El Ibex fracasa en su asalto a los 9.800 puntos ante las dudas de los inversores

Semana I después de la histórica rebaja de los tipos del interés hasta el 0,25% por parte de Banco Central Europeo y su presidente, Mario Draghi. El mercado trata de volver a la normalidad después de un cierre de semana en el que el fantasma de la deflación en Europa y la señales de mejoría dadas por la economía de Estados Unidos asustaron a los inversores europeos más que a los estadounidenses.

Sin embargo, estas noticias todavía pesan -y lo seguirán haciendo- en el ánimo de los inversores, que aunque se decantan por las compras lo hacen con cierta cautela. Así, los principales índices bursátiles de Europa cerraron la sesión de este lunes en positivo pero ninguno de ellos registró un gran avace. El mayor fue el del Mib italiano, que rebotó un 0,77%, mientras que el Cac de París avanzó un 0,7% y el Eurostoxx 50 un 0,59%.

La subida del 0,43% que registró el Ibex 35 solo le permitió llegar hasta los 9.789 puntos, mostrándose por lo tanto incapaz de recuperar los 9.800 puntos que cedió el pasado jueves, cuando incluso llegó a superar los 10.000 puntos tras el anuncio de Draghi. Por último, el Dax alemán avanzó un 0,33% y el Ftse 100 de Londres un 0,3%.

Las dudas mostradas por los inversores impidieron que el selectivo rentabilizara en mayor medida la subida del 4,5% de Grifols -llegó a ganar casi un 6%- después de que haya comprado los diagnósticos de Novartis por 1.240 millones. Acciona e Indra han completado las tres mayores subidas de la sesión, al repuntar un 2% y un 1,84%, respectivamente.

Entre los grandes valores sólo Telefónica cerró la jornada en pérdidas, al dejarse un 0,08%. Entre el resto de blue chips destacó el avanza de las entidades bancarias. Así, BBVA rebotó un 0,98% y cerró en 8,53%, mientras que el banco presidido por Emilio Botín acabó la jornada con una subida del 0,76%, hasta los 6,45 euros.

En el meracado de renta fija los inversores también se decantaron ligeramente por las compras, al menos en el caso de la deuda española. La rentabilidad de la deuda española se desinfló hasta el 4,11% y la prima de riesgo acabó en 234 puntos. En Portugal, en cambio, las compras fueron mucho más notorias después de la mejora de persepctiva por parte de Moody´s y la rentabilidad del bono luso cayó hasta el 5,8%.