Rodríguez Inciarte y los Hinojosa liquidan su sociedad de capital riesgo con la venta de Euroresidencias

Era la última de sus participaciones significativas que les quedaba por vender. En la época de explosión del capital riesgo, Juan Rodríguez Inciarte, director general del Santander, y la familia Hinojosa han dado por finiquitada su sociedad conjunta de private equity, Saarema Inversiones, tras la venta de Euroresidencias Gestión a Sanitas.

Además, según ha podido saber este periódico, Rafael del Valle, que recaló en marzo de 2005 en Saarema para tomar las riendas de este family office, ha abandonado la compañía y ha fichado por el Grupo Begar, propiedad del empresario castellanoleonés José Luis Ulibarri.

La primera desinversión se produjo en septiembre de 2005, a los pocos meses de la llegada de Del Valle a la empresa. Inciarte e los Hinojosa se desprendieron en ese momento de su 3% de OHL y de la mayoría de Affinalia, un operador español de telefonía fija nacido en 1999 y especializado en ofrecer servicio telefónico y acceso a Internet para PYMES.

Saarema consiguió 32 millones de euros de plusvalías en la operación de venta de la constructora OHL y, según declaró Del Valle en ese momento, la rentabilidad obtenida en Affinalia fue del 30% anual.

Tras esas ventas, la última gran participación que les quedaba era la de Euroresidencias, compañía propietaria de 12 residencias de ancianos y que llevaba en venta varios meses. De hecho, según ha podido saber El Confidencial, la negociación con la compradora final, Sanitas, ha durado casi un año. Esta empresa se vendió el lunes 29 de marzo, después de que pujara por ella también la norteamericana Sunrise Medical.

Ligeras discrepancias

Saarema Inversiones nació en 2000, una época en la que Juan Rodríguez Inciarte buscaba alternativas de negocio: “Montó esta sociedad para tener un centro de operaciones por si se en algún momento se marchaba del banco”.

La venta de Euroresidencias, que no ha sentado nada bien en la plantilla por las formas empleadas por su directora, Reyes Artiñano, ha tardado tanto tiempo porque una de las partes del family office, los Hinojosa, no querían vender. Sin embargo, el precio final y la firme insistencia de Rodríguez Inciarte terminaron por imponerse.