El Estado argentino no entrará en YPF: Repsol sólo quiere capital privado local

Repsol YPF no contempla en modo alguno la posibilidad de que el Estado argentino, a través del Gobierno que preside Néstor Kirchner, vuelva a tener una participación en el capital de YPF, ello en el marco de la enajenación de una parte del mismo comprendida entre el 15% y el 20%. “El Estado argentino no va a estar en YPF”, recalcaron ayer a este diario fuentes de toda solvencia de la petrolera.

La decisión de la gerencia de Repsol YPF es “dar entrada a capital privado, bien sea de particulares o de empresas, pero nunca al Estado”. La intención de la petrolera sigue siendo desprenderse de un 20% como máximo de YPF, paquete que podría llegar a valer algo así como 4.000 millones de dólares, “una suma que le vendrá muy bien a la compañía”.

“Otra cosa distinta es que en la eventual explotación de nuevos campos se pudiera ir a una esquema de empresas mixtas, igual o parecido al venezolano”. En medios argentinos se había especulado en las últimas horas con la posibilidad de que el porcentaje a vender subiera hasta el 25%, eventualidad desmentida ayer por la compañía.

La venta de un porcentaje de YPF se ha convertido en uno de los puntos más calientes del debate político argentino. Cuando todavía quedan muchos meses para las próximas generales, el entorno de un Kirchner que aspira a la reelección ha hecho de la recuperación del petróleo y el gas nacional un banderín de enganche electoral, fenómeno al que ha contribuido la irrupción del volcán Evo Morales en Bolivia con sus políticas nacionalizadoras.

En muchos medios de comunicación argentinos hace semanas que se viene hablando de la nacionalización o estatización de YPF en todo o en parte, una situación que llegó a causar la alarma en la sede del Paseo de la Castellana de Madrid. “El gobierno argentino, heredero de la tradición peronista, busca cómo deshacer o mitigar uno de los más corruptos, banales y entreguistas actos del peronismo que fue la entrega de YPF y la de la renta petrolera”, podía leerse este fin de semana en el diario Página/12.

Pero el desmentido del propio Gobierno Kirchner, en el sentido de que no sería una prioridad del Estado invertir como tal en YPF, no ha sido creído por buena parte de los medios, para quienes el Ejecutivo podría tirar de parte del excedente de las reservas de divisas, a punto de igualar las existentes antes del macropago al FMI, para hacer frente a la compra de ese 20% de YPF.

Tal posibilidad era descartada por “un importante funcionario de Economía” citado por Página/12, para quien el plan “es casi descabellado. En primer lugar, el presidente anhela que las reservas recuperen su nivel para fin de año (...), pero si recuperamos esa holgura fiscal, hay muchas asignaciones más interesantes que asociarse en una multinacional que no opera sólo en Argentina. Sería como comprar otro Banco Hipotecario”.

Meter un ‘topo’ en el directorio de Repsol

“¿Pero no hay voluntad de recuperar poder de decisión?”, inquiere el periodista, a lo que la fuente responde que “el poder soberano no se garantiza haciendo de socio bobo. Usted se asocia en las ganancias, pero también en los riesgos (...) Lo esencial no es reunirse con la propiedad, sino con la renta. Usted puede subir las retenciones o la tasa del impuesto a las ganancias, llevarla al 50% o un poco más. O invertir mucha plata, pero mucho menos de 4.000 millones, en Enarsa y revitalizarla”.

Según le medio citado, “el Gobierno argentino reniega por las bajas inversiones de la empresa en exploración y por no tener peso dentro de Repsol, ni siquiera acceso a información creíble. Una solución módica que se rumia en la Casa Rosada sería incorporar al Directorio una personalidad de fuste”.