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Las inmobiliarias 'serias' se unen para defender su imagen de los devastadores efectos del caso Astroc
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Las inmobiliarias 'serias' se unen para defender su imagen de los devastadores efectos del caso Astroc

“Separar el grano de la paja y hacer saber al Gobierno, instituciones del Estado, intermediarios financieros y el propio mercado que no todos somos iguales”. Tal

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Las inmobiliarias 'serias' se unen para defender su imagen de los devastadores efectos del caso Astroc

“Separar el grano de la paja y hacer saber al Gobierno, instituciones del Estado, intermediarios financieros y el propio mercado que no todos somos iguales”. Tal es el objetivo, a grandes rasgos, de la iniciativa adoptada por una serie de inmobiliarias cotizadas en Bolsa, destinada a mejorar su imagen y luchar contra las devastadoras consecuencias que, a todos los efectos, ha tenido para el sector el escándalo de la inmobiliaria Astroc.

La última de tales consecuencias es el anuncio efectuado el viernes por el nuevo presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Julio Segura, en el sentido de que el regulador “reforzará los controles en el futuro” sobre las empresas inmobiliarias cotizadas, por tratarse de un sector “de aparente riesgo contable”.

Segura puso el énfasis en la valoración de los activos inmobiliarios, que “han cambiado el signo de los resultados consolidados” en algunas cotizadas del sector, fundamentalmente en Astroc, la empresa del mago Bañuelos que llegó a perder el 65% de su valor en apenas 6 días, tras descubrirse las tripas de su auditoría.

El efecto Astroc es precisamente el enemigo a batir por las inmobiliarias serias. “Estamos pagando justos por pecadores”, ha señalado a este diario el responsable de una de tales sociedades. “Hemos perdido mucho dinero en Bolsa por culpa de aventureros como Bañuelos, que han llevado la desconfianza al mercado. Las consecuencias para el sector son evidentes: endurecimiento de la financiación, ralentización de las ventas, empeoramiento de la imagen del sector en el exterior, etcétera”.

La situación ha llevado a algunas de las empresas líderes, caso de Colonial o Fadesa, al convencimiento de que “es necesario hacer algo para tratar de invertir la situación o al menos parar el deterioro creciente, poniendo en evidencia que hay gente seria y compañías solventes, que nada tienen que ver con los excesos cometidos por algunos”.

Aunque el movimiento está todavía en fase embrionaria y, a cuenta de las fechas estivales en que nos encontramos, no tomará cuerpo hasta la vuelta de las vacaciones de agosto, una serie de empresarios inmobiliarios, encabezados por Luis Portillo (Colonial) y Fernando Martín (Fadesa), han mantenido contactos fluidos y algún que otro almuerzo de trabajo para tratar de perfilar esa respuesta, que estará dirigida a “explicar a Gobierno, instituciones del Estado como CNMV y Banco de España, banca y cajas de ahorro, y el propio mercado, en general, la situación real del sector”.

Órgano de reflexión y debate

La idea es que la plataforma que al efecto se cree inicie también a partir de septiembre algún tipo de campaña de publicidad en los medios de comunicación destinada a lavar la imagen del sector, tan dañada por el caso Bañuelos, y devolver la confianza a los inversores. “De momento sólo será un órgano de reflexión y debate, dispuesto a hacer las cosas con el rigor necesario”.

Durante su intervención en XVII Fórum del Auditor Profesional celebrado el pasado viernes en Sitges, Barcelona, Julio Segura adelantó que el objetivo de la CNMV es comprobar que la valoración de los activos “se genera con procedimientos, hipótesis y criterios reconocidos”, pudiendo incluso llegar a pedir tasaciones complementarias a “sociedades de reconocida solvencia sometidas a algún tipo de supervisión”.

“Separar el grano de la paja y hacer saber al Gobierno, instituciones del Estado, intermediarios financieros y el propio mercado que no todos somos iguales”. Tal es el objetivo, a grandes rasgos, de la iniciativa adoptada por una serie de inmobiliarias cotizadas en Bolsa, destinada a mejorar su imagen y luchar contra las devastadoras consecuencias que, a todos los efectos, ha tenido para el sector el escándalo de la inmobiliaria Astroc.