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¿Ola de pesimismo?: El optimismo se hunde, la volatilidad se dispara y la deuda toca mínimos
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¿Ola de pesimismo?: El optimismo se hunde, la volatilidad se dispara y la deuda toca mínimos

Un comercializador de ‘hedge funds’ comentaba ayer que “se está imponiendo el pesimismo en los mercados y es importante lanzar el mensaje de que las cosas

Un comercializador de ‘hedge funds’ comentaba ayer que “se está imponiendo el pesimismo en los mercados y es importante lanzar el mensaje de que las cosas no están ni muy bien, ni demasiado mal”. Este experto argumentaba que el mercado no es capaz, por ejemplo, de calibrar lo que surgirá después de que China liberalice su divisa, algo que provocará “movimientos que no necesariamente tienen que ser malos”.

El caso es que estas palabras eran pronunciadas el mismo día en el que UBS presentaba un desplome de su indicador de confianza y uno después de que Merrill Lynch haya alertado de que la aversión al riesgo está creciendo de manera global. Mientras, la deuda europea se situaba por debajo del 3,50% en Europa, zona de mínimos históricos.

El indicador de optimismo que elabora UBS con la consultora Gallup (famosa por hacer también la encuesta de gestores de Merrill) presentado ayer, arrojó la cifra más baja desde mayo de 2003, debido a la reciente caída bursátil y al miedo de un rebrote inflacionario. La caída ha sido brusca. El dato final ha arrojado un dato final de 52 puntos, desde los 74 puntos del pasado mes.

Por su lado, el índice ML ‘Lili’, elaborado por Merrill Lynch, que recoge los valores históricamente más susceptibles a los cambios de ciclo económico, tendrá un comportamiento negativo en los próximos 6 meses, según afirman en la firma de inversión, ante el aumento de la volatilidad y de la aversión al riesgo.

Por si fuera poco, ayer se supo que los seis institutos económicos más importantes de Alemania han reducido a la mitad su pronóstico de crecimiento para 2005, hasta sólo un 0,7%. La previsión anterior contemplaba un 1,5%. Mientras, el informe IFO de confianza empresarial cayó hasta la cota más baja de los últimos 19 meses. Todo, por la ralentización de la expansión de la economía mundial, los efectos de la revalorización del euro y la falta de impulsos de la demanda interna.

Todo ello configura un panorama en el que los spreads de la deuda de baja calificación se han abierto, mientras la deuda soberana está en zona de mínimos históricos, por debajo del 3,50%. Es decir, el mercado no apuesta por subidas de tipos de interés en la Eurozona, al menos a medio plazo y sigue refugiándose en los activos más seguros.

¿Se ha instalado el pesimismo global por mucho tiempo? En UBS dicen que cada vez son menos los inversores que creen que este sea un buen momento para entrar en Bolsa, aunque el retorno promedio esperado para el año que viene es del 9,9%. Si se cumple esta cifra, sería una rentabilidad excelente, rayana en lo espectacular. No en vano, el tipo de interés en el viejo continente está en el 2%.

Un comercializador de ‘hedge funds’ comentaba ayer que “se está imponiendo el pesimismo en los mercados y es importante lanzar el mensaje de que las cosas no están ni muy bien, ni demasiado mal”. Este experto argumentaba que el mercado no es capaz, por ejemplo, de calibrar lo que surgirá después de que China liberalice su divisa, algo que provocará “movimientos que no necesariamente tienen que ser malos”.