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Una falsa alarma en los mercados descubre la debilidad del euro y lo manda a mínimos de ocho meses
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Una falsa alarma en los mercados descubre la debilidad del euro y lo manda a mínimos de ocho meses

El euro perdió ayer en pocos minutos más de una figura, como se denomina en el argot de los operadores a cada 10 centavos al alza

El euro perdió ayer en pocos minutos más de una figura, como se denomina en el argot de los operadores a cada 10 centavos al alza o a la baja. Todo ocurrió en poco más de una hora, cuando la divisa única se hundió desde 1,2340 dólares por unidad, hasta 1,2230. Un desplome en toda regla que llegó, además, con un fuerte volumen de negocio.

¿El motivo? Un teletipo de Bloomberg que reproducía un artículo de la revista alemana Stern, en el que comentaba la existencia de una reunión a gran escala entre el Bundesbank y el Gobierno germano, tras la que se podía certificar la defunción de la moneda única. Algo “surrealista”, “absurdo” o “un rumor que no debería haber tenido este impacto”, según dos analistas consultados, aunque la respuesta del mercado fue inapelable.

La agencia de noticias comentaba que el ministro de Finanzas germano, Hans Eichel y el presidente del Bundesbank, Axel Weber, iban a analizar el posible “fracaso de la Unión Monetaria Europea”. Bloomberg citaba opiniones de analistas que valoraban el artículo de Stern como “una simple muestra del pesimismo en Europa”. Los operadores temieron que se presentara alguna propuesta que permitiera a los países miembros de la moneda única algún mecanismo de marcha atrás.

El miedo del mercado creció al ver el fuerte volumen de ventas y ni siquiera el desmentido del Bundesbank (“no participamos en tales discusiones absurdas”) calmó los ánimos. “Aunque hayan dicho que no, por si acaso, vendemos”, decía un operador español, ya que “en una situación como esta, el mercado te puede arrastrar”. El rumor fue una chispa que hizo estallar un gran globo.

En Finantia comentaban que “la actividad llegó al máximo al tocar el euro los 1,2250 dólares”. En esos momentos, se rumoreó de nuevo que bancos centrales asiáticos podrían estar intentando frenar la caída de la divisa, pero aún así, cayó hasta el mínimo de 1,2220, precio en el que se quedó reposando la divisa del Banco Central Europeo (BCE).

Sin embargo, para los expertos de la firma, es sintomático que el desplome del euro llegara acompañado de subidas bursátiles sostenidas, superiores al 1% para el Ibex, el EuroStoxx 50, el Dax alemán o el Cac 40 francés.

Problemas para Trichet

Hoy, Jean-Cleaude Trichet, máximo responsable del BCE afronta un serio problema. El francés tendrá que salir a la palestra, para tranquilizar a unos mercados más que sensibles “y no es sólo por el ‘no’ holandés, que está más que descontado”, comentaban en una sala de tesorería ayer al mediodía.

La Unión Monetaria atraviesa una seria crisis de modelo. Los criterios de convergencia (estabilidad presupuestaria, déficit controlado, techo para el endeudamiento...) se ponen en tela de juicio por unos votantes que han dicho ‘no’ a la Constitución Europea, en demanda, teóricamente, de una Europa más social. Faltan por pronunciarse Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Polonia, Portugal y Gran Bretaña. Alemania decidió en votación parlamentaria.

Pero, precisamente, el descontento social llega por el anquilosamiento económico alemán y francés, debido a un Estado del bienestar excesivo, según los analistas. Así, mientras los expertos denuncian que deberían haberse tomado medidas estructurales que fomentaran la flexibilidad del mercado laboral y la competitividad, muchos colectivos erigidos en portavoces de los votantes contrarios a la Constitución Europea, piden que se desmantele el modelo neoliberal y más acción social.

Por tanto, con este choque frontal de opiniones, no es extraño que se escuchen voces que pidan subidas de tipos al BCE y otras, (entre ellas, del propio director gerente del FMI, Rodrigo Rato), bajadas.

El euro perdió ayer en pocos minutos más de una figura, como se denomina en el argot de los operadores a cada 10 centavos al alza o a la baja. Todo ocurrió en poco más de una hora, cuando la divisa única se hundió desde 1,2340 dólares por unidad, hasta 1,2230. Un desplome en toda regla que llegó, además, con un fuerte volumen de negocio.