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Repsol colocará todos sus activos latinoamericanos bajo el paraguas de YPF
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Repsol colocará todos sus activos latinoamericanos bajo el paraguas de YPF

Una revolución en toda regla. La venta de un 25% de YPF a un empresario argentino, que casi con total seguridad será Enrique Eskenazi, es apenas

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Repsol colocará todos sus activos latinoamericanos bajo el paraguas de YPF

Una revolución en toda regla. La venta de un 25% de YPF a un empresario argentino, que casi con total seguridad será Enrique Eskenazi, es apenas una parte de los cambios que Antonio Brufau proyecta llevar a cabo en la estructura de la propiedad de Repsol YPF, y cuyo capítulo más importante será la colocación de todos los activos latinoamericanos del grupo bajo titularidad de YPF.

La filosofía que rige una reforma tan profunda del grupo es la de ‘latinoamericanizar’ la petrolera a través de su filial argentina, en la esperanza de que esos activos serán más fáciles de dirigir desde Buenos Aires que desde Madrid, y más aún si el ejecutivo que se enfrenta a los Gobiernos de la izquierda populista que abundan en la región es un argentino, y no un español que llega parachutado desde Madrid.

En línea con esta filosofía, la idea contemplada en la sede del Paseo de la Castellana de Madrid es la de nombrar vicepresidente de YPF al comprador argentino de ese 25%, en este caso Enrique Eskenazi, para que sea él quien defienda los intereses de Repsol YPF ante Gobiernos tan complicados hoy para cualquier multinacional del petróleo como los de Bolivia o Venezuela, por no hablar de la propia Argentina de Kirchner.

Con los cambios descritos, YPF se convertirá en una empresa latinoamericana con su central en Buenos Aires y operaciones en varios países de la región. La transferencia de esos activos se abordará tras la entrada del socio local, y comprenderá todos los campos de petróleo y gas, refinerías y otros bienes que la petrolera española posee en Brasil, Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y Cuba. De la operación se exceptúa México y Trinidad Tobago, países clave en la producción de petróleo y gas de la compañía.

El problema es que, de confirmarse la opción de Eskenazi, como parece más que probable, el banquero y empresario de la provincia de Santa Cruz, “un tipo listo, enriquecido a la sombra de Néstor Kirchner, de la misma provincia que él”, tiene ya 81 años, una edad que no parece la más adecuada para enfrentarse a ese tipo de trajín.

Hablando con empresarios españoles presentes en Buenos Aires, Eskenazi se manifestaba esta misma semana como práctico titular de dicho paquete, mostrando su entusiasmo por “argentinizar la compañía”, es decir, YPF, añadiendo que “hay que darle a esto un aire nacional, dentro de la colaboración que queremos establecer con los españoles”.

Lo que nadie sabe en Buenos Aires, al día de hoy, es de dónde va a sacar Enrique Eskenazi los 4.000 millones de dólares que, de acuerdo con la valoración de la propia Repsol YPF, vale el 25% de su pata argentina. “Aquí nadie tiene idea de dónde va a salir esa plata, teniendo en cuenta que el valor de todos los activos de Eskenazi no llegan ni a la mitad, hasta el punto de que hay quien sospecha que, al alimón con Kirchner, el dueño del Banco Santa Cruz intente utilizar los polémicos fondos de la provincia (unos 1.000 millones de dólares) que fueros remitidos a Suiza y que, al parecer, ahora acaban de ser repatriados”.

Discrepancias en el precio

De acuerdo con distintas fuentes, el empresario y banquero argentino, también accionista mayoritario de la constructora Petersen Thiele & Cruz, estaría dispuesto a pagar hasta un máximo de 2.700 millones de dólares, cifra inferior a las expectativas de Repsol, que ha valorado la empresa en 16.000 millones de dólares, y desde luego también por debajo de los 14.300 millones que, bajo la presidencia de Alfonso Cortina, la petrolera pagó en 1999 por el 100% de YPF”.

Fuentes de la petrolera reconocieron a este diario hace un par de días que el acuerdo con Eskenazi no estaba cerrado, y que los equipos jurídicos estaban trabajando intensamente tratando de perfilar los contratos, fórmulas de pago, avales, etcétera.

Una revolución en toda regla. La venta de un 25% de YPF a un empresario argentino, que casi con total seguridad será Enrique Eskenazi, es apenas una parte de los cambios que Antonio Brufau proyecta llevar a cabo en la estructura de la propiedad de Repsol YPF, y cuyo capítulo más importante será la colocación de todos los activos latinoamericanos del grupo bajo titularidad de YPF.