Abbey recortará su plantilla en otras 2.000 personas en 2006

La filial británica del Santander, Abbey, reducirá su plantilla este año en unas 2.000 personas, que se unirán a los 4.000 empleados que ya han dejado la entidad desde que fue adquirida por el banco español.

Así lo anunció hoy el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, en la presentación de resultados de 2005, en la que se mostró muy satisfecho de los beneficios obtenidos por el Abbey (811 millones de euros), que ya representan el 14% de los del conjunto del grupo.

Botín dijo que ve con optimismo la evolución futura del Abbey, "porque partimos de muy abajo y eso es una ventaja" y porque la entidad ha superado hasta el momento todas las expectativas que tenía el grupo.

Según detalló el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, el Abbey aumentó el año pasado un 4% sus ingresos, cuando estaba previsto únicamente que dejaran de caer, y consiguió unos ahorros de costes de 224 millones de libras (330 millones de euros), frente a los 150 millones (225 millones) esperados para el ejercicio y los 300 millones (450 millones) anunciados para todo el trienio.

Abbey, "una gran franquicia"

Abbey, en cuya reestructuración gastó 658 millones de euros el Santander el año pasado, supone ya el 14% del beneficio total del grupo y "cada vez pesará más", destacó Botín, quien insistió en su intención de convertirlo en "un banco comercial universal y situarlo entre los más eficientes y rentables del Reino Unido".

Aunque la intención del grupo es que todas sus filiales tengan Santander como marca única, Abbey mantendrá por el momento su nombre -al igual que Banesto-, "porque es una gran franquicia", aseveró Botín.

Como contempla en su plan estratégico a tres años anunciado el pasado octubre, Abbey pasará de ser un banco principalmente hipotecario a ofrecer una amplia gama de productos, con lo que además podrá compensar la moderación que está viviendo el negocio de hipotecas en Reino Unido.

El plan también prevé mejorar la cuota de mercado de la entidad, impulsar los negocios de ahorro, junto al de hipotecas, mejorar el nivel de retención de clientes, y aumentar la capacidad de ventas en todos los canales.

Además, construir una plataforma potente en el negocio de tarjetas, implantar el sistema informático del Santander y tener un posicionamiento más agresivo en cuentas bancarias, préstamos personales y productos de inversión.