Del Rivero está dispuesto a llegar hasta el 30% en Repsol para convertirla en una filial del Grupo Sacyr

El ciclón Luis del Rivero no pierde fuerza. El presidente de Sacyr Vallehermoso, que ha reconocido ya controlar el 17% de Repsol YPF, está dispuesto a llegar hasta el 29,9% del capital de la petrolera en cuanto la nueva Ley de OPAS, que se espera entre en vigor a primeros de 2007, lo permita. El 30% será el porcentaje límite –frente al 25% actual- a partir del cual una sociedad que entre en el capital de otra tendrá que lanzar una OPA por el 100%.

Del Rivero y Antonio Brufau, que ha dado la bienvenida a Sacyr en Repsol calificándola como inversión amistosa, han acordado que la constructora llegará en su actual primera etapa hasta el 24,4% del capital. Las intenciones manifestadas por el propio Rivero a algunos de sus accionistas más significados hablan, sin embargo, de llegar hasta la frontera del 30% para, naturalmente y sin ninguna clase de tapujos, “tomar el control efectivo de Repsol”.

La intención de los gestores de Sacyr es convertir a la petrolera en una empresa del grupo económico Sacyr Vallehermoso, consolidable en el balance de la constructora por integración total, lo que implica el control del consejo de administración. Luis del Rivero y Juan Abelló se sentarán en los próximos días en él, a tenor del acuerdo adoptado por el Consejo de Repsol cuando la participación de Sacyr apenas rebasaba el 10%, razón por la cual las fuentes señalan que la constructora elevará en un futuro su representación hasta los cuatro consejeros.

Las fuentes consultadas, cercanas al Consejo de la constructora, enfatizan el entusiasmo que en Sacyr ha provocado la entrada en Repsol YPF y la “efervescencia” que ha producido conocer las posibilidades que la compañía y su cash-flow ofrecen para abordar operaciones de distinto tipo. “Del Rivero, que no para quieto un segundo, tiene ya 17 proyectos distintos en la cabeza para Repsol, que para él es un medio, no un fin”. De hecho, las fuentes aseguran que se está viendo ya estos días con Brufau para poner en marcha alguno de ellos.

“Brufau tendrá que ganarse el puesto”

Con una estupenda relación personal, de momento la presidencia de Antonio Brufau no está en modo alguno en discusión, aunque el petrolero va a notar pronto el aliento de su nuevo socio en el cogote, a cuenta de su innegable capacidad de trabajo y su “imaginación” para adentrarse en todo tipo de territorios. “Brufau tendrá que ganarse el puesto día a día”, aseguran las fuentes.

Esa panoplia de proyectos explica por qué una empresa que vale 14.000 millones, tras haber doblado su valor en un año, compra el 24,9%, con intención de llegar a rozar el 30%, de otra que vale más del doble y que opera en un sector tan alejado como el del petróleo. La operación es tanto más llamativa cuanto que la deuda neta de Sacyr Vallehermoso equivale a 7,8 veces Ebitda, un riesgo financiero “simplemente brutal”, según el informe de BBVA Research que repasa la situación de las distintas constructoras.

Con la entrada en el capital de Sacyr Vallehermoso, Brufau ha conseguido blindar Repsol YPF, que había quedado desprotegida tras la retirada de la acción de oro por parte del Gobierno, frente a potenciales iniciativas hostiles. Sumando al 24,4% al que piensa llegar Sacyr en un futuro próximo, el 15% del que prácticamente dispone La Caixa, y el 5% de la mexicana Pemex, el núcleo duro de Repsol controlará pronto el 44,5% de la petrolera.

Un sinfín de frentes abiertos