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Si vas a visitar un espacio natural, no te pierdas estos consejos
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Conservación de la naturaleza

Si vas a visitar un espacio natural, no te pierdas estos consejos

Nuestros parques nacionales y naturales reciben estos días la mayor afluencia de visitantes. La conservación y también el disfrute de este patrimonio común dependerá de su comportamiento

Foto: Parque Nacional del Teide, en Canarias: uno de los más visitados de todo el mundo. (Jose Luis Gallego)
Parque Nacional del Teide, en Canarias: uno de los más visitados de todo el mundo. (Jose Luis Gallego)

Ni museos, ni catedrales, ni cascos históricos, destinos gastronómicos o estadios de futbol: el principal reclamo turístico de nuestro país son sus espacios naturales. Parques nacionales, parques naturales, reservas de la biosfera: cada año más visitantes llegados de todo el mundo disfrutan del turismo de naturaleza en España.

Según fuentes oficiales el número de turistas de naturaleza en España alcanza los 65 millones al año, lo que equivale a cerca del 30% de las visitas turísticas totales. Unas cifras que no han dejado de ir en aumento en los últimos años. Solo la Red de Parques Nacionales recibe cada año más de 14 millones de visitantes: cuatro veces más de los que acuden al Museo del Prado y seis veces más de los que vistan la Alhambra o la Catedral de Santiago.

Foto: Vista panorámica de Sierra Nevada. (Alfredo Martínez, EFE)

Y es que nuestro país atesora la mayor y más rica biodiversidad del continente, como demuestra el hecho de que seamos el país que aporta mayor superficie a la Red Natura 2000 de la UE con cerca del 20% del total. Desde bosques de laurisilva hasta inmensas dehesas, desde grandes cumbres nevadas hasta pequeños archipiélagos, desde humedales repletos de vida hasta desiertos. Hayedos, robledales, encinares, sotos y riberas, páramos y vegas, cañones fluviales, playas y fondos submarinos.

Osos, lobos, linces, nutrias, ciervos, grandes rapaces o aves acuáticas. Cetáceos y tiburones, espectaculares mariposas como la isabelina o el gran pavón, salmones y truchas, más de treinta especies diferentes de murciélagos, toda clase de anfibios y reptiles: la naturaleza de España constituye nuestro mayor tesoro. Un patrimonio de valor incalculable que tenemos el derecho a disfrutar y el deber de proteger y conservar.

placeholder El lobo ibérico, una de las grandes joyas de nuestra naturaleza. (WWF/Ana Retamero)
El lobo ibérico, una de las grandes joyas de nuestra naturaleza. (WWF/Ana Retamero)

Por eso es necesario atender a unas normas básicas de buen comportamiento cuando acudimos a un espacio natural, esté o no protegido. Pero no solo por ello. La mejor manera de aprovechar nuestra excursión es informarse sobre los itinerarios que mejor se adapten a nuestras condiciones y acudir a los centros de visitantes para conocer los puntos clave y las normas a seguir.

Estas son algunas de las normas y los consejos que conviene tener en cuenta para disfrutar de una visita tan placentera como responsable.

Aparca en los lugares indicados

Es una de las infracciones que ocasionan mayores daños y perjuicios al acudir en coche a un espacio protegido. La falsa sensación de que se puede dejar el vehículo estacionado en cualquier lado acaba provocando atascos, obstaculizando el paso de ganado y de maquinaria agrícola, invadiendo propiedades privadas o destruyendo sembrados. Todo ello da lugar, además de a incidentes de tráfico, al más que justificado malestar de la población local con los visitantes. Para evitarlo basta con seguir una norma básica: estacionar el vehículo en los lugares habilitados para ello.

Mejor con un guía local

Los guías locales son los que mejor conocen el terreno y los que saben dónde es posible observar tal o cual especie: el mejor punto del recorrido para ver a los osos, la peña donde crían los buitres o el lugar donde crecen las orquídeas. Se trata de pequeñas empresas o trabajadores autónomos que han decidido quedarse en el pueblo. Por eso, al contratar sus servicios estamos contribuyendo a afrontar el reto demográfico, favoreciendo la economía rural y demostrando que la protección de la naturaleza es un yacimiento de empleo en el campo.

