BBVA: “Estamos listos para vender Iberdrola en cuanto surja una oportunidad”

Una de las más firmes alianzas que han presidido desde hace décadas el capitalismo español toca a su fin: el BBVA abandona el capital de Iberdrola. Hace años hubiera sido impensable que cualquiera de los dos grandes bancos vascos, Bilbao y Vizcaya, se plantearan salir del capital de Iberduero (origen de Iberdrola), pero los tiempos cambian. “Estamos en posición de venta”, han señalado a este diario fuentes solventes del banco.

“En realidad, nuestra participación en Iberdrola está ahora mismo en la misma situación que la de Repsol el año pasado”, aclara la fuente, participación del 5% que el banco enajenó el 12 de junio pasado por 1.290 millones de euros, con unas plusvalías de 523 millones. “En Iberdrola estamos en posición de venta en el momento mismo en que surja una buena operación”.

Como hiciera en Repsol, se trata de vender el paquete que el banco mantiene en la eléctrica sin afectar a la cotización del valor, para lo cual la entidad se ha dotado de las oportunas coberturas (equity swaps) –sistema mediante el cual una firma acuerda con otra la venta a futuro y a un precio acordado de antemano de una cantidad de acciones- sobre gran parte de dicho paquete. “Con lo cual, cuando queramos vender lo podremos hacer sin dañar la cotización de Iberdrola”.

Lo cual no será este año, y no sólo por falta material de fechas disponibles, sino porque a la vista del exceso de plusvalías contabilizadas este año (las citadas de Repsol, más la italiana BNL, entre otras), “no tendría sentido vender nada más, puesto que colocaría el beneficio por las nubes, haciendo difícilmente alcanzables los objetivos de crecimiento marcados para 2007”.

El banco que preside Francisco González se ha visto obligado a retratarse ante la autoridad reguladora de la Bolsa de Londres, poniendo de este modo en evidencia su posición vendedora en Iberdrola, donde controla el 8,3%. De este porcentaje, el 5,3% es la participación estable que ha mantenido el banco, mientras que el 3% restante responde a operaciones por cuenta de clientes o de gestión de tesorería, es decir, pura y dura especulación en Bolsa.

Hace tiempo que Francisco González marcó el final de la vocación industrial del BBV, viejo compañero de viaje de la gran industria vasca de antaño, al señalar a Telefónica como la única “participación estratégica” de la entidad, lo que ponía al resto en el disparadero de ser vendidas cuando la ocasión lo requiriera, en concreto, cuando la gerencia identificara la posible compra de algún banco con el que poder ganar tamaño. Como participaciones destacadas, al BBVA le quedan, además de Telefónica, las de Iberdrola e Iberia, ambas en posición de salida.

Según informaba el diario Expansión el pasado martes, los equity swaps de BBVA sobre Iberdrola tienen vencimientos escalonados entre enero y junio de 2007, periodo que marca los plazos de enajenación de dicho paquete, por el que el banco obtendría unas plusvalías ligeramente superiores a los 1.000 millones de euros.