El ministro de Economía confía en que la tasa de paro baje del 10% este año

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, confía en que la tasa de paro se sitúe este año por debajo del 10% de la población activa, desde el 10,2% registrado al término del primer trimestre.

En una conferencia pronunciada en el Foro Abc, el ministro afirmó que la situación de la economía española es "envidiable" a pesar de que se desarrolla en un entorno exterior "complicado y debilitado".

A su juicio, los principales socios españoles de la UE atraviesan por una situación económica "difícil", como es el caso de Francia y sobre todo, Alemania, Italia y Portugal, lo que repercute de forma evidente en el PIB español si se tiene en cuenta que las ventas a estos países suponen la mitad de las importaciones españolas.

Señaló que el elevado precio del petróleo también influye en ese entorno complicado, ya que reduce las cifras de crecimiento y no se trata de un bien que sea sustituible a corto plazo.

Otro elemento perjudicial para las economías europeas es la caída de las barreras comerciales, que facilitan la entrada de productos procedentes de China y Europa del este, lo que conlleva "riesgos y dificultades" a corto plazo.

Solbes reconoció que la bonanza económica de España convive con elementos preocupantes, como la desaparición de algunos factores de impulso tales como la recepción de fondos de la UE y la reducción de los tipos de interés.

Otros aspectos negativos son la inflación, que está por encima de lo "deseable", y el "deterioro" del sector exterior, que se puede atenuar por la apreciación del euro, ya que servirá para captar más inversión. Además, destacó que todos estos elementos se "interrelacionan" con la débil tasa de productividad, consecuencia del débil patrón de crecimiento español.

Entre los principios básicos de la política económica señaló el mantenimiento de los "logros" ya obtenidos, sobre todo en estabilidad presupuestaria, que es una referencia "fundamental" para el Gobierno.

También se mostró partidario de fomentar la inversión, principalmente en I+D, y subrayó la importancia de "crear un sustrato científico más dinámico para insertar el mundo científico dentro del empresarial", una circunstancia que sabrá aprovechar la empresa española.

Además, abogó por la estabilidad en el marco regulatorio fiscal, al que calificó de "valor fundamental", e incidió en que "no hay que confundir estabilidad con pasividad".

Para ello, destacó la necesidad de revisar las leyes que regulan la estabilidad presupuestaria con el fin de aumentar la racionalidad económica y de aumentar la transparencia en la Administración Central y en las autonomías.