Foto: Un pastor con su rebaño de ovejas. (EFE/M. Bruque)

Respetar la señalización y atender a los guardas

La señalización de los espacios protegidos tiene la doble función de aportar información de utilidad a los visitantes y prevenir infracciones contra el equilibrio ecológico o las especies amenazadas: zonas sensibles, áreas de cría, reservas integrales, etc. Pero también obedece a la necesidad de delimitar las propiedades privadas. En nuestro país más del 80% de los terrenos que acogen espacios protegidos tienen dueño, por eso cuando pone ‘no pasar’ los suyo es no hacerlo.

En el bosque, ni fumar

Abandonar una colilla en el campo, aun creyéndola apagada, es, más que un gesto irresponsable, un acto delictivo. Por eso está castigado por la ley con penas de hasta seis años de prisión, según estableció la última reforma del Código Penal. Sin embargo en torno a un tres por ciento de los incendios forestales siguen teniendo su origen en esta grave infracción: ya sea arrojándol colillas por la ventanilla del coche (ojo: 500 euros de multa y 6 puntos del carnet) o tirándolas en mitad del monte. Por eso lo mejor en el bosque es no fumar. Y por supuesto: a la mínima señal de humo, llama al 112.

placeholder Colillas halladas en el punto de inicio de un incendio forestal. (EFE/C. García)
Colillas halladas en el punto de inicio de un incendio forestal. (EFE/C. García)

No molestes a los animales ni arranques plantas

Los daños directos a la fauna están severamente castigados en los espacios protegidos. Asimismo el coleccionismo puede conducir al expolio de la vegetación. Esa flor o esa ramita que arrancas puede pertenecer a una especie protegida, y si no se prohibiera se arrancarían miles cada día. Por eso es mejor tomar fotografías en lugar de recoger muestras, incluso rocas y minerales. En los aeropuertos de Lanzarote o Tenerife se requisan cada año toneladas de rocas volcánicas, conchas y otros materiales que los turistas se querían llevar como souvenir, enfrentándose en su lugar a una multa.

El perro, siempre atado

Los perros sueltos pueden ocasionar molestias al ganado y daños a la fauna y la flora protegidas. Por eso la tenencia responsable pasa por llevarlos siempre atados cuando salimos al campo. En el caso de los espacios protegidos se trata además de una norma de obligado cumplimiento. En cambio, a pesar de que los senderos y caminos de parques y reservas están señalizados con carteles recordando la necesidad de llevarlos atados, algunos prefieren soltarles la correa en cuanto creen que no van a ser sorprendidos por los guardas. Por eso se trata de una las infracciones más habituales, y más sancionadas.

Foto: La movilización social contra la 'basuraleza' va en aumento. (EFE/Mariscal)

Discreción y civismo

Pasar desapercibido es la mejor pauta de comportamiento para intentar observar a la fauna silvestre, especialmente para quienes practican el turismo ornitológico. Además de por respeto al resto de visitantes que pretenden disfrutar del entorno, el silencio y la discreción en el campo suelen deparar las mejores observaciones: Andar a gritos, con la música puesta o realizando aspavientos no solo alteran la paz de la naturaleza, sino que impiden su disfrute. El civismo también se debe practicar, y muy especialmente, en el campo.

Y recuerda: la basura no vuelve sola

El abandono de basura en la naturaleza, la llamada ‘basuraleza’, da lugar a una de las formas de contaminación más perjudiciales para los espacios naturales y la biodiversidad que acogen. Como el mejor residuo es el que no se genera, la mejor manera de evitarlos es prevenirlos. Hacer uso de la fiambrera y la cantimplora serán de gran ayuda para ello. En todo caso debemos recoger todos los residuos para, separados por materiales, depositar cada uno en su contenedor una vez regresemos al aparcamiento, el pueblo o la estación.

Ni museos, ni catedrales, ni cascos históricos, destinos gastronómicos o estadios de futbol: el principal reclamo turístico de nuestro país son sus espacios naturales. Parques nacionales, parques naturales, reservas de la biosfera: cada año más visitantes llegados de todo el mundo disfrutan del turismo de naturaleza en España.

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