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Repsol abandona la idea de comprar una petrolera en USA
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Repsol abandona la idea de comprar una petrolera en USA

Repsol YPF ha tirado la toalla en los Estados Unidos en su búsqueda de una petrolera susceptible de ser opada con el objetivo de ganar tamaño.

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Repsol abandona la idea de comprar una petrolera en USA

Repsol YPF ha tirado la toalla en los Estados Unidos en su búsqueda de una petrolera susceptible de ser opada con el objetivo de ganar tamaño. ¿Razón? Los precios de cualquiera de los potenciales targets, prohibitivos, y el convencimiento de que cualquier iniciativa de la española en tal sentido acabaría en subasta pura y dura, proceso en el que tendría todas las de perder frente a las grandes petroleras norteamericanas.

Durante meses, la filial española de Goldman Sachs ha rastreado activamente el mercado norteamericano, por encargo de Repsol YPF, en busca de una petrolera, valorada en el entorno de los 15.000/20.000 millones de dólares, susceptible de ser adquirida por la hispano-argentina a través de la correspondiente OPA.

La búsqueda se aceleró después de la pasada Navidad y particularmente tras la decisión de Repsol de anunciar un recorte de sus reservas de crudo y gas del 25%, lo que ha colocado a la firma que preside Antonio Brufau en una delicada situación, urgida a ganar tamaño con rapidez para eludir el riesgo de una OPA hostil.

De acuerdo con fuentes de la banca de negocios, en el punto de mira de Goldman se encontraba, con todos los pronunciamientos a favor, la petrolera Marathon Oil, con sede en Houston, Texas, dedicada a la exploración y producción de petróleo y gas, así como al transporte, refino y venta de productos petrolíferos en el mercado USA, que el año pasado ganó 3.022 millones de dólares.

Pero, a cuenta del boom de los precios del petróleo, los precios de los potenciales targets han subido como la espuma. La capitalización de Marathon Oil, por ejemplo, se ha doblado en los últimos meses hasta situarse por encima de los 24.500 millones de dólares, equivalentes a más de 20.000 millones de euros, ya casi fuera del alcance de los que Repsol YPF podría pagar ahora mismo. La española valía ayer algo menos de 28.500 millones de euros.

Ocurre que, en las actuales circunstancias de precios del crudo ascendente y reservas decrecientes, es muy difícil que cualquier activo petrolero USA se venda sin subasta, por lo que, de lanzar una OPA, Repsol podría verse al final burlada por cualquiera de las grandes petroleras norteamericanas dispuesta a pagar más cara la mercancía.

"Demasiado caro todo", aseguran fuentes cercanas a la petrolera. Sin olvidar las dos demandas presentadas ante la SEC tras el anuncio del recorte de reservas. La consecuencia de la situación descrita ha sido la decisión de abandonar la búsqueda en USA para centrarse en Europa el Este y particularmente en Rusia, con la intención de anunciar una operación importante este mismo año. Urge, sobre todo, reducir cuanto antes el riesgo latinoamericano de Repsol YPF.

Aproximación a West Siberian Resources y Gazprom

Fuentes de la banca de negocios han asegurado a este diario que la búsqueda está ahora centrada en Rusia, con idéntico perfil que en los USA: una petrolera en el entorno de los 15.000 millones de euros, lejos de los gigantes Lukoil o Yukos, aunque aquí tampoco se escapen las dificultades de competir por cualquier potencial target con las grandes del continente, principalmente Royal Duch Shell, BP y Total.

El pasado febrero Repsol realizó su primera aproximación al mercado ruso con la compra del 10% de la petrolera sueca West Siberian Resources (Vostok Oil hasta junio de 2004), cuyo campo de actividad en la exploración y explotación de petróleo y gas se halla focalizado en Rusia, y en concreto en Siberia. Repsol pagó 90 millones de dólares por ese paquete.

Repsol YPF ha tirado la toalla en los Estados Unidos en su búsqueda de una petrolera susceptible de ser opada con el objetivo de ganar tamaño. ¿Razón? Los precios de cualquiera de los potenciales targets, prohibitivos, y el convencimiento de que cualquier iniciativa de la española en tal sentido acabaría en subasta pura y dura, proceso en el que tendría todas las de perder frente a las grandes petroleras norteamericanas.