El Tesoro salva con dignidad la subasta pese a la tormenta política en España

Era una subasta clave para España, la primera después de que el escándalo por la doble contabilidad del ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, haya devuelto a España a las portadas internacionales. A pesar de que las tensiones han vuelto al mercado por la crisis política que afecta no sólo a nuestro país, sino también a Italia, el Tesoro ha colocado 4.610 millones de euros, más de lo previsto, con una ligera caída de la demanda -de 2,85 veces de media a 2,02 veces- y un aumento de las rentabilidades en los plazos más cortos.

Concretamente, ha vendido 1.950 millones de euros con vencimiento en 2015, para lo que ha tenido que pagar un 15% más que en la subasta anterior -una rentabilidad del 2,823%. En el caso de los bonos a 2018, el montante ha sido de 2.070 millones de euros, con una rentabilidad del 4,123%, mientras que con el plazo más largo, el de vencimiento en 2029, obtiene 593 millones y paga el 5,787%.

La prima de riesgo, que repuntaba por encima de los 386 puntos básicos momentos antes de la emisión, cae hasta los 376 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono a diez años se sitúa en el 5,40% tras tocar el 5,5%.

"A estas rentabilidades no hay que darle tampoco mayor importancia, porque el mercado en general ha subido", explica a Cotizalia Albertro Matellán, director de estrategia y análisis de Inverseguros. Y es que España se sigue financiando por debajo de la media histórica y si se tiene en cuenta la inflación del 3%, el interés real que paga por el diez años es del 2% que es "aceptable", aseguraba el experto.

Y es que el fuerte repunte de la prima de riesgo a partir del lunes hizo saltar las alarmas del mercado. De hecho, el martes llegó a tocar los 390 puntos básicos. Sin embargo, no hay motivos en principio para llevar la preocupación más allá. De momento, los inversores parecen que han fijado un techo psicológico en el 5,4% de rentabilidad para el diez años.

Es verdad que el mar de fondo, con el caso Bárcenas en España, el peligro de un mal resultado de las elecciones italianas y los flojos datos económicos en países como Francia pueden justificar un aumento de la tensión en el secundario; no obstante, el paraguas del Banco Central Europeo se mantiene firme.