Guerra sucia en torno a Iberdrola: investigan la vida privada y los dineros de Sánchez Galán

Dice el refrán que todo vale en la guerra... y en las grandes operaciones mercantiles, donde se juega tanto poder como dinero. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha sido advertido de la existencia de al menos una operación destinada a investigar de arriba abajo su vida privada y su situación financiera, con la aparente intención de minar su credibilidad de cara a la batalla que mantiene por el control de la eléctrica Iberdrola.

La existencia de esos movimientos sobre el entorno personal de Galán ha sido advertida por los servicios de información de la propia Policía, que habría detectado maniobras en relación con las cuentas bancarias, los registros de la propiedad y las fincas agropecuarias propiedad del eléctrico. De acuerdo con fuentes de toda solvencia, ha sido la propia Policía quien ha puesto al corriente de la situación a Galán, “para que tome sus precauciones”.

“Quieren saber qué tipo de vida hace, con quién se relaciona, cuál es el origen de su fortuna, cómo ha pagado sus fincas en el campo... quieren saberlo todo”. No hay noticia de que el afectado haya presentado ningún tipo de denuncia por algo que recuerda mucho la situación vivida por Manuel Pizarro en el caso de Endesa, entre otras cosas porque será muy difícil probar la identidad de la persona o personas que se hallan detrás de esa operación.

Las fuentes policiales creen que puede tratarse de algún grupo de delincuentes dispuesto a rentabilizar esa información mediante su posterior venta, en forma del correspondiente dossier, a alguna de las partes implicadas en la batalla por el control de Iberdrola. “Galán y su gente de seguridad ya están advertidos, porque está claro que, al menos desde el punto de vista del dinero, le van a mirar de arriba abajo”.

Batalla tras las vacaciones

La batalla por el control de Iberdrola promete vivir su punto álgido tras las vacaciones de verano, con dos generales enfrentados al mando de sus respectivos ejércitos: el propio Sánchez Galán, que ha fortalecido su posición con la presencia de un grupo de accionistas que, en conjunto, podría totalizar cerca del 30% del capital social y que en teoría respaldan su gestión; y Florentino Pérez, presidente de ACS y dueño del 11% de la eléctrica, además de accionista de control de Unión Fenosa.

Sánchez Galán ha tratado de dificultar las maniobras de asedio a su presidencia mediante compras de otras empresas –caso de Scottish Power y, más recientemente, de Energy East- que han elevado mucho el precio de la eléctrica –castigado en las últimas semanas por la caída del valor en Bolsa-. Pero Florentino Pérez, que presume de ser “hombre de pocas palabras”, sigue recordando a quien quiere escucharle que “antes de Navidad, Galán estará fuera de Iberdrola”.

En torno a Florentino Pérez podría articularse una gran operación, a la que se ha aludido varias veces en este diario: la formada por la triple alianza de la francesa Suez, la española Gas Natural y la propia ACS, con el aliento de La Caixa detrás y como un calco, si bien más ambicioso, de la relación que en Abertis ya mantienen Florentino Pérez e Isidro Fainé. Pero el presidente de ACS no descarta jugar “la carta alemana” en la toma de Iberdrola, mediante algún tipo de alianza con RWE o con la propia E.On.