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Enel descartó a última hora lanzar una contraopa y se conformó con negociar la compra de activos de Endesa a Gas Natural
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Enel descartó a última hora lanzar una contraopa y se conformó con negociar la compra de activos de Endesa a Gas Natural

Ha sido un firme candidato a contraopar a Endesa hasta última hora, pero se rajó hace apenas una semana, fundamentalmente por miedo a las consecuencias derivadas

Foto: Enel descartó a última hora lanzar una contraopa y se conformó con negociar la compra de activos de Endesa a Gas Natural
Enel descartó a última hora lanzar una contraopa y se conformó con negociar la compra de activos de Endesa a Gas Natural

Ha sido un firme candidato a contraopar a Endesa hasta última hora, pero se rajó hace apenas una semana, fundamentalmente por miedo a las consecuencias derivadas del desafío al Gobierno Zapatero, fuertemente implicado en la OPA de Gas Natural.

El cambio de rumbo de la empresa que dirige Fulvio Conti se produjo el lunes 13, cuando la italiana remitió una carta a GN manifestando su interés por “comprar los activos que la compañía se vea obligada a desinvertir” como consecuencia de la OPA sobre Endesa.

Este cambio de posición provocó una notable decepción en la sede de Endesa, porque Enel era el candidato que más gustaba al consejero delegado Rafael Miranda, y con cuyos directivos mejores relaciones personales mantiene.

La retirada, de acuerdo con las fuentes consultadas, no hizo sino constatar “la visión totalmente progubernamental que de la cuestión de la OPA tenían los italianos, por otro lado muy mal asesorados por su propia gente en España. Al final se ha demostrado que siguen siendo un Ministerio [23% en manos del Estado italiano], motivo por el cual al final optaron por arrojar la toalla”.

Tras decidir no enfrentarse al Gobierno español, Enel resolvió ponerse a la cola de los potenciales compradores de activos, con la nota hecha pública el lunes 13, cuando todo el mundo sabe, porque los acuerdos al respecto entre GN e Iberdrola son públicos, que por ese lado hay poco que rascar.

Precisamente, ese es el argumento que en medios de la banca de negocios se esgrimía ayer como decisivo a la hora de animar a E.ON a plantear su OPA: el haber cerrado la puerta a la posibilidad de que otras eléctricas pudieran participar en una subasta de activos de Endesa tras el eventual triunfo de la OPA de GN.

Enel –con E.ON, los dos únicos candidatos con músculo financiero suficiente para contraopar por Endesa-, cogida con el pie cambiado, ha quedado en una posición desairada tras la iniciativa de la alemana: sin poder ganar tamaño en España con la compra de activos, y gestionando una compañía casi marginal en el sector como es Viesgo (4% de cuota de mercado).

Fue precisamente esta situación la que el martes provocó la movilización de los gestores del ente público italiano, con llamada incluida a Gas Natural ofreciéndose para realizar una contraoferta conjunta por Endesa, algo que causó sensación en un primer momento, pero que pronto empezó a perder fuerza dadas las dificultades de todo tipo para llevar la idea a la práctica.

En primer lugar, por la condición de empresa pública de la italiana. ¿Cómo articular una contraopa conjunta? Una vía podría consistir en que Enel suscribiera la ampliación de capital que GN debe realizar para llevar adelante su OPA, y luego cambiar esa participación en GN por otra equivalente en Endesa. En todo caso, ello supondría trocear todavía más la eléctrica y sin duda acarrearía la intromisión de Bruselas, ya que, como Enel en España, también Endesa tiene activos en Italia.

En la tarde de ayer, la propia Gas Natural descartó cualquier tipo de alianza con la eléctrica italiana para pujar por Endesa, no obstante reconocer que habían mantenido contactos tras la presentación de la OPA de E.ON. Fuentes del grupo Caixa aseguraron a este diario que esa potencial operación con Enel “haría añicos el principal argumento para oponerse a E.ON, que es el de su condición de empresa extranjera”.

Ha sido un firme candidato a contraopar a Endesa hasta última hora, pero se rajó hace apenas una semana, fundamentalmente por miedo a las consecuencias derivadas del desafío al Gobierno Zapatero, fuertemente implicado en la OPA de Gas Natural.