El Gobierno italiano endurecerá las concesiones de Autostrade para evitar trato de favor hacia ACS

La presencia de ACS en el capital de la nueva Abertis sigue siendo, desde el punto de vista italiano, uno de los principales escollos a que se enfrenta la fusión con Autostrade, hasta el punto de que antes de validar la operación, el Gobierno Prodi exige garantías de que la constructora que preside Florentino Pérez no tendrá trato de favor en la adjudicación de obras a realizar en Italia.

A tal efecto, el Ejecutivo italiano ha impuesto a los gestores de la nueva Abertis un endurecimiento del contrato concesional de las autopistas italianas que gestiona Autostrade mediante un ‘atto aggiuntivo’, una nueva adenda –en este caso la quinta- que se añadirá al contrato de concesión en vigor suscrito entre el ANAS (el ente público que tutela la explotación de las autopistas italianas) y Autostrade.

En la citada adenda se recogerán una serie de garantías entre las que figuran el compromiso de Abertis de mantener una total transparencia en los procesos de licitación de obra pública que afecten a las autopistas italianas, para evitar trato de favor en el caso de concurrir ACS.

Según Vincenzo Pozzi, presidente del ente público ANAS, “el Gobierno no validará la fusión de Autostrade con la española Abertis sin que antes se haya firmado y rubricado ese nuevo atto aggiuntivo”.

Las reticencias del Gobierno italiano a admitir la presencia de ACS en el capital de la nueva Abertis tienen su origen en la privatización de Autostrade llevada a cabo en 1997, en la que se incluyó una cláusula prohibiendo la participación accionarial de constructoras en el capital de la concesionaria, para evitar posibles conflictos de intereses.

De hecho y tras la participación mayoritaria de la familia Benetton (a través de la sociedad Schemaventotto) en el capital de la nueva Abertis, son precisamente ACS, con el 12,5%, junto con La Caixa, 11,7%, los accionistas de referencia de la sociedad fusionada. Los tres socios han suscrito un pacto por el cual se comprometen a no variar sus actuales participaciones (concediendo derecho de tanteo al resto si alguno decide vender) en un período de tres años, para asegurar la estabilidad del accionariado.

Inversiones por 10.000 millones de euros

El citado quinto ‘atto aggiuntivo’ incluirá también el compromiso de la nueva Abertis de acometer en tiempo y forma las cuantiosas inversiones que Autostrade tiene comprometidas con el Gobierno italiano y que se elevan a 10.000 millones de euros. Esta ha sido, con la presencia en el accionariado de ACS, la principal objeción levantada por el Gabinete Prodi a la fusión.

La nueva adenda al contrato concesional recogerá además el compromiso de Abertis de nombrar a dos consejeros independientes, bien vistos por ANAS, en el consejo de la antigua Autostrade, en realidad la rama italiana de la nueva Abertis, ello para garantizar la transparencia en la toma de decisiones y los intereses del Estado italiano en una actividad tan importante como las autopistas.

La redacción de ese quinto ‘atto aggiuntivo’ correrá a cargo del Ministerio de Infraestructuras que actualmente ocupa el antiguo y famoso juez de ‘manos limpias’ Antonio Di Pietro, quien podría delegar la tarea en el ente público gestor de las autopistas italianas, el ANAS.

Se supone que tras la firma de esa quinta enmienda el Gobierno italiano procederá a dar el visto bueno definitivo a la fusión. El pasado miércoles 5 de julio, los gestores de la nueva Abertis presentaron oficialmente la solicitud de validación de la operación ante el Gobierno Prodi.

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