Zapatero rubrica el "final feliz" para E.ON en Endesa, mientras GN pregunta a la CNMV si puede retirarse

Aunque tanto Angela Merkel como Rodríguez Zapatero evitaron ayer reconocerlo en público, todo parece indicar que el presidente del Gobierno español hizo ayer realidad el “final feliz” que, para los intereses de la alemana E.ON en la contraopa sobre Endesa, hace escasas fechas había prometido en una entrevista concedida a un semanario alemán. La voltereta protagonizada por el Gobierno español en este asunto desde el 5 de septiembre del pasado año no puede ser más espectacular.

Según trascendió ayer, Zapatero propuso a Merkel un acuerdo cuyos términos supondrían una notable rebaja de las 19 condiciones impuestas por la CNE a E.ON. Así, la alemana sólo estaría obligada a vender el 25% de los activos de Endesa, frente al 33% que en un principio estableció el regulador español. En contrapartida, E.ON se encargaría de presentar esta venta como un compromiso voluntariamente asumido, renunciando así a sus reclamaciones judiciales y salvando la cara de Moncloa.

Presenciar cómo Zapatero aseguraba ayer que la voluntad de su Gobierno no es otra que la operación termine con una solución que resulte “satisfactoria y positiva” para los intereses alemanes, para, tras unos momentos de duda que parecieron eternos, añadir que también “para los consumidores españoles y el modelo energético”, resultó un espectáculo particularmente deprimente tanto para los directivos de Gas Natural como para los de su principal accionista, Repsol YPF, y el grupo Caixa en general.

Mientras esto ocurría en Meersburg (Baviera), este diario ha podido saber que Gas Natural realizó días atrás una ‘consulta verbal’ a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre las condiciones que impondría el regulador a una eventual retirada de la OPA originaria sobre Endesa presentada por la gasista el citado 5 de septiembre de 2005, iniciativa que parece hablar a las claras del clima que reina en los cuarteles de la gasista y Repsol.

Según las fuentes, la respuesta de la CNMV fue negativa, en el sentido de que hasta que no se aclare el intrincado panorama jurídico en que transita la operación, Gas Natural no podrá retirar su oferta sin grave riesgo de provocar demandas y reclamaciones jurídicas en cadena.

Clos y el recurso de alzada de los teutones

El primer paso para desbrozar tan pantanoso camino se producirá, como Zapatero confirmó ayer ante los medios, cuando “en los próximos días” el Ministerio de Industria, Joan Clos, que nada sabe de este monumental lío, resuelva el recurso de alzada presentado por E.ON contra la resolución de la CNE que le impuso las gravosas 19 condiciones para hacerse con Endesa, en las que obligaba a desprenderse del 33% de los activos de la primera eléctrica española.

Las distintas fuentes consultadas afirman que el Gobierno español pedirá ahora a la CNE que cambie radicalmente esas condiciones para acompasarlas al acuerdo político alcanzado con el Gobierno de Bonn, lo cual puede dejar nuevamente en una situación muy complicada al regulador del mercado energético, con su presidenta, Maite Costa, a la cabeza.

Mientras tanto, la Comisión Europa sigue vigilante, o eso parece. En efecto, el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, insistió ayer en que Bruselas tomará las “medidas necesarias” si Zapatero y Merkel llegan, como parece que han llegado, a un acuerdo sobre el futuro de Endesa que sea contrario al derecho comunitario.