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El reto que tiene España: ¿cómo hacer frente a la demanda eléctrica que habrá en 2030?
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PÓDCAST 'FUTURO ELÉCTRICO' #11

El reto que tiene España: ¿cómo hacer frente a la demanda eléctrica que habrá en 2030?

En el capítulo 11 de 'Futuro Eléctrico', el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, el crecimiento eléctrico de las nuevas industrias

Foto: Imagen: Pixabay.
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Centros de procesamiento de datos, redes de recarga de vehículos eléctricos, autoconsumo, centros de desarrollo de inteligencia artificial… Todas estas iniciativas tienen dos cosas en común. En primer lugar, son nuevos modelos de negocio que apuntan a ser esenciales en los próximos años; en segundo lugar, todos ellos dependen, en gran medida, de la electricidad, con lo que pueden disparar su demanda más pronto que tarde. En el capítulo 11 de Futuro Eléctrico, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de las oportunidades empresariales que llaman a la puerta de las redes eléctricas en España.

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Las cifras siempre mandan: según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030, España debería invertir más de 50.000 millones de euros en redes e infraestructuras de electrificación para poder hacer frente al crecimiento de la demanda eléctrica previsto para los próximos años. Este crecimiento se explica porque el despliegue de las renovables en nuestro país ha llevado aparejado el surgimiento de nuevas industrias intensivas en consumo eléctrico. Para hacernos una idea del negocio que está en juego, pongamos un ejemplo: el de los centros de datos. Si nos fijamos en las estadísticas, podemos ver que, desde 2012, la inversión mundial de data centers prácticamente se ha duplicado: de los 140.000 millones de dólares de 2012 a los 248.000 de 2022.

Y el panorama, por lo que se ve, no va a parar de crecer. Un análisis de Vertiv asegura que todos los centros de procesamiento de datos a nivel mundial generaron una facturación de 50.000 millones de dólares en 2021... pero es que en 2028 esa cifra llegará hasta los 136.000 millones, casi tres veces más.

Electricidad para nuevas industrias...

"El caso de los centros de datos es el más claro", afirma Fernando Pozuelo, responsable de desarrollo de Alta Tensión en Endesa, que nos da un ejemplo para ilustrar la revolución que ya está aquí: "En Aragón, por ejemplo, se ha concedido acceso por más de un gigavatio de potencia a centros de datos. La potencia punta actual de la demanda en esa Comunidad Autónoma es precisamente de 1 GW, por lo que, cuando se acaben de desarrollar estos centros de datos, la potencia de electricidad que se va a demandar a través de la red de distribución se va a doblar en Aragón”.

Pero no es el único ejemplo. "De cara a 2030, hay un objetivo de que haya cinco millones de vehículos eléctricos, con lo que se necesita un despliegue de puntos de recarga y de red de distribución para permitirlo", afirma. "También podemos hablar de la fabricación de hidrógeno a partir de energías renovables, de los puertos verdes o de las empresas que están generando calor a partir de combustibles fósiles y quieren descarbonizarse. Todos necesitan energía y todos tienen que conectarse a la red".

... y para descarbonizar España

Y es que aquí entramos en otro punto esencial: "El sistema eléctrico va a jugar un papel fundamental en el camino hacia una sociedad más digitalizada, pero también en la transición energética. Actualmente, son las dos transiciones más importantes y la red de distribución eléctrica es su columna vertebral", afirma Pozuelo.

Para asumir todos estos retos, en su opinión, "la red de distribución española es robusta, fiable y ha conseguido integrar siempre la demanda, pero no es infinita". Si a esto le sumamos que "estamos recibiendo más solicitudes de conexión de las que la red puede gestionar", lo cierto es que "necesitamos inversiones".

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Como decíamos antes, el Gobierno calcula que nuestro país debería situar su inversión en redes en torno a los 50.000 millones de euros hasta 2030 para hacer frente a dicha demanda, cifra que sube casi hasta los 600.000 millones si contemplamos los 27 países de la UE. Todo sea para que "no dejemos pasar el tren de fijar en España esta actividad económica, porque tenemos muchos recursos renovables. España puede llegar a tener 160 gigavatios de potencia de generación, así que las redes de distribución deben estar a la altura y evolucionar al mismo ritmo que la demanda", aclara.

Y es que, aunque las cifras son abrumadoras, "son la vía para conseguir más riqueza. Cuando hablamos de invertir en redes hay que tener claro que se trata de una inversión y no un gasto, el retorno es que se implanten nuevas empresas, que haya más actividad económica, más empleo. Con una retribución predecible y suficiente y con una simplificación de procedimientos estamos convencidos de que las inversiones de los distribuidores se van a disparar", señala.

Es en este punto del debate donde surge la palabra más nombrada: regulación. Para Fernando Pozuelo, hay dos aspectos fundamentales. En primer lugar, "la retribución de los distribuidores debe ser adecuada e incentivar nuevas inversiones". En segundo, "hay que revisar el límite establecido por ley para las inversiones de los distribuidores, que actualmente está fijado en el 0,13% del Producto Interior Bruto (PIB). Se debe invertir con anticipación, para que, cuando lleguen estas oportunidades empresariales, "estemos preparados y podamos reaccionar rápidamente para capturarlas y no dejar pasar el tren; y se tienen que agilizar los trámites administrativos", añade.

"Las redes de distribución deben estar a la altura y evolucionar al mismo ritmo que la demanda"

Si hacemos caso a las tendencias del mercado, en definitiva, nos estamos adentrando en un contexto en el que muchas industrias intensivas en consumo eléctrico van a ser esenciales en todo el mundo. Sin embargo, y pese a la posible posición ventajosa de España para asumirlas, aún quedan retos para que la posibilidad se convierta en realidad.

Centros de procesamiento de datos, redes de recarga de vehículos eléctricos, autoconsumo, centros de desarrollo de inteligencia artificial… Todas estas iniciativas tienen dos cosas en común. En primer lugar, son nuevos modelos de negocio que apuntan a ser esenciales en los próximos años; en segundo lugar, todos ellos dependen, en gran medida, de la electricidad, con lo que pueden disparar su demanda más pronto que tarde. En el capítulo 11 de Futuro Eléctrico, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de las oportunidades empresariales que llaman a la puerta de las redes eléctricas en España.

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