarse a las necesidades, agilizar los permisos para el desarrollo de la red, mejorar la tasa de retribución para que las inversiones necesarias se materialicen y atraigan el capital hacia España, eliminar el límite actual a la inversión... son elementos fundamentales para no perder este tren, “Se necesita invertir para aumentar la capacidad de la red. No podemos dejar de dar acceso y conexión a esa demanda, porque sin esa demanda estamos poniendo en riesgo la transición energética en este país” señala.

Castro destaca, del mismo modo, que el reto es enorme, pero también las oportunidades, porque atraer a esa industria puede generar empleo y crecimiento económico. "Es una apuesta de país", concluye.

Ya lo hemos visto. Detrás del 'clic' que nos da luz en casa, que enciende el microondas o que nos permite trabajar con normalidad, hay todo un sistema de transporte y distribución de energía que, la verdad, resulta vital a día de hoy. Y, a tenor de lo que hemos podido analizar, aún tiene por delante el reto de adaptar su legislación a la realidad de nuestro día a día.

Quizá no te lo hayas planteado nunca, pero lo cierto es que la sociedad y los grandes avances de la historia se han movido a ritmo de revolución. El ferrocarril, las carreteras o los vuelos con motor cambiaron nuestra forma de movernos. Y sí, estas tres revoluciones tienen algo en común: el transporte. Y el transporte puede ser claramente visible, como en los ejemplos que acabamos de poner, o menos visible, pero igual de importante. En el capítulo 10 de Futuro Eléctrico, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de las redes eléctricas y el transporte y la distribución de la electricidad.

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