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La aparición conjunta de S&P y Kerkorian en GM hizo temer por una billonaria quiebra de hedge funds en cadena
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La aparición conjunta de S&P y Kerkorian en GM hizo temer por una billonaria quiebra de hedge funds en cadena

El pasado martes, las bolsas cayeron con fuerza, ante el rumor de la quiebra de uno o varios hedge funds. Poco a poco fueron apareciendo nombres

El pasado martes, las bolsas cayeron con fuerza, ante el rumor de la quiebra de uno o varios hedge funds. Poco a poco fueron apareciendo nombres de fondos y bancos relacionados con ellos, aunque, finalmente, parece que no ha llegado la sangre al río. Todo se saldó con una caída del Dow Jones del 1%, aunque toda la bolsa europea cerró antes en negativo por dicho temor. No en vano, el patrimonio de los presuntos quebrados sumaba más de 12.000 millones de euros.

Los momentos de pánico puntuales se debieron a la confluencia de dos factores extraordinarios, según señalan en el sector financiero: por un lado, el financiero Kirk Kerkorian afirmó que ampliaba su participación en General Motors (GM), lo que disparó las acciones de la compañía un 18% el pasado día 4.

Al día siguiente, 5 de mayo, Standard & Poor´s (S&P) rebajaba a bono basura a GM y Ford (grandes emisores de deuda corporativa), lo que hundía el precio de sus bonos. Todo ello configuró un escenario demoledor para los fondos invertidos en bonos convertibles, con acciones al alza pero renta fija a la baja.

Estos fondos tenían obligaciones de GM y Ford y se cubrían poniéndose cortos (en posición vendedora) sobre acciones de las citadas empresas. Así, si cae el precio del bono, lo normal, según dicta la ortodoxia, es que ocurra lo mismo con las acciones, con lo que las pérdidas sufridas con la renta fija estarían compensadas con las ganancias logradas con la renta variable, al estar en una posición vendedora (cortos) que traduciría en plusvalías la depreciación.

Pero en esta ocasión, ocurrió lo contrario: los bonos cayeron, pero las acciones acababan de protagonizar un rally alcista el día antes, lo que desató unas alarmas "exageradas", según fuentes del sector, que confirman, sin embargo que con este comportamiento de mercado, “en lugar de cubrir una posición, se estaba perdiendo por doble sentido”.

Mucho menos riesgo

Pero en la gestora NIBC comentan que el grado de apalancamiento de los hedge funds ha disminuido drásticamente, desde unas 20 veces el importe de la inversión a finales de los 90, hasta 2-3 veces. Así, suponiendo que los hedge hubieran materializado las pérdidas con la posición en GM, “la minusvalía para el fondo sería de un 5%-10%, pero en ningún caso produciría riesgo de liquidación del mismo”.

Si el escenario de quiebra hubiera sido cierto, los fondos afectados por la rumorología, (muchos de los cuales desmintieron con rapidez este supuesto), que sumaban un patrimonio conjunto de más de dos billones de pesetas, se habrían visto forzados a desinvertir toda su cartera, lanzando una oledada imparable de papel al mercado. Ya ocurrió en 1998, cuando la Reserva Federal tuvo que inyectar miles de millones de dólares a los mercados financieros para cubrir el agujero del fondo LTCM, que estaba largo en rublos, justo antes de la crisis de Rusia.

Los fondos supuestamente afectados eran GLG Partners, con más de 13.500 millones de dólares bajo gestión, y con posiciones cortas en GM, según publicaba Hedge World, a través de su periodista Susan Barreto, una institución dentro del sector. Esta gestora tiene sus fondos disponibles en España. Lehman Brothers tiene el 20% de GLG.

Otro era QVT Financial Corp, cuyo broker primario, que le ejecuta las inversiones y le adelanta el dinero para operaciones con apalancamiento es Deutsche Bank. La compañía alemana también cayó en bolsa un 3% el pasado martes, siendo el peor valor del EurStoxx 50. El fondo de QVT tiene más de 3.000 millones de euros.

Otros nombres que sonaron fueron Bailey Coates Asset Management y Highbridge Capital Management. Asimismo, un elevado número de firmas de inversión cayó en Bolsa, ante la posibilidad de estar muy posicionadas, tanto en hedge funds como en GM. Fueron Bear Stearns, Goldman Sachs, Morgan Stanley… todas con más de un 2,5% en negativo.

No es este el primer sobresalto que dan los bonos del fabricante de automóviles. Recientemente, un fondo francés de la gestora Systeia ha provocado fuertes pérdidas a los productos monetarios dinámicos españoles. Greenspan ya alertó en días recientes del excesivo dinero institucional colocado en los hedge, que pueden provocar grandes contratiempos si se retira con rapidez de estos productos.

El pasado martes, las bolsas cayeron con fuerza, ante el rumor de la quiebra de uno o varios hedge funds. Poco a poco fueron apareciendo nombres de fondos y bancos relacionados con ellos, aunque, finalmente, parece que no ha llegado la sangre al río. Todo se saldó con una caída del Dow Jones del 1%, aunque toda la bolsa europea cerró antes en negativo por dicho temor. No en vano, el patrimonio de los presuntos quebrados sumaba más de 12.000 millones de euros.