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Wall Street insiste en los máximos pero los bonos vuelven a dar señales de nervios
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BEST BUY VS. DOLLAR TREE

Wall Street insiste en los máximos pero los bonos vuelven a dar señales de nervios

Los bonos a cinco años y tres meses vuelven a rozarse en rentabilidades. El bono a diez años, a su vez, sigue cotizando con margen respecto al corto plazo, pero ha subido en demanda

Foto: Un 'trader' en la bolsa de Nueva York. (Reuters)
Un 'trader' en la bolsa de Nueva York. (Reuters)

Wall Street sigue subiendo el martes, reiterando los máximos históricos recuperados a finales de octubre. No obstante, la curva de la rentabilidad de los bonos, que también se había desinvertido en octubre, vuelve a amenazar con desatar las alarmas. Es el caso, sobre todo, del diferencial entre los bonos a tres meses y cinco años, que ya cotizan en retornos muy cercanos. El diferencial entre tres meses y diez años, que es de los que más pendientes están los inversores, todavía está lejos de invertirse. No obstante, el título a una década ha vuelto a disparar la demanda en los últimos días, recortando terreno frente al cortoplacismo.

Lo lógico es que la deuda a largo plazo otorgue más rentabilidad que la deuda a corto, ya que a más plazo hasta la fecha de devolución del dinero, más riesgo para el inversor. Sin embargo, la rentabilidad del bono se mueve de forma inversa a su precio, por lo que también está influenciada por el juego de la oferta y la demanda del mercado. En momentos de nerviosismo por el estado actual de la economía, los inversores venden a corto y compran a largo: una dinámica que, a su vez, presiona la rentabilidad de los bonos a pocos meses al alza y la de los títulos a cinco o diez años a la baja. Este fenómeno es considerado por una gran parte de los economistas como señal de contracción económica, debido a que estadísticamente, este juego de expectativas ha precedido ya varias recesiones en EEUU.

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En el caso de la curva entre los tres meses y los cinco años, este fue el diferencial utilizado por el profesor de Duke, Cam Harvey utilizó en la investigación que predijo la recesión de los años 80. Sin embargo, los tramos que más veces han acertado con la recesión han sido los de dos años-diez años y tres meses-10 años. La primera se invirtió brevemente en agosto, volviendo a su estado habitual en septiembre. La segunda se invirtió en marzo y regresó a territorio 'normal' en octubre, al igual que el diferencial de tres meses y cinco años. Hay economistas, con todo, que argumentan que las curvas de la rentabilidad están distorsionadas en esta década por el estímulo monetario desplegado por los bancos centrales tras la crisis financiera.

Más allá de los bonos, el optimismo sigue reinando en los mercados, con EEUU y China todavía inmersos en las negociaciones comerciales después de anunciar un principio de acuerdo en octubre. Aunque ha sido un año de mayor volatilidad que los anteriores por el vaivén de las tensiones entre ambas potencias, las bolsas también se han visto apoyadas en la segunda mitad de 2019 por los bancos centrales, con la Reserva Federal habiendo recortado los tipos de interés tres veces este año.

El martes transcurre tranquilo, con dos grandes marcas del consumo, Best Buy y Dollar Tree, habiendo presentado resultados. Dollar Tree se desploma en la sesión un 16,4% debido a un recorte de previsiones que ha querido culpar en los impactos de la guerra comercial sobre el beneficio y los costes de la cadena de tiendas de descuentos norteamericana.

A su vez, Best Buy se dispara un 11% en bolsa tras aumentar sus perspectivas de beneficio para el año fiscal, ya que en lo que va del ejercicio ha registrado una demanda sólida de productos electrónicos —justo después de que la consejera delegada dijese en agosto que la empresa se enfrentaba a un escenario de "incertidumbre general" en cuanto a la demanda del consumidor—.

Wall Street sigue subiendo el martes, reiterando los máximos históricos recuperados a finales de octubre. No obstante, la curva de la rentabilidad de los bonos, que también se había desinvertido en octubre, vuelve a amenazar con desatar las alarmas. Es el caso, sobre todo, del diferencial entre los bonos a tres meses y cinco años, que ya cotizan en retornos muy cercanos. El diferencial entre tres meses y diez años, que es de los que más pendientes están los inversores, todavía está lejos de invertirse. No obstante, el título a una década ha vuelto a disparar la demanda en los últimos días, recortando terreno frente al cortoplacismo.

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