Cepsa está imparable en Bolsa. La cercanía del dictamen del Tribunal de La Haya e incluso un posible arreglo previo, que podría derivar en OPA por parte de Total, se han traducido en una subida del 25% en pocos días.

¿Final feliz anticipado? Cepsa está siendo pasto de subidas especulativas en Bolsa, a la espera de que se conozca el dictamen del Tribunal de La Haya, que decidirá si es legal la ampliación del SCH en la petrolera. Pese a que la compañía tiene poco capital flotante -lo que le impide formar parte del Ibex-, ha subido casi un 25% desde el pasado 19 de mayo, fecha en la que superó los 30 euros por acción. Ayer terminó a 37,32, después de anotarse una subida del 3,67%. Durante la jornada llegó a tocar los 37,70 euros, lo que significaba un incremento intradiario del 4,7%.

El valor está subiendo con una mínima contratación en términos absolutos (ayer, sólo intercambió operaciones por 3,4 millones de euros), aunque las cifras superan varias veces la media trimestral. Por otro lado, la operativa, que en su día estuvo monopolizada por Merrill Lynch, ahora está muy repartida entre varias firmas.

El caso es que este comportamiento es inusual y claramente especulativo, tal como reconocen en la propia compañía, donde añaden que no tienen conocimiento de ninguna información que justifique este despegue.

Los rumores de mercado, cada día más insistentes, hacen referencia al posible fallo del tribunal, que podría ser desfavorable, aunque muy rentable, para SCH. Según señala un gestor de fondos, “no sería descartable una OPA por parte de Total” si el fallo fuera negativo para el banco y se viera forzado a vender, ya que no tendría sentido mantener una elevada posición en la empresa sin derechos políticos.

Por otro lado, un analista de una firma española recordaba que el precio pagado por SCH cuando incrementó su participación en la petrolera fue de 28 euros y que la compañía ya está un 33% por encima de esos precios. El experto comentaba que “no sería extraño que fuera el propio banco quien estuviera detrás de esta presión compradora sobre el valor”, en espera de una más que jugosa operación.

Aunque el gestor consultado recuerda que “las principales empresas de refino del mundo están imparables en Bolsa, ante la espectacular demanda” (subidas del 62% para la austriaca OMV o del 79% para la estadounidense Valero), también reconoce que la subida de Cepsa ha sido vertical desde el pasado 19 de mayo. Hasta entonces, la petrolera mostraba un encefalograma plano en Bolsa: desde los 29,7 euros en que cerró el año, hasta los poco más de 30 de ese día. Menos del 2% al alza.

También está en el recuerdo de los analistas las declaraciones que hizo International Petroleum Investments (IPIC), que posee un 9,5% de Cepsa, dispuesta a incrementar su participación hasta el 25% de la compañía si obtiene un mejor trato fiscal por parte del Gobierno, para lo que ha solicitado un tratado que elimine la doble imposición en los negocios entre empresas de ambos países. Estas compras se realizarían, en buena lógica, sobre el paquete accionarial de SCH.

De momento, si no hay sorpresas antes, el laudo del Tribunal de La Haya se espera para septiembre... Aunque Cepsa ya ha despertado